Unos 535 vehículos se remitieron al corralón en