Cabin 9 también tuvo su espacio para la memoria, la verdad y la justicia

Por Santiago Fraga

En el marco del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, el viernes 24 de marzo tuvieron lugar en la plaza del barrio Cabin 9 distintas actividades destinadas a sostener la memoria y dar a conocer la historia de los desaparecidos del barrio a causa de la última y más sangrienta dictadura militar argentina.

Organizada por el club Defensores de Cabin 9 y la Biblioteca Fábrica de Otras Cosas, junto con la adhesión al encuentro de la Mesa Interinstitucional del barrio y la colaboración de vecinos y organizaciones, la jornada estuvo destinada a vencer al olvido y recordar a Raúl García, Juan Carlos Gauseño, Miguel Ángel Gauseño y Mario Ramos, víctimas del Golpe de Estado por su militancia barrial y política, con la participación de distintos números musicales e intervenciones artísticas.

Con la convicción de “sostener la memoria, las ideas y la lucha de aquellos que tuvieron la valentía de creer en un lugar mejor para este mundo”, desde temprano vecinos de todas las edades se llegaron a la plaza del barrio para escuchar, aprender y ser partícipes del raconto de un pasado que les resulta vital para entender el duro presente que los afecta y saber manejarse en él.

El éxito del evento y la importancia social del mismo invita al deseo de sostenerlo en el tiempo. Conclusión dialogó con el presidente del club Defensores, quien hizo hincapié en este punto y en la necesidad del mismo para cambiar la realidad grave que atraviesa al barrio (y a muchos otros) desde hace varios años: “Desde el club, junto con los chicos de la biblioteca Fábrica de Otras Cosas, entendemos que tenemos que sostenerlo porque sabemos que se hace muy difícil a veces la comunicación con la pibada del barrio. Hay una total falta de identidad a veces de los chicos, y es ahí cuando se toman de preferir ser un soldadito de los narcos o descargar todo su sentimiento en calzar un fierro”.

En este sentido, contó que el trabajo que están realizando diariamente tanto con los chicos del barrio como con mucha gente grande es “la recuperación de la historia”.

“A veces, cuando contás bien la historia, la verdadera historia, entendés que realmente tenés una realidad diferente a la que te quieren vender. En la lectura del documento que hicimos acotamos sobre “una historia que nos quieren desocultar”, y justamente buscamos eso, que los chicos sepan que los hermanos Gauseño, que el maestro Raul Garcia, eran militantes barriales y que eran pibes, igual que ellos, y entonces por ahí ellos podrían tener ese ejemplo o tomar esa identidad de pensar que si ellos pudieron, ellos podrían también lograrlo”, sostuvo el presidente del club y vecino del barrio Cabin 9.

Por esto mismo, remarcó la idea es sostenerlo a futuro y aseguró que cada 24 de marzo estarán nuevamente en la plaza de Cabin, profundizando la historia “sin querer formatearle el cerebro a nadie y menos a los pibes”, pero “sí reforzar la discusión con más información que encontremos, cosa de que se entienda más profundamente, y lograr que vaya más gente”, consiguiendo así un debate y un mejor entendimiento de la historia argentina, la historia nuestra.

“Entendemos que conociendo la verdadera historia es la mejor manera de desenvolverse en el presente”, cerró el representante de Defensores, y en su frase se refleja una certeza y la realidad de muchos barrios que desconocen la historia aún reciente del país, a la vez que se ven sumidos en distintos flagelos que atentan contra la integridad de los vecinos y principalmente contra el futuro de los más jóvenes, que en no pocos casos ven su rumbo torcido desde muy temprana edad ante la falta de un conocimiento que les permita hacerle frente a su día a día.

Actividades

A lo largo de la jornada tuvieron lugar distintas actividades artísticas y recreativas para grandes y chicos, con la actuación estelar del Coro y Percusión de Alumnos de la Escuela 1209 (Provincia del Chaco) junto al taller de radio escolar La Casillita Verde Tiene Voz, en lo que fue el marco emotivo del evento. Cabe aclarar que dicha escuela es fruto, en gran parte, del trabajo barrial realizado por el maestro Raúl García, uno de los mencionados desaparecidos del barrio.

En cuanto a las presentaciones en vivo, también se subieron al escenario del centro de la plaza músicos populares como Adriana Ruiz y Santiago Campos, entre otros, sumado a la performance final de la banda Los Perros de Pavlov, culminando alrededor de las cuatro de la tarde.

En paralelo se realizaron pintadas en el sector de los senderos de la plaza, donde quedaron inmortalizados los pañuelos de las Abuelas de Plaza de Mayo y el Nunca Más. También hubo trabajos en papel de parte de grandes y chicos, al mismo tiempo que se hizo alusión a la Baja en la Edad de Imputabilidad, manifestándose totalmente en contra de la misma.

Presentes en la memoria

Entre 1976 y 1983, años de una de las épocas más nefastas de la historia argentina durante el llamado “Proceso de Reorganización Nacional”, cuatro habitantes del barrio Cabin 9 fueron secuestrados y asesinados por la dictadura militar.

La actividad giró en torno al recuerdo de ellos y en su memoria, contando con la presencia en el lugar de Verónica Gauseño, hija del desaparecido Miguel Ángel Gauseño, quien también colaboró con la orientación a los organizadores para la obtención del material de archivo expuesto en la plaza, cedido por el Museo de la Memoria de Rosario.

Los desaparecidos recordados el 24 de marzo fueron:

– Mario Ramos, militante de la Juventud Universitaria Peronista, vivía en Cabin 9 y fue secuestrado el 17 de septiembre de 1977. Fue visto con vida en el centro clandestino la quinta de Funes antes de su asesinato.

– Raúl García, maestro y militante de la Juventud Peronista, la Juventud Universitaria Peronista y del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Rosario. Su trabajo forjó la creación de las escuelas de Cabin 9 y barrio Terraplén. Fue asesinado en la ciudad de Rosario el 15 de diciembre de 1976.

– Juan Carlos «Kenio» Gauseño, militante de la Juventud Peronista, fue asesinado el 1 de diciembre de 1976 en una casa en Granadero Baigorria a los 22 años. Era hermano de Miguel Ángel «Tereré» Gauseño, militante de la Juventud Peronista, secuestrado el 10 de diciembre de 1976 en su lugar de trabajo. Tenía 21 años y una hija, Verónica, que al momento de su secuestro tenía seis meses de edad.

Galería de fotos del club Defensores: