La mediación, un método eficaz para la solución de conflictos

Por Pablo Bloise

“Aproximadamente, la mitad de las mediaciones tienen resultados positivos”. La frase de la abogada Marisol Pelillo denota una medida eficaz y más que interesante. Se trata de una instancia prejudicial, aunque existe mucha desinformación sobre el tema. La letrada le confió a Conclusión que el objetivo primordial de este método es “buscar una resolución pacífica. Fomentamos el respeto, la palabra y la escucha entre las partes”.

El diálogo ha dejado de ser una herramienta frecuente cuando de resolver problemas se trata. Cada persona tiene sus intereses y, muchas veces, estos dejan en segundo plano cualquier tipo de argumento que le presente la persona que tiene enfrente. Es por eso que, hoy en día, la mediación judicial otorga un espacio en el que ambas partes pueden aclarar los tantos, con la presencia de un tercero que, de manera imparcial, buscará una solución objetiva.

La doctora Marisol Pelillo forma parte de la Asociación de Mediadores por la Paz Social que, como su nombre bien lo establece, busca la resolución de conflictos de manera pacífica y respetuosa.

– ¿Cómo definís a la mediación?

– La mediación es un método alternativo para solucionar los conflictos interpersonales. Es un método más, como el arbitraje o como otro tipo de alternativa para solucionar conflictos. En Santa Fe, en noviembre de 2011, se sancionó la Ley de Mediación, donde quedó sentado que la instancia prejudicial es obligatoria.

– ¿De qué se trata?

– Consiste en acercar a las partes para que puedan dialogar, tener un espacio de encuentro y puedan resolver, entre ellas, el conflicto en forma pacifica. Ese es uno de los objetivos de la mediación. Es un cambio de cultura, por eso la gente suele resistirse mucho a eso. Venimos acostumbrados a otro tipo de manera de resolver las cosas. Acá, las partes buscan una solución para intentar evitar la instancia judicial.

– ¿Cuál es el rol del abogado mediador en este caso?

– La función del mediador consiste en poder utilizar las herramientas que conocemos, para que la gente pueda establecer un diálogo y escucharse. Entre particulares se dificulta conocer cuál es el interés del otro, porque se posicionan en lo suyo. Cuando entra un tercero,que nada tiene que ver con el conflicto, escucha a las partes y funciona como comunicador. Eso genera que vaya  bajando el nivel de violencia que puede haber en el conflicto, y tratar de que las partes lo vean y escuchen de otra manera. En el caso de que no se acuerde, se le habilita para poder continuar con la instancia judicial.

– ¿La gente suele recurrir a las mediaciones?

– Como toda ley nueva, al principio había un poco de resistencia. Hay un requirente que pide la mediación, y un requerido que acepta o no. Después, hubo una suerte de aceptación y la gente comenzó a aprovechar estos espacios. Eso es lo que hemos  notado en la practica, donde se logran acuerdos entre un 45 y un 50%. Es un número alto, ya que estamos hablando de una ley nueva. Se propone un pensamiento diferente. Desde nuestra parte, estamos convencidos y estamos en defensa de la mediación como método, porque creemos que suma y que nos hace crecer como sociedad.

«Se logran acuerdos entre un 45 y un 50%. Es un número alto, ya que estamos hablando de una ley nueva».

– ¿Por qué pensás que la mayoría de la gente no tiene en cuenta esta medida?

– Yo creo y estoy convencida que se da por falta de información. Hay poca difusión. No digo que la mediación va a ser la solución de todo, pero sí, una alternativa.  Nuestra mirada es positiva porque sabemos que estamos poniendo un grano de arena a bajar la violencia que hoy existe en la sociedad.

– Dejando de lado el propósito social que ustedes pregonan, ¿por qué debería la gente recurrir a una mediación?

– Es conveniente, por el simple hecho del tiempo. La mediación no puede superar los seis meses, pero uno trata de ser lo mas rápido posible. Esa es una de las características. La rapidez que ofrece una mediación, no la ofrece una estancia judicial. Los procesos son más cortos que en un juicio, y se puede tener una mirada más objetiva con la presencia del abogado mediador, en un ambiente más reducido.

– ¿Qué principios tiene que respetar el abogado?

– Primordialmente, el de confidencialidad. Por otro lado, uno debe tratar de escuchar. Se cita a las partes en forma conjunta y, si el mediador lo cree conveniente y cuenta con el acuerdo de las partes, puede hacer reuniones individuales. El abogado a cargo debe ser neutral y profesional con la información que se trate en esas reuniones. Todo lo que se diga, debe quedar allí. Ese acuerdo de confidencialidad brinda confianza a las partes. Uno de los objetivos es que se sientan cómodos, confiados y que puedan hablar sobre lo que les pasa.

«Nuestro objetivo es que las partes se sientan confiadas y puedan resolver sus problemas pacíficamente, utilizando el diálogo».

– Sos optimista con respecto a que pueda aumentar el número de mediaciones…

– Por supuesto que sí. Es una propuesta muy interesante. Esto es la palabra, es el respeto mutuo en sí. Vivimos siempre apurados, no nos escuchamos, y nuestros intereses están por encima de lo que piense el otro. Yo creo que esto puede andar. Soy parte de la Asociación Civil de Mediadores por la Paz Social (Meppso), y se formó para que los mediadores defiendan el método y lo promocionen, con la idea de poder acercarnos a escuelas, empresas e institutos. Donde hay personas, hay conflictos. Si no hay conflictos, no hay relaciones. Todos tenemos intereses y necesidades, el tema es que no se llegue a la violencia. A eso apostamos.

– Más allá de todo lo que compete a lo judicial, ustedes buscan otra cosa…

– Lo que nosotros queremos hacer es aportar nuestro granito de arena para que esto siga vigente. Priorizamos la tolerancia, el respeto, la escucha y la igualdad. Nuestro objetivo es bajar los niveles de violencia. Esa es nuestra tarea y es el propósito de nuestra asociación. Defenderla, difundirla e intentar que perdure.