MARTES, 26 DE NOV

Alemania quiere que los smartphones reciban actualizaciones por no menos de siete años

El país europeo se pone al frente para combatir la obsolescencia programada de los celulares y busca proteger al consumidor.

La obsolescencia programa es algo que ya todos sabemos, conocemos y que las empresas de celulares lo vienen aplicando al pie de la letra. La reducción intencionada del ciclo de vida de los dispositivos móviles, obliga al consumidor a cambiar su celular a los dos o tres años de uso.

Este ciclo no solo castiga los bolsillos de los ciudadanos, sino que también provoca un mayor consumo de recursos naturales, incrementa la contaminación, etcétera.

Este ciclo corto de vida es también conocido como obsolescencia programada, cuya intención es reducir el ciclo de vida de un dispositivo electrónico, con el fin de forzar a los consumidores a cambiar de móvil, ordenador, impresora, etcétera, simplemente con el fin de fomentar el consumo.

Es así como Alemania se ha puesto al frente y ha encabezado múltiples movimientos dirigidos a proteger al consumidor.

El problema viene de la mano del software que emplean los dispositivos, y es dónde entra la regulación que plantea Alemania. Y es que según podemos leer en EngadgetAlemania quiere que los smartphones reciban actualizaciones por no menos de siete años, lo que vendría a completar las políticas que, a nivel europeo, ya se han dedicado a intentar garantizar ciclos de vida más largos para los dispositivos.

La norma que estudia Alemania, no obstante, no plantea la actualización total de los dispositivos a las últimas versiones de los sistemas operativos, y es que cuesta imaginar un gama baja de, pongamos, 2016, ejecutando Android 12 sin problemas de rendimiento. En su lugar, lo que plantea Alemania es que los dispositivos reciban las actualizaciones de seguridad, evitando así los enormes problemas de seguridad que plantean los dispositivos que siguen en uso pese a no contar con las mismas.

Así, por ejemplo, aunque un smartphone con Android solo reciba una o dos actualizaciones de Android sobre la que incluía en su origen, sí que debería seguir estando protegido frente a las amenazas y los problemas de seguridad detectados en su OS.

Este tipo de movimiento es de suma importancia que se concrete, tanto para beneficiar a los consumidores de no tener que adquirir un dispositivo cada muy corto tiempo, como también en beneficio de la ecología, para que no se siga generando más basura electrónica en el medio ambiente.

Esperemos que este tipo de movimiento también sea imitado en América Latina, donde las personas tienen menos acceso a un dispositivo móvil debido a las cuestiones económicas de la región.

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