Establecimientos sin gas, falta de obras y mala alimentación en las escuelas

Por Guido Brunet

Los reclamos por las falta y malas condiciones de las escuelas en Rosario se vienen multiplicando desde hace varias semanas por parte de los gremios Amsafe y ATE.

Es así como se realizaron diversos abrazos solidarios en establecimientos educativos de la ciudad para reclamar por la instalación de gas, agua, electricidad o mejores condiciones edilicias en general. A esto se suma las escasas raciones de comida que reciben los chicos en los comedores escolares.

Sobre un total de 223 escuelas de Rosario relevadas por el gremio ATE Rosario, en 55% no funciona el servicio de gas, en el 41% la provisión de agua es inadecuada o nula, el 37% tiene problemas con la instalación eléctrica y el 41% contiene aulas sin ventilación cruzada. Por lo tanto, son más de 130 las escuelas sin gas en la ciudad. Cifras apenas superiores a las relevadas en 2019, que marcaron un 53% de escuelas sin gas. Por lo tanto, en tres años el panorama no se modificó mucho.

Las causas de la falta de gas son múltiples. Por un lado, falta de infraestructura y mantenimiento, demoras en la habilitación por parte de Litoral Gas y robos de medidores.

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“Vemos que hubo un deterioro en estos años y no hay un plan integral para resolverlo”, comentó la secretaria general del gremio en Rosario Lorena Almirón, en diálogo con Conclusión. “Hay mucha preocupación por parte de toda la comunidad: docentes, asistentes escolares y padres y madres”, amplió.

La palabra de la ministra

Ante los reiterados reclamos, la ministra de Educación Adriana Cantero manifestó que al inicio de la gestión recibieron los edificios en “un estado alarmante” y que ya se encuentran trabajando en la actualización de las instalaciones de gas.

“Tenemos más de 3200 edificios que seguimos arreglando, ya arreglamos el 95 por ciento de las escuelas y queda solo un 5 por ciento pero que no depende de nosotros. Las escuelas están habilitadas con un código anterior y han cambiado esos códigos así que ahora hay que esperar que lo actualicen”, justificó la funcionaria la falta de gas.

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Con respecto a esto, Almirón enfatizó: “Siempre decimos que la única verdad es la realidad, está a la vista el estado de las escuelas. Llevamos más de veinte abrazos solidarios reclamando las mismas cosas: falta de gas, infraestructura, falta de cargos. Las escuelas están sin condiciones”.

Sin gas, agua ni infraestructura

La Escuela Nº 1267 Latinoamérica (Rodríguez y Virasoro) provee raciones alimentarias también a otras tres instituciones educativas. Se le cortó el suministro de gas en enero de 2022, por distintas irregularidades.

Un caso emblemático también, por tratarse de la escuela más grande de la provincia, es el de la Escuela 1.209, en Cabín 9, que carece de agua potable y el último informe de bromatología indicó que no era apta para el consumo. Además, tiene un ala sin luz y, además, tiene cortado el gas.

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La escuela «Nigelia Soria», única institución pública de nivel secundario en Rosario con orientación artística, se encuentra con capacidad limitada para recibir alumnos debido a un déficit edilicio que se viene denunciando desde hace años.

En la escuela secundaria Nº 1251 y la primaria Nº 1095 del barrio Empalme Graneros reclaman insuficiente espacio físico para el cursado. Otro caso es el de la escuela 1333 (Garzón 4300), donde, por falta de aulas se utiliza como tal el comedor escolar.

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En las escuelas Nº 1358 y el Jardín 65 (Cerrito 5651), que comparten edificio escolar, la realidad sigue la misma línea. En el comedor que cocina para aproximadamente 825 alumnos hubo refacciones que, paradójicamente, generaron problemas. Acerca del Jardín fue el hurto del medidor de gas lo que marcó el inconveniente. Pese a los reclamos, aún no hay resolución para el recambio.

La Escuela de Santa Lucía (Riobamba 7400) no tiene gas desde diciembre. De ese servicio depende el comedor que alimenta a los alumnos del barrio, una de las tantas zonas desfavorecidas de la ciudad. A su vez, en el mes de enero estaba programado llevar a cabo una reconstrucción completa de los baños, que se encuentran totalmente deteriorados, obras que hasta el momento no han comenzado.

