VIERNES, 22 DE NOV

Una ola de calor agobiante azota a Estados Unidos y a parte de Canadá, con incendios y fallecidos

El fenómeno que lo produce es conocido como “cúpula de calor” por el cual las altas presiones atrapan el aire caliente. Según algunos científicos se trata de un hecho que ocurre en promedio cada mil años. En territorio canadiense se registraron hasta 50 grados celsius y han fallecido 233 personas.

Una ola de calor sin precedentes está agobiando a gran parte del noroeste del Pacífico, en Estados Unidos y en Canadá, pese a que todavía no es julio: las temperaturas superaron en general los 37,8 grados Celsius, un fenómeno que, según indican, el cambio climático potenció en los últimos tiempos. En el país más septentrional del continente, se registraron hasta 49,9 grados Celsius y han fallecido 233 personas.

Obedece a un hecho conocido como «cúpula de calor» por el cual las altas presiones atrapan el aire caliente.

Según algunos científicos, se trata de algo que ocurre de media cada mil años, pero que el cambio climático posiblemente tornó más frecuente y que también está afectando al oeste de Canadá.

En áreas como Portland, la ciudad más grande del estado de Oregon, el agobio lleva tres días seguidos sin aflojar.

En el condado de Multnomah, se reportaron al menos 43 visitas al departamento de emergencias en la mañana del lunes debido a la ola de calor y en todo el fin de semana funcionó a pleno la clínica de atención de urgencia en el condado.

Fue de tal magnitud el movimiento que la Oficina del Sheriff tuvo que advertir, el lunes, que las ambulancias se estaban agotando debido a la demanda.

También Seattle, sita en el noroeste del estado de Washington, batió su propio récord del domingo y lo mismo ocurrió del lado canadiense de la frontera, Lytton, en Columbia Británica, donde el domingo y el lunes se registraron 48 grados Fahrenheit, muy por encima de lo normal.

Lagos, ríos y playas, en una zona en la que el clima suele ser frío y húmedo, se encuentran repletos ante temperaturas que rozan registros que no se habían visto desde 1940.

Tanto los acondicionadores de aire como los ventiladores, artefactos poco demandados por esos lares, están agotados.

Expertos como Kristina Dahl, científica climática de la Unión de Científicos Preocupados, y Michael E. Mann, un colega de la Universidad Estatal de Pensilvania, culpan al cambio climático de estar reconfigurando los patrones climáticos del planeta.

Y que a medida que los humanos emiten a la atmósfera más gases de efecto invernadero, que calientan el planeta, se agrega más energía al sistema climático.

La investigadora del clima y la salud de la Universidad de Washington, Kristie Ebi, sostuvo que el exceso de consumo de energía aparece a través de eventos climáticos extremos.

«Las olas de calor siempre han ocurrido y siempre ocurrirán, pero ahora tenemos un patrón de olas de calor muy diferente al que teníamos hace un par de décadas», dijo a CNN. «Y no es solo la intensidad, también es la extensión geográfica».

En el extremo opuesto del país, el noreste, más de 40 millones de personas están también bajo advertencias de calor, incluidas las áreas metropolitanas de Nueva York, Filadelfia y Boston.

Aunque el calor no será tan fuerte como en Oregon y el estado de Washington, los récords para la fecha podrían establecerse en el noreste antes que las temperaturas se enfríen el jueves.

Kate Weinberger, epidemióloga ambiental de la Universidad de Columbia Británica, analizó el número de muertes relacionadas con el calor extremo en EEUU cada año.

Un estudio de 2020, del que fue la autora principal, encontró una cantidad subestimada de muertes relacionadas con el calor en el país, ya que los registros generalmente solo consideran términos médicos como insolación y descuidan otras causas de muerte potencialmente relacionadas con el calor, como ataques al corazón.

«Es probable que el calor contribuya a muchas más muertes por causas distintas a la insolación, porque puede exacerbar otras enfermedades crónicas, como afecciones cardíacas y pulmonares», dijo Weinberger.

