Gran parte de la población mundial aún no posee internet
Informe indica que a nivel global la brecha digital sigue siendo importante, ya que casi el 60% de la población mundial aún no tiene conexión a Internet y no puede participar de la economía digital.
El Banco Mundial presentó el informe “Dividendos Digitales”, que analiza el impacto de Internet, la telefonía móvil y las tecnologías conexas en el desarrollo económico.
Su objetivo es aumentar los beneficios de la utilización de la tecnología, que no han crecido en la misma medida en que lo ha hecho el desarrollo de las nuevas herramientas digitales.
“Dividendos Digitales” fue presentado en el Museo Malba, con presencia de autoridades nacionales como el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el ministro de Modernización, Andrés Ibarra, y el de Ciencia, Tecnología e Innovación, Lino Barañao.
Según el informe “la Argentina estuvo a la vanguardia en la adopción de tecnologías por encima de la media regional, pero no ocurre lo mismo con los componentes analógicos” que incluyen desde cuestiones culturales hasta la bancarización de la economía y la regulación de las telecomunicaciones, sostuvo una de las autoras del informe, Indhira Santos, a cargo de la presentación del documento.
Uno de los temas centrales del estudio se refiere al impacto de la tecnología en el ámbito laboral, y sostuvo que, en el caso de la Argentina “el 60% de los empleos actuales son susceptibles de automatización; son trabajos rutinarios, que en su gran parte se pueden resumir en instrucciones, por lo que una persona podría ser sustituida por algoritmos”, sostuvo la analista.
El informe indica que a nivel global la brecha digital sigue siendo importante, ya que casi el 60% de la población mundial aún no tiene conexión a internet y no puede participar de la economía digital. También persisten las brechas digitales geográficas, de género, de edad y de ingresos dentro de cada país.
Por otro lado, algunos de los beneficios que podrían obtenerse de Internet se están viendo neutralizados por nuevos riesgos. Los intereses comerciales creados, la incertidumbre regulatoria y la escasa competencia de plataformas digitales son aspectos que podrían resultar en una concentración perjudicial en muchos sectores.