Trueque de semillas o plantas en espacios públicos: autogestión e intercambio que crece
En la ciudad ya se han realizado 14 encuentros y en breve se vendrá otro en el Parque Independencia. Esta iniciativa se nació en redes sociales y en la actualidad, encuentro tras encuentro, promueven el intercambio de semillas y el acceso a la información.
- Ciudad
- Oct 31, 2021
Por Gisela Gentile
“Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”
Eduardo Galeano
En Rosario existe un grupo autogestivo y heterogéneo de personas que se encuentra en espacios públicos como plazas o parques a intercambiar semillas. Si bien podría analizarse rápidamente como cualquier otro trueque, éste es un acto mucho más profundo y revolucionario.
Este grupo, llamado “Huerta e intercambio de semillas Rosario”, promueve el libre intercambio y autoproducción de semillas de forma natural. Con la firme idea de colaborar de forma solidaria con quienes deseen cultivar sus alimentos y adquirir conocimientos o semillas, las cuales estarán en el poder de quien las siembra, difundiendo prácticas agreoecológicas, de reutilización y reciclado tendientes a la protección del medio ambiente.
Este grupo fue creado inicialmente por “Jonatan Ruso”, porque quería iniciar una huerta en su terraza y no sabía cómo conseguir semillas. Al ir adentrándose en esta temática veía que el acceso a la semilla era muy difícil y en los viveros, por ejemplo, no había mucha variedad de las mismas, sumándole que además muchas de ellas eran costosas. De esa manera comenzó a activar el grupo e invitar amigos. “Particularmente también estaba comenzando con algo similar en un terreno que había adquirido, y me ocurría lo mismo que a Jonatan. En ese momento existían grupos de intercambio, pero no en la ciudad de Rosario”, enfatizó el huertero y uno de los administradores de dicho grupo, Cristian Ezequiel Quatrini en diálogo con Conclusión.
El grupo empezó a escalar en integrantes, Cristian se suma al mismo y entabla una relación con el creador del grupo de Facebook. “Nos hicimos amigos y empezamos a pensar cómo podíamos impulsar lo del tema del intercambio. A su vez se iban sumando hombres, mujeres, jóvenes, grandes y todos aquellos que resonaban con la propuesta. De esta manera el grupo está conformado por huerteros comunitarios, ingenieros agrónomos, jubiladas que viven en un departamento o personas que tienen terreno. Las reglas son bien claras, no está permitido vender, reclamar datos al usuario, entre otras normas que hacen a la funcionalidad del grupo”.
Este grupo apunta a eso, a intercambiar semillas, conocimientos, información, y mucho más
El respeto es una palabra que fluye constantemente ya sea en grupo virtual como en los encuentros presenciales de intercambio. “Esa es una norma básica, respetamos a las otras personas y la mirada que tengan, todas las voces están permitidas y de esa manera sigue creciendo día a día”, enfatizó.
Cualquier persona que así lo desee puede hacer huerta en su casa, balcón, terraza, terreno o llevarla adelante en el espacio con el que cuente. “Este grupo apunta a eso, a intercambiar semillas, conocimientos, información, y mucho más. Incluso realizamos un manifiesto en donde el integrante, que así lo deseó, aportó sobre los objetivos que debía tener el grupo y hacia donde debíamos dirigirnos. Particularmente tomé todas esas palabras y pensamientos, plasmándonos en un manifiesto. Es muy frecuente que en los grupos virtuales se den este tipo de discusiones sobre que está permitido, qué no y cuál es el fin del mismo”.
Si bien no está permitido vender, desde la agrupación se visibilizan y apoyan proyectos o iniciativas ligadas por ejemplo a emprendimientos de productos orgánicos, huertos u herramientas que puedan servirle al resto del grupo.
El origen de las semillas
Es importante reflexionar cómo se producen las semillas y quiénes son los dueños de las mismas. “Agregando también con qué herramientas cuentan las multinacionales para que uno dependa de ellas, que las tengamos que comprar, que no las podamos almacenar, que no tengamos éxitos en los emprendimientos si no es con sus semillas, sus genéticas, sus packs de agrotóxicos, etc. Y no estoy hablando a gran escala, es decir soja transgénica, Monsanto y demás, sino algo más complejo aún. Existen muchos intereses, y está direccionado y estipulado que las personas tengan que comprar semillas. Destacando que las mismas se seleccionan buscando el rendimiento a cualquier costo, sin importar los nutrientes que aportan, sabor, etc. Basta con comprar un tomate <larga vida> que venden en la verdulería y percibir que no tienen gusto y son como de goma. Todo eso es parte de la selección de las semillas”.
