Solidaridad entre vecinos de Pichincha y Pellegrini ante la “falta de control absoluto”
“Los vecinos no podemos descansar, no podemos vivir. Agrede nuestra propiedad, agrede nuestros descansos, agrede nuestro hogar. Esperamos que la nueva intendencia tome cartas en el asunto”, dijo indignado a Conclusión uno de los afectados.
- Ciudad
- Nov 4, 2019
La octava edición de la fiesta de la Cerveza en Rosario -que se desarrolló este sábado en un trecho de avenida Pellegrini- fue un “éxito” según sus organizadores, quienes destacaron la concurrencia del público y la buena convivencia durante la jornada. No obstante, los vecinos de la tradicional avenida no opinaron lo mismo y se quejaron de los “ruidos molestos”, formando “alianza” con los vecinos de Pichincha que se solidarizaron con los reclamos.
“Queremos solidarizarnos con los vecinos de Pellegrini que la pasaron tan mal este fin de semana. Es una cosa que agrede nuestra propiedad, que agrede nuestros descansos, que agrede nuestro hogar”, dijo indignado en diálogo con Conclusión uno de los miembros del grupo “Vecinos de Pichincha”.
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Aunque admitió que las molestias que ellos sufren en el barrio son menores a las denunciadas tras la Fiesta de la Cerveza, remarcó que es una situación que se repite a diario, no sólo los fines de semana.“Si bien en menor medida, lo sufrimos todos los fines de semana, incluso los días de semana. Sobre todo ahora cuando empieza el verano que desde las 18 hay que aguantar el griterío, el atropello, el bullicio de la gente, las bocinas, autos con música; y esto dura hasta las 3 o 4 de la mañana”, describió agotado por la situación.
“Los vecinos no podemos descansar, no podemos vivir. Es una falta de control absoluto”, manifestó y se mostró esperanzado de cara al pronto recambio de autoridades: “Esperamos que la nueva intendencia que se comprometió a tener un control en serio, así lo dijo Pablo Javkin, tome cartas en el asunto. Nosotros ya no sabemos mas que hacer, hasta hemos ido a la Justicia, y todavía seguimos en la lucha”, cerró.
Los habitantes de la zona reclaman desde hace varios meses por mayor control en el barrio donde conviven los espacios gastronómicos y bares de la ciudad, con la proliferación en este último tiempo de cervecerías artesanales que cuentan con gran aceptación entre la juventud rosarina.