Rosario Sin Secretos: de lo virtual a lo virtuoso, ¡feliz aniversario para Nosotras!

Foto: Biblioteca Consejo de Mujeres Rosario

La primera médica argentina y latinoamericana Cecilia Grierson ya en 1900 había creado en Buenos Aires el Consejo de Mujeres. Esta institución fomentaba, entre muchas otras virtudes, “el arte de leer”, uno de los mecanismos que activa la imaginación, desarrolla el intelecto y permite crear la personalidad del individuo, forjando su carácter.

A la rosarina Alcira Olivé, nacida en 1889, jamás le faltó, ni lectura ni carácter. ¡Cómo que se tuvo que ir a España a estudiar dramaturgia porque en estos pagos no había quien le enseñara, aprender esgrima para poner el cuerpo en la actuación, y así poder trasladar todas sus emociones a la escritura de sus comedias!

Otro motivo de orgullo que en cualquier parte del mundo llenaría catálogos de interés turístico: Rosario fue cuna de la primera comediógrafa y autora de obras para teatro infantil del país.

Alcira Olivé, la misma que con María Hortensia Echesortu de Rouillón y otro medio centenar de inteligentes mujeres se hicieron cargo de la ya autónoma Biblioteca y Escuela del Consejo de Mujeres, nacida al amparo de la entidad porteña creada por la doctora Grierson y heredera del valioso patrimonio de la primera biblioteca popular nacida en 1872 cuando apenas llegábamos a 30.000 habitantes, fusionada luego con el Centro Literario y Patriótico Mariano Moreno.

Alcira Olivé, la misma que fundara la Academia de Danzas y Teatro Infantil, luego Escuela de Arte Escénico y que más tarde se uniera a la Escuela Municipal de Danzas Ernesto de Larrechea, otro grande de nuestra historia que arrancó con el parque de la Independencia como escenario y proscenio.

Alcira Olivé, la misma que junto a otra inteligente rosarina, Marta Ortiz Grognet y un selecto grupo de féminas del ambiente local de la cultura y la educación, reunidas en un salón de la Biblioteca Argentina Juan Álvarez creara un día como hoy, 88 años atrás, la Asociación Literaria Nosotras.

Y acá viene bien traer a colación lo que escribiera Pereyra, Ricardo Rodríguez Pereyra, en su Bibliotecas Populares Argentinas, 1810-1914, y que rescatáramos de una Revista de la Bolsa de Comercio: “El sistema de Bibliotecas Populares fue clave para el desarrollo de la cultura santafesina del siglo XX. Un relevamiento de 1914 señalaba que la provincia de Santa Fe era la que mayor cantidad de lectores (usuarios de bibliotecas) tenía en el interior de la República (86 mil anuales frente a los 17.500 de la provincia de Córdoba), y sin embargo contaba proporcionalmente con menos bibliotecas, 16 (públicas y privadas), que otras provincias. Córdoba con muchos menos lectores disponía de 11; Entre Ríos, 28; Corrientes, 12; Tucumán, 8; y la provincia de Buenos Aires, 105, seguida por la Capital Federal con 28. De las 16 bibliotecas santafesinas, 7 eran sostenidas por asociaciones particulares, 3 por la Nación, 3 por Nación y particulares, y 3 por la Nación, provincia y municipio”.

Recordar viene de re cordis, volver a pasar por el corazón, y esto lo fortalece y tonifica, ideal para un domingo de sol. Y si es con un libro de compañía, ¡tanto mejor!