Muchas de ellas no son necesariamente transgénicas, pero sí están seleccionadas para que la planta de mucho. “Lo único que persiguen es el rendimiento, sin importar la calidad del producto que luego llega a la mesa. Todo eso está en mano de empresas privadas. Para citar un ejemplo, vamos a una verdulería y compramos un zucchini que proviene de productores de la zona, y lógicamente lo consumimos pensando que no es transgénico. Pero resulta que esa semilla la produce Seminis en Chile, que es parte de Bayer hoy, lo que antes era Monsanto. Lamentablemente fue seleccionada en un laboratorio para que rinda, para que tenga mucha agua, pese mucho y si alimenta o no, para ellos es secundario”, espetó.
Lamentablemente no sabemos lo que comemos, pero si sabemos que no son las que comíamos antes. Hoy en día las hortalizas tienen, con suerte, la mitad de los nutrientes de hace 60 años atrás
En el camino de la huerta se fueron encontrando con estas situaciones que hicieron que el fin del grupo sea aún más profundo. “Existen también las semillas híbridas que son aquellas que no se pueden guardar, por lo que todos los años los productores deben comprarlas. El pequeño huertero del cinturón verde está obligado a comprarlas año a año, ya que la semilla del fruto no se puede almacenar para luego volver a utilizarla. Lamentablemente no sabemos lo que comemos, pero si sabemos que no son las que comíamos antes. Hoy en día las hortalizas tienen, con suerte, la mitad de los nutrientes de hace 60 años atrás. Las semillas de polinización abierta nos entregas frutos más irregulares, pero con aroma, sabor y nutrientes”, agregó.
Los intercambios se llevan adelante en espacio públicos, como plazas y parques, y son abiertos a toda la comunidad. “Todo aquel que resuene con la idea puede participar. Las personas llevan de todo no sólo semillas de huerta, también se acercan con su cosecha, artesanías, macetas usadas, baldes de 20 lts, etc. La idea es intercambiar, muchas veces dentro del grupo se generan algunos trueques previos (mediante el Facebook del grupo) para hacerlo más dinámico”.
Por más de que el otro miembro no tenga nada que le interese, son todos muy solidarios y te lo regalan si no hay intercambio
Por espacio de tres horas las personas van recorriendo y mirando las semillas, plantines o compost que otros llevaron para intercambiar. “Por más de que el otro miembro no tenga nada que le interese, son todos muy solidarios y te lo regalan si no hay intercambio. Nadie tiene problema en eso, por lo general tampoco se quieren volver cargados a casa y lo que queda de remanente se entrega siempre. Son excedentes que no nos cuestan nada, es sólo un poquito más de tierra, porque las semillas ya las tenemos. Eso es lo valioso del grupo darle valor a lo que uno no tiene, por ello la gente lleva lombrices, compost, plantines, etc. Intercambiamos lo que sea”.
Tienen reglas justas y esperan que, en cada intercambio, todos los que vayan la pasen bien y se vuelvan contentos. “Las reglas existen para ello, para que sean encuentros amenos, que podamos intercambiar nuestras plantas, informar sobre los cuidados de aquello que intercambiamos, siempre desde el respeto y la cordialidad. Si bien está apuntado a la huerta también hay mucho de ornamentales. Al principio pensaba que quizás solo eran plantas para decorar, pero hoy en día, el 50% de las personas que va lleva plantas ornamentales, y yo mismo también he cambiado mi mirada sobre ello. Porque tener un espacio verde, macetas, también tiene que ver con la salud y con el deseo de tener un jardín o balcón con flores es más que válido. No hace falta dinero, una persona que tenga ganas de ir a un encuentro, se suma y con un poco de maña, se viene lleno de semillas y plantas”, concluyó.
El encuentro n°15 (si el clima acompaña) se realizará en el Parque Independencia de 15 a 18 hs aprox. Para más información ingresar al grupo de Facebook: Huerta e intercambio de semillas Rosario.