Avanza en el Concejo un proyecto para renovar y reparar las veredas rotas de Rosario
La iniciativa de la concejala socialista Alicia Pino ya cuenta con el apoyo de la comisión de Obras Públicas y ahora está en estudio en la comisión de Presupuesto. ¿De qué se trata?
- Ciudad
- Sep 2, 2024
Avanza en el Concejo el proyecto de la concejala socialista Alicia Pino (quien fuera subsecretaria de Obras Públicas municipal durante la gestión de Miguel Lifschitz como intendente) para reordenar la renovación y reparación de veredas rotas a través de una Unidad Ejecutora.
La propuesta busca que la problemática “sea un tema que se tome en forma prioritaria” y que “Rosario cambie de estatus” para que “este problema que existe hace años, que hace que el tránsito peatonal, la accesibilidad urbana, sea dificultosa” pueda ser solucionado haciendo mas eficiente y dinámica la gestión. “El tema veredas no es un complemento de la obra, por el contrario, es un elemento vertebral de la construcción de la ciudad”, enfatizó en diálogo con Conclusión.
Según precisó la edila, a partir de un relevamiento realizado, detectaron que “hay muchas oficinas, alrededor de 13, 14 oficinas, entre las municipales, las empresas privadas y las concesionarias que intervienen en las veredas”.
“Es necesario fortalecer los equipos de fiscalización, de inspección y también poner un ordenamiento en el trabajo en las veredas. Ese es el nudo del proyecto”, destacó.
La iniciativa, que ingresó en mayo pasado, ya tiene el aval de la comisión de Obras Públicas del Palacio Vasallo y ahora tiene tratamiento en la comisión de Presupuesto y Hacienda. El proyecto está próximo a tratarse en el recinto de sesiones.
Cabe recordar que en abril, el Ejecutivo lanzó su plan 2024, con una inversión superior a los 8 mil millones de pesos. “La ordenanza actual es muy buena ordenanza. Especifica especialmente el diseño de la vereda y el material que se puede usar. Pero la idea es generar mayores niveles de respuesta para salir de esta inercia porque si no como que siempre queda lejos el objetivo de que las veredas estén sanas. La propuesta incorpora la generación de operatorias más diversas», explicó.
No estamos proponiendo agregar estructura nueva a la que ya tiene la municipalidad sino reorganizar”, aclaró Pino y completó: “La idea es hacer una redistribución de tareas, funciones y una coordinación de las áreas involucradas en lo que atañe a veredas y vías peatonales”.
Es que, en la actualidad, existen al menos 12 reparticiones municipales, Assa, EPE, empresas de telefonía y de otros servicios que intervienen en la reparación de veredas. En el caso de la órbita estatal están repartidas, en distintas secretarías que tienen implicancias en la ejecución, control y fiscalización, siendo Obras Públicas y Planeamiento las fundamentales, pero además están las áreas de Ambiente o Servicios Públicos, entre otras.
Distritales y simultáneos
«Un aspecto también importante es la participación de la ciudadanía que tiene que estar informada por lo cual podrían sumarse, según quieran adherir las vecinales, para hacer centros de información y de orientación con respecto a las distintas tipologías de casos que se dan para orientar en su resolución», consideró Pino.
La actual concejala socialista recordó que la responsabilidad de la ejecución de la vereda nueva la tiene el frentista y debe mantenerla, salvo que esa vereda sea intervenida por una empresa de servicios, quede dañada por un tercero o por el crecimiento de raíces de árboles.
«Actualmente la participación y mantenimiento de la vereda es del frentista y el frentista lo resuelve. Pero luego que la vereda está construida suelen romperse por obras de servicio o por las raíces de los árboles y a veces por varias cosas a la vez. Entonces se necesita organizar y orientar la responsabilidad porque muchas veces se quedan rotas años, años y años porque no se sabe quién es el responsable o nadie articula», se quejó.
En ese sentido, dijo que lo que propone la normativa es que «existan planes distritales de arreglos de veredas y en simultáneo que cada distrito tenga su plan. Y además poner el ojo, poner inspección y garantizar la calidad de esa de ese arreglo, de esa construcción».
«La responsabilidad de primer orden, es del frentista. Ahora, una vez rota la vereda tiene que tener los planes de la municipalidad para que eso se repare en forma rápida y bien. Porque a lo mejor se soluciona, en algunos casos rápido, pero no siempre queda bien, quedan las baldosas sueltas, y esas baldosas van saltando, de vereda en vereda. Y se generan unos baches importantes», contó a modo de ejemplo.
«Es generar distintas líneas de acción en paralelo. Tanto intimar a grandes superficies comerciales que tengan sus veredas en condiciones como apoyar a los vecinos que no tengan medios para hacer su vereda con el esfuerzo compartido. Por ejemplo, en algunos barrios donde a lo mejor la fortaleza es la mano de obra, poder hacer que el municipio ponga los materiales y los vecinos la mano de obra», manifestó convencida la edila socialista.
Pino también señaló que la idea es que pueden sumarse otras operatorias que complementen el programa Esfuerzo Compartido, «que tiene una muy buena aceptación en los vecinos pero necesita mayor escala en la ciudad». Así advirtió que «por la superficie de veredas dañadas que tiene Rosario se deben incrementar los esfuerzos para revertir la situación actual», y ahondó en un concepto: «Las veredas son el primer espacio urbano que tenemos contacto. Más allá que ser un recorrido de conexión entre lugares es un lugar de esparcimiento, de juego, de encuentro con el vecino. Y tiene que ser seguro. No tenemos que correr riesgo de caernos».