Resistir desde los barrios los embates de un modelo deshumanizante

Por Alejandro Maidana

Mientras que los sectores especulativos, los mismos que durante largas décadas vienen insistiendo en una Argentina para pocos, oprimen con sus tentáculos toda capacidad de acción bajo un contexto global asfixiante, quienes resisten junto a los olvidados vuelven a tomar una necesaria postura ante la deshumanizante coyuntura.

Una vez más, aquellos que jamás se despegaron de la realidad dolorosa que acorrala los días de los de abajo, no dejan de manifestar su preocupación por las políticas socioeconómicas de un gobierno insensible que no detiene su destructivo andar. Si bien la actualidad económica resulta abrumadora y se lleva puesto los sueños de las mayorías, resulta imperiosa la necesidad de no permanecer callados e impertérritos ante tanta desidia.

Mientras crecen la pobreza e indigencia, quienes suelen contemplar el festín de las corporaciones, siguen organizados con la única intención de seguir luchando por un sinfín de derechos vulnerados. La bendita Constitución Nacional, esa que suele desempolvarse solo cuando los de abajo trasladan su protesta a las calles, pero que jamás es mencionada a la hora de analizar las distintas violaciones que padece por parte de quienes administran el país.

En Rosario, como en tantas otras metrópolis que han servido de contención a esa incesante migración interna profundizada en los 90, distintas organizaciones sociales siguen adelante reviendo estrategias y disputando políticas públicas para los sectores históricamente azotados. Un camino tan estoico como resiliente que busca en la unión, esa fuerza que sirve de combustible para no quebrarse ante tamaña manifestación de desidia y dolor.

CAUSA es una organización Popular que viene organizando y cobijando a vecinos de Villa Banana y Bella Vista desde el 2003 a esta parte. Conocen tanto de los sin sabores como de esas pequeñas y parciales victorias que saben a felicidad y tarea cumplida. Pero claro, lejos de dormirse en los laureles, como suele decirse, siguen adelante fortaleciendo lazos y reconstruyendo vínculos.

Por ello, en lo que supo ser un terreno abandonado por el Estado y recuperado por los vecinos y vecinas de Villa Banana y Bella Vista, se levantó una Escuela popular denominada “Corazón de Barrio”, que sigue abriendo sus puertas para brindarle a jóvenes y no tan jóvenes, la posibilidad de participar en distintos talleres que ayuden a fortalecer subjetividades en un camino tan digno como espinoso.

“En esta durísima coyuntura tenemos que tratar de no caernos, de encontrarnos y de volver a las fuentes, regresar a los barrios y a los núcleos de organización. La lucha tenemos que darla en los territorios, en nuestra vida cotidiana, en el día a día. Las empresas multinacionales se van a instalar, de hecho, ya están instaladas muchas de ellas, y cuando intenten avanzar los compañeros de distintas partes del país se van a organizar para resistir. Esta es la etapa que se viene”, indicó Facundo Peralta.

La necesidad de hacer nacer algo nuevo, es la meta que se proponen aquellos que entienden que, con los mismos de siempre sumado a las rancias recetas, será imposible transformar la realidad de las mayorías. “En lo particular nosotros somos un movimiento social que nació pos 2001, a todos aquellos que nos forjamos en esa época, nos pasó un tren por encima. Perdimos mucha autonomía, debemos ser muy autocrítico en esto, como así también no debemos olvidar de las muchas trampas que nos han tendido. El valor más importante que tienen los movimientos sociales, es su autonomía, no depender absolutamente de nada ni de nadie. Las políticas públicas son un derecho que a través de las organizaciones se tienen que desplegar en los distintos barrios, pero esa institución u organización, no debe perder su autonomía, no puede no decidir que política va a llevar adelante”.