DOMINGO, 17 DE NOV

#NiUnaMenos: ni un femicidio más, ni una mujer menos

Los orígenes de la consigna #NiUnaMenos se remontan a otra historia de unos meses atrás. Los brutales números que golpean desde las estadísticas y los reclamos de la movilización de hoy.

Por Florencia Vizzi

La consigna #NiUnaMenos cobró vida propia el último 11 de mayo. Ese día, el universo inabarcable de palabras y noticias que hormiguean incesantes por las redes sociales dieron cuenta de la aparición del cuerpo sin vida de Chiara Páez, desaparecida en Rufino. Chiara, una niña de 14 años, embarazada, fue hallada con signos de haber sido brutalmente golpeada, enterrada en el patio de la casa de su novio.

En forma casi espontánea, trabajadores de prensa de diversos medios de Capital originalmente,  y enseguida, de todo el país, tomaron la posta y comenzaron a replicar, casi como una orden, como un mandato,  una consigna que tuvo sus orígenes tan sólo un par de meses atrás.

A fines de marzo, hubo otra mujer, otro cuerpo, otro de tantos…

Esta vez, en un descampado de  Lavallol, en una bolsa de arpillera, apareció el cadáver de Daiana García, de 19 años, quien había sido vista por última vez cuando se encaminaba a una entrevista laboral. Coincidencia macabra, fue  hallado el mismo día en que se cumplieron diez años de la desaparición de la estudiante neuquina, Florencia Pennacchi, cuando salió de su casa en el barrio de Palermo.

Como respuesta al crimen de Daina, un colectivo independiente de periodistas, actores, escritores activistas y familiares de víctimas de femicidio,  al que se sumaron las amigas de Florencia,  organizaron la maratón de lectura  «Ni una menos» en los jardines del Museo de la Lengua.

Esa tarde, la madre de Lola Chomnalez, asesinada este verano en una playa uruguaya, leyó un fragmento del diario íntimo de su hija, en el cual se preguntaba si debía dedicarse a ser trapecista y trabajar en un circo o ser psicoanalista y ayudar a la gente.

También Jorge Taddei, padre de Wanda, quien fuera prendida fuego por su pareja, Eduardo Vazquez,  participó contando su experiencia y leyendo un artículo sobre su hija.

Conmovida, entre el público, escuchaba Corina Fernandez,  a quien su ex pareja intentó matar de dos tiros en el pecho,  y cuyo caso fue el primero en el que la Justicia recurrió a la figura de femicidio, aun antes de que fuera incorporada a la ley.

Esa tarde, escritores de la talla de Gabriela Cabezón Cámara, Julián López, María Moreno, Selva Almada, Alejandra Laurencich y Antonio Santa Ana fueron de la partida. También la socióloga María Pia López, quien es,  además,  la directora del Museo de la Lengua.  Entre los organizadores se contaron los periodistas Gabriela Saidón, Ingrid Beck, Hinde Pomeraniec, Mariana Carbajal, Soledad Vallejos y Marta Dillon,  entre otros

Esa fue la semilla. Y germinó, replicándose y multiplicando, creciendo, sumando. Y se volvió multitud. De forma intempestiva, impensada, tal vez por hartazgo, por impotencia, tal vez porque la lista es tan, pero tan larga, y no deja de crecer… Melina, Tamara, Noelia, Priscilla, Chiara, Paola y Martina, Nicole, Serena, Gabriela, Lola… y no deja de crecer….

El Femicidio en números.

Las organizaciones feministas y ONG que militan desde hace largos años contra la violencia de género, insisten en remarcar que “el femicidio no es un fenómeno inexplicable. Es una expresión extrema de la fuerza patriarcal”. Para que los femicidios ocurran, es necesario que una sociedad haya inferiorizado y desigualado al conjunto de las mujeres, naturalizando diversas formas de violencias y desigualdades.

Puede sonar remanido, pero el frío número que nos proporcionan las estadísticas son,  sin duda, el mejor argumento.

El Observatorio de Femicidios “Adriana Zambrano” de la ONG “Casa del Encuentro”, ha elaborado una exhaustiva reseña,  a partir de, principalmente, casos publicados en la prensa en todo el país.

Entre  el 2008 y el 2013, 1088 mujeres fueron  víctimas mortales de la violencia de género,  de lo que hoy se encuadra legalmente como “femicidio”. Tan sólo en el año  2014, el número ascendió a 277, (39 de ellas tenían denuncias previas) . Se especula además, con, aproximadamente, 30 “femicidios vinculados”, entendiendo éstos como las víctimas que quedaron en la “línea de fuego” del agresor o que fueron asesinadas para castigar a la mujer.

Como  resultado de estas muertes, 330 personas quedaron sin madre, 200 de ellos, menores de 18 años.

Las provincias que encabezan las estadísticas en cantidad de mujeres asesinadas, son Salta, Córdoba y Buenos Aires. En las primeras dos, diversas organizaciones que militan por los derechos de la mujer han pedido en reiteradas oportunidades, que se declare la situación de Emergencia por Femicidios.

Los Reclamos Puntuales :

No sólo se trata de concientizar contra la violencia de género, y de comprender como sociedad que no es un tema “de mujeres”. La convocatoria  #NiUnaMenos, más allá de la masiva movilización  propuesta  para el tres de junio, tiene cinco reclamos puntuales:

  • Que se implemente con recursos y monitoreo, el Plan Nacional de Acción para la Prevención, la Asistencia y la Erradicación de la violencia contra las mujeres establecido en la Ley 26.485.
  • Que se garantice el acceso de las víctimas a la justicia.
  • Que se elabore un Registro Oficial Único de víctimas de violencia contra las mujeres, porque las estadísticas son necesarias para el diseño de políticas p
  • Que se garantice y profundice la Educación Sexual Integral en todos los niveles educativos, en todo el país.
  • Que se garantice la protección de las víctimas de violencia con monitoreo electrónico de los victimarios.

Foto: Gentileza INFONEWS

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