Por aumento de prepagas, 80.000 rosarinos se volcaron a la salud pública: “No hay forma de cubrir la demanda”

Los trabajadores de los centros de salud que dependen de la Municipalidad de Rosario advirtieron que en los últimos meses aumentó considerablemente la cantidad de personas que, al no poder afrontar los costos de la medina prepaga, empezaron a atenderse en el ámbito público. Producto de un presupuesto que no se actualizó, los profesionales denuncian que hay faltantes de medicamentos e insumos.

En una asamblea convocada por el Sindicato de Trabajadores Municipales para la mañana de este martes, en el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias de Rosario (Cemar), ubicado en San Luis y Moreno, el dirigente del gremio, Antonio Ratner, observó que el sector atraviesa por “muchísimos problemas”, como “falta de insumos, de presupuesto, de ropa de trabajo y de medicamentos”.

“A partir de los aumentos de las prepagas, muchos decidieron achicar sus planes de salud y venir a la salud pública. Son 80.000 nuevas carpetas, 80.000 nuevas personas que se atienden en la salud pública municipal con el mismo presupuesto que teníamos el año pasado”, alertó Ratner en diálogo con los medios, entre ellos Conclusión.

“Llega un momento donde no hay medicamentos ni insumos. No hay forma de cubrir la demanda y los vecinos se la agarran con los trabajadores municipales. Esto pasa porque hay un achicamiento del Estado, porque no hay presupuesto, porque hay que lograr el déficit cero, y lo lamento si no hay remedios, si los jubilados no cobran o si los que más necesitan no tienen salud”, añadió el secretario general del Sindicato de Municipales de Rosario.

Asimismo, Ratner recordó que tanto los hospitales como los trabajadores municipales siempre estuvieron presentes para “atender las necesidades de la gente” en tiempos de pandemia, dengue, humo y enfermedades estacionales, pero alertó que el sector hoy “está en crisis”.

Al ser interrogado sobre si tuvieron algún tipo de respuesta de las autoridades, el dirigente municipal observó: “Desde el 10 de diciembre del año pasado no hay diálogo ni búsquedas de consenso. Lo que no quieren escuchar en el escritorio, lo van a escuchar en las calles”.

“La demanda no se puede cubrir porque el trabajador no puede solucionarlo, eso tiene que ver con los fondos que destina el municipio para salud. Si le agregamos 80.000 nuevas carpetas, con el mismo presupuesto, estamos ante la situación de la frazada corta”, concluyó Ratner.