“Resulta realmente preocupante que en una ciudad como Rosario donde se vivió una catástrofe como la de Salta 2141 y tras la explosión en la Escuela de Moreno (Buenos Aires), se sigan dando casos como los expuestos y el de la Escuela Especial Nº 2010: no tiene gas y tienen la idea de instalar, en un salón, una garrafa”, señalaron desde ATE.

“Tiene que haber más inversión para infraestructura, las aulas son para estudiar, no se puede comer en las aulas”, remarcó Almirón. “Sabemos que son muchos problemas, que no se pueden resolver de un día para el otro, pero no hubo una decisión política”, continuó.

Mala alimentación

Desde que empezó la pandemia del Covid-19 en las escuelas se entregaron módulos alimentarios quincenales. A estos, se le sumó a partir de noviembre del 2021 un complemento alimentario diario que se entregó a los estudiantes inscriptos en el Servicio de Comedor Escolar al final de la jornada matutina y al principio de la vespertina. La copa de leche se siguió brindando de la misma manera.

En un año, hubo un incremento del 30% de asistentes a comedores. Según datos del gobierno de Santa Fe la demanda alimentaria aumentó de 168 mil raciones alimentarias antes de la pandemia a 215 mil raciones de complementos alimentarios (que reemplazaron el alimento que se brindaba en los comedores).

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Según datos de ATE, a marzo de 2022, se invierte a nivel provincial $20 por niño para copa de leche y $60 por ración de comedor escolar. El gremio denunció que esa suma es “insuficiente y termina generando un aporte extra de hidratos de carbono en dietas infantiles a veces sólo compuestas por esos alimentos”. “Tenemos que hablar de la actualización de partidas todos los meses, en lugar de cada tres meses, porque los costos no alcanzan”, recomendó Almirón.

Al no contar con gas muchas escuelas no pueden cocinar alimentos que serían de mayor valor nutricional, en cambio tienen que entregar sándwiches o hamburguesas preparados en la cocina centralizada de Granadero Baigorria, que provee a 95 escuelas. En el último tiempo la demanda escaló un 32%: pasó de elaborar 15500 a 20500 raciones por día. Este espacio, como los demás, recibe esos $60 pesos por ración de comedor, pero se debe destinar el 10% a gastos de funcionamiento (guantes, cofias, elementos de limpieza).

A su vez, desde diciembre del año pasado que el Gobierno no envía la partida de refuerzo nutricional a la provincia, que corresponde a $14,35 por ración de copa de leche.

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Como corolario, cuentan que preparaciones como sándwiches calientes de milanesa de carne o pollo, que se trasladan en camiones térmicos, llegan fríos a las manos de los alumnos. En otros casos, para que eso no ocurra reciben directamente sándwiches de fiambre y fruta.

En este sentido, desde ATE se mostraron preocupados por la cantidad de alimentos ultraprocesados que se utilizan en los comedores escolares, ya que los mismos no son beneficiosos para la salud de los niños. Para ello piden aplicar un plan alimentario que tenga en cuenta a los productores agroecológicos de la zona, para que lo que se consume en las escuelas no sólo saque el hambre, sino que también “nutra”.

 

Cortes de Litoral Gas

El Fondo de Asistencia Educativa (FAE) Rosario llevó a cabo diversas tareas en el marco de la campaña “Vuelta a Clases”, con el fin de asegurar las condiciones edilicias y de infraestructura para el normal funcionamiento de las escuelas.

FAE desarrolló trabajos de desmalezado, desinfección y limpieza de tanques de agua y techos, que sumaron 1.213 intervenciones, de las cuales 924 tuvieron que ver con cuestiones edilicias, de ellas 29 fueron hechos de robos y vandalismo en escuelas.

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“Estamos con una situación difícil con el tema del gas en Rosario. Sobre fines del año pasado Litoral Gas nos notificó cortes en muchas escuelas, y desde FAE, decidimos priorizar reparaciones en aquellas escuelas que tienen comedores”, contó a Conclusión Rubén Sosa, referente del organismo.

Además, se dio respuesta a un elevado número de pedidos vinculados con el agua y la electricidad. También se llevaron a cabo intervenciones como la asistencia de mano de obra de pintura, colocación de ventiladores y otras necesidades tales como tareas de albañilería y herrería.