“Ahora se tomó conciencia de la desnutrición”
Así lo expuso para Conclusión el pediatra Abel Albino, titular de la Fundación Conin, que se dedica a la desnutrición infantil, antes de dar una conferencia en la Bolsa de Comercio.
- Ciudad
- Oct 29, 2015
Por: Marcelo Chibotta
El pediatra y emprendedor social Abel Albino visitó este jueves Rosario para dar una conferencia en la Bolsa de Comercio sobre la desnutrición infantil.
Antes de la disertación, el médico fundador y presidente de la Fundación Conín, dejó algunos conceptos: “Nosotros estamos convencidos de que lo que dice la Universidad Católica es cierto, que hay un 30% de pobreza, que eso compromete a más o menos 12 millones de habitantes de los cuales 3 millones son niños y un millón o un millón y medio son chicos menores de seis años esa es la realidad, lamentablemente”.
En otro orden, indicó que “no es posible que esto suceda en la República Argentina que es un país tan grande, tan rico y peligrosamente despoblado”, para luego aseverar: “Necesitamos poblar el país, porque gobernar es poblar, hay que volver a esos conceptos y poblarlo con gente capacitada, por eso hay que hacer que cada niño que nazca, tenga la alimentación y la estimulación adecuada para que tenga un cerebro en condiciones de ser educado”.
Además relató: “Vengo del África, vi la maldad humana y la corrupción política a todos los niveles de todos los organismos, entonces solamente así se explica que haya la pobreza que hay y sin embargo dicen que ya se está quebrando la desnutrición crónica”.
En exclusiva para Conclusión, el médico que convirtió a la lucha contra desnutrición en su centro de vida, también dejó otras consideraciones.
-Usted comenzó abriendo centros durante los primeros años de la década del 90 debido a su preocupación por la desnutrición y aún hoy sigue con la misma inquietud. ¿Qué cosas ve en común y qué cosas diferentes durante las dos últimas décadas?
-Lo que veo en común es que el problema persiste y que se mantiene, y lo que veo de diferente es que ahora hay conciencia, porque hace 10 o 20 años atrás, no estaríamos en esta conferencia con un salón lleno de gente esperando escuchar lo que ya muchas veces conté en este mismo ámbito. Creo que se ha tomado conciencia mayor de la realidad, creo que hay un compromiso mayor de todos los actores sociales y espero, porque la esperanza es lo último que se pierde, podamos quebrar este flagelo. Yo no disfruto cuando se abre un centro más, que son necesarios y en buena hora que se hagan, voy a disfrutar realmente el día que se cierre el primero
-Usted conoce el tema de la desnutrición a nivel global y en ese marco ¿cómo está Argentina, por lo menos en Latinoamérica?
-Argentina siempre fue un gran país, fue la séptima economía del mundo a principios del siglo pasado, fue un país desarrollado, con defectos, con cosas para hacer que esa famosa generación del ’80, a la que tanto se la critica, puso en 30 años al país en el 7º lugar del mundo. Cuando nace la República Argentina, en el año 1853, era el último orejón del tarro; en 1868 asume Sarmiento y pide el primer censo nacional, en 1869 se lo traen y éramos 1.800.000 habitantes y el 84% analfabetos. Yo vengo de Gambia ahora, donde el 85% de las personas son analfabetas, parecida a la realidad nuestra hace 150 años. Y bueno, Sarmiento no lo vio, pero al principio del siglo pasado éramos la 7ª economía del mundo, insisto, con errores, con defectos, con muchas cosas para hacer y para corregir, pero por gusto lea la crónica de Georges Clemenceau que vino como embajador plenipotenciario de Francia para los 100 años de Argentina y vea lo que dice: ‘Qué cúpulas, que edificios, que calles, que gente culta y bien vestida, todo está por hacerse en estos países pero se hace a velocidad, no he visto en mi vida una cosa igual al jardín botánico, no conozco un país del mundo que tenga un zoológico que lo supere, la Policía Federal argentina toma las impresiones digitales antes de viajar y fue la única Policía Federal del mundo que reconoció los cadáveres en un accidente naviero en Málaga, esto lo tenemos que copiar urgente en París’.
-¿Qué impacto ha tenido la Asignación Universal por Hijo sobre la desnutrición infantil?
-Yo creo que todo es bueno, pero es un tema. Para quebrar la desnutrición, nosotros debemos hacer un abordaje integral de la problemática social que da origen a la extrema pobreza, educación nutricional, educación para la salud, lactancia materna, jardín maternal, jardín infantil, estimulación temprana, escuela de artes y oficios, programas de educación agraria, lectoescritura para analfabetos, ropero familiar, clubes de padres y escuelas para padres, documentación y legalización de la familia, alcoholismo, inmunizaciones, agua corriente, agua caliente, cloacas, luz eléctrica, es gigantesco el tema. Así que darle de comer al chico o darle plata a los padres es un aspecto, pero no es el único y quizá tampoco sea lo más importante. Lo que necesita un pueblo es educación, educación, educación, con educación salimos de este problema y de cualquier otro.
-Si cualquiera de los dos candidatos a presidente, Scioli o Macri, gana las elecciones y lo llama a usted para ofrecerle la cartera de Salud o de Desarrollo Social: ¿cualés son las 2 o 3 medidas que tomaría para que la desnutrición infantil deje de ser un problema?
-Hay que hacer cinco cosas, dar los cinco pasos para hacer una gran nación: primero, preservar el cerebro dentro del embarazo y primer año; segundo, educar ese cerebro; tercero, cloacas; cuarto agua corriente y caliente; y quinto, luz eléctrica. Si se hace eso, le aseguro que somos una potencia dentro de treinta años.