«A los políticos no les interesan los desprotegidos»

«La pobreza ha aumentado mucho. Cada vez son más las villas de emergencia en la ciudad», dijo el padre Joaquín Nuñez a Conclusión durante una entrevista. Este cura, quien llegó a la ciudad hace 27 años, actualmente ejerce su ministerio en la Capilla Nuestra Señora de la Consolación del barrio Bella Vista Oeste, se ocupa de las necesidades del barrio y realiza su tarea pastoral en las villas de la ciudad. Joaquín, un ferviente militante de los derechos de los desprotegidos, hace un repaso por la realidad del país y el mundo, la situación de las villas en la ciudad, su relación con el papa y la relación de la iglesia con la dictadura. No dudó en decir que «a los políticos no les interesan los desprotegidos»

– ¿Cómo evalúa hasta ahora el pontificado de Francisco?

Yo creo que está dando pasos muy interesantes, lo lastimoso de esto es que ya es un hombre muy grande, tiene 12 años que yo. Yo tengo 66 y el tiene 79. Yo creo que está invirtiendo bien su tiempo y la elección que hicieron para que él dirigiese la iglesia católica fue muy buena y él lo asumió muy a fondo. La verdad que tiene una resistencia feroz.

– ¿El Papa Francisco es resistido dentro de la Iglesia por algunos sectores conservadores?

Si. Pero si él no baja la guardia va a seguir. Además, el es la autoridad máxima de la iglesia universal.

– ¿Cree que podrá concretar la reforma que se propone?

Si, claro. Y hay que apoyarlo y ponerlo en práctica y uno de los que lo apoya soy yo.  Si vamos a dar tantas vueltas, si vamos a ver qué documentos salen, qué sínodos se reúnen, cuando hay que programar esto…se muere él, me muero yo y queda todo en la nada.

– Hay fieles católicos que dicen que él distorsiona el Evangelio ¿qué dice sobre eso usted?

Eso no es así, que no vengan con ese absurdo.

– ¿ Y por qué cree que dicen eso?

Los que dicen eso son los que quieren llevar un estilo de vida Cristiana, que es la que corresponde pero se resisten a los cambios y esos cambios tiene que aparecer sí o sí porque si no, nos quedamos estancados.

– ¿Se ha ocupado la clase política mundial y nacional, históricamente, de defender los derechos de los más desprotegidos?

No. Al menos hasta donde yo conozco y con la poca o mucha experiencia que tengo, no. Naturalmente el mundo de la política es el mundo de los que están de paso. Están por 4 u 8 años, tiene algún esquema, se ata a ese esquema y tienen grandes intereses, más los países poderosos. No les interesa eso.

– ¿Quiénes son para usted los que se preocupan por los más desprotegidos?

Quienes más se preocupan son justamente, los más humildes. Siempre el que sufre constantemente y tiene consciencia y sabe de la lucha para mantener vivo a sus seres queridos, puede fácilmente comprender aunque no tenga los elementos para revertir eso.

– ¿Cómo ve la situación de la pobreza en Rosario?

La pobreza ha aumentado mucho. Cada vez son más las villas de emergencia en la ciudad, alrededor de las 374.000 personas viven en villas. Es mucho para esta ciudad.

– ¿Se ve mucho la droga en las villas?

Estamos totalmente minados. Lamentablemente es lo mal cruel que tenemos. Envenena a los adolescentes, a los jóvenes. Porque los mata o se matan entre ellos o los mata la policía. Esto pasa a diario. Además, utilizan a los pibes, lo hacen por un tiempo y después los tienen que bajar. Los llamados «soldaditos».

– ¿Es posible erradicar la pobreza?

No. No hay elementos ni gente que pueda jugarse y verdaderamente  conducir hacia eso porque ese es un trabajo muy intenso, muy amplio y en gran escala. Y sino, no se consigue. Le doy un ejemplo, aquí todavía está el Batallón 121, lo que era el cuartel de los militares acá en Rosario, allí tienen una capacidad de 1000 personas con toda la infraestructura para poder vivir y yo intenté que me lo facilitaran, para llevar a los chicos enfermos, con problemas de drogas para sacarlos y hacerles un seguimiento estricto, que puedan aprender a trabajar y brindarles las cosas para que puedan seguir a delante…y me dijeron que no. Tenía todo, cama, colchones, herramientas y ahí se está pudriendo todo.

– ¿Qué opina del nuevo gobierno, cuál cree que será su eje de acción?

Por favor! Si andábamos en desgracia con esto lo completamos del todo. Su eje de acción será sobre todo el ámbito de los poderosos, a nivel económico, a nivel industrial, a nivel de bancos, de explotación y del resto de la población olvidate!.

– ¿Cuál debe ser el comportamiento de aquellos que están interesados en la concreción del bien común y la protección de las clases más vulnerables?

Lo que debemos intentar hacer es justamente unir fuerzas para atender a la gente, para presionar donde sea posible para que eso cambie porque va a venir un cimbronazo muy duro. Hace dos o tres días ya aumentaron todas las cosas.

– ¿Y eso desde la iglesia es posible?

No tenemos fuerza. Podemos reclamar, rezar, pedir pero no somos una fuerza tan fuerte. A quienes dirigen el Estado no les interesa la iglesia.

– ¿Cómo es la imagen de la gente hacia la iglesia?

La gente tiene un cierto respeto, tiene una cultura religiosa que va quedando, pero nosotros lo curas a veces predicábamos más el temor que el amor.

– La iglesia siempre estuvo relacionada con la dictadura militar. ¿Usted cree que se modificó esa imágen?

Lamentablemente todavía se sigue pensando así porque las cabezas de las iglesias en ese momento eran más militares que los militares.  Lo conozco porque yo era cura en esa época. He visto morir a compañeros míos que pensaban diferente. Yo estuve preso 6 años, yo estaba en el Chaco, trabajaba en el monte con los criollos, los carboneros, naturalmente los dueños de ahí eran de gente de mucho dinero y me llevaron preso por «subersivo» como otros curas y los grupos de jóvenes que pensábamos diferentes así que tuve que estar 6 años preso y porque era cura me tocaba muy duro. Pero yo lo puedo contar, varios colegas están muertos.

– ¿Cree en el pronto advenimiento de un nuevo orden en el que reine la ideología de Jesús sobre el amor, la paz, la justicia?

No. El nuevo orden no se va a dar fácilmente y además no hay un nuevo orden o por lo menos yo no lo encuentro. No sé por dónde deben pasar las cosas para que dé un cimbronazo el mundo, cambie y que nazca un nuevo orden. Hay que pelear mucho. Pero no hay que bajar la guardia.

Fotos: Florencia Vizzi