«Dado el peligro que representa el calor, los eventos como la ola de calor en curso en el noroeste del Pacífico deben tomarse muy en serio», recomendó.

En Canadá, la inédita ola de calor provoca la muerte de al menos 233 personas

Una ola de calor que ha alcanzado máximas cercanas a los 50 grados centígrados se ha cobrado la vida de al menos 233 personas en la provincia de Columbia Británica, en el oeste de Canadá, en los últimos cuatro días.

La mayoría de las víctimas son personas mayores, la cuales padecieron muertes súbitas a causa de las altas temperaturas, algo que los expertos advierten seguirá pasando bajo las actuales condiciones meteorológicas. Los aspersores de agua en los parques y espacios abiertos se están llevando el protagonismo estos días en el oeste de Canadá, señala el sitio France24.com.

«Desde el inicio de la ola de calor a finales de la semana pasada, los servicios forenses han observado un significante aumento de las muertes en las que se sospecha ha contribuido el calor extremo», sostuvo Lisa Lapointe, directora forense de Columbia Británica a través de un comunicado.

El oeste del país ha alcanzado máximas cercanas a los 50 grados centígrados, una temperatura que nunca antes se había registrado en Canadá. Se trata de condiciones a las que los residentes de las ciudades de la zona no están acostumbrados y que ha provocado numerosos golpes de calor en personas de todas las edades.

Mientras, los servicios públicos intentan paliar los efectos de estas condiciones extremas y han reforzado su personal para poder atender a la población.

En el caso Vancouver, la mayor ciudad de la Columbia Británica, la policía aseguró que dio respuesta a más de 65 llamadas por muertes súbitas desde el viernes 25 de junio.

Ante esta situación, la unidad de Vancouver anunció que está desplegando a docenas de patrulleros extra para atender a las llamadas de emergencia por la ola de calor.

También recomendó a los ciudadanos dedicar especial atención y cuidado a aquellos familiares y amigos que puedan ser especialmente vulnerables al calor.

Varias ciudades de la provincia han habilitado centros con aire acondicionado para que la gente pueda acudir a refrescarse, ya que zona es templada en verano y la mayoría de domicilios no cuentan con este tipo de instalaciones. Las escuelas de la región han cerrado y la campaña de vacunación contra el Covid-19 se ha visto afectada.

Desde la esfera pública el mensaje de prevención contra esta ola de calor «prolongada, peligrosa e histórica» es claro: mantenerse constantemente hidratado, evitar las actividades en espacios abiertos y acercarse a centros públicos que dispongan de aire acondicionado.

Incendios en Estados Unidos

A pesar de que no se puede relacionar un hecho aislado con el cambio climático, actualmente, los expertos sostienen que este provoca que los periodos de temperaturas extremas sean más habituales y prolongados. Las emisiones de gases que contribuyen al efecto invernadero.

En este caso, las principales ciudades del noroeste del Pacífico de los Estados Unidos también se han visto azotadas por la ola de calor.

Portland y Salem en Oregón, y Seattle en Washington volvieron a batir récords de temperatura el lunes. En Salem, capital del estado de Oregón, las temperaturas alcanzaron los 47,2 grados centígrados, la más alta desde que se iniciaron los registros en la década de 1890.

En Idaho y Montana, el Servicio Meteorológico Nacional pronosticó más calor para el resto de esta semana.

A causa de las altas temperaturas, los incendios han aumentado en la región norteamericana.

Este martes, California, Oregón y Washington registraron decenas.

El condado de Siskiyou, en California, es el más afectado con al menos 5.400 hectáreas de bosque arrasadas por las llamas, según informó el Departamento de Protección contra Incendios de California. Los bomberos intentan extinguir tres «grandes incendios» y otra decena de fuegos menores, que han quemado un total de 6.300 hectáreas en todo el estado.

En Oregón, el Departamento de Silvicultura (ODF) informó sobre una decena de fuegos activos, por lo que las autoridades cerraron varios parques naturales.

Por su parte, el Departamento de Recursos Naturales del estado de Washington estimó «una temporada de incendios forestales complicada después de una primavera peor de lo habitual».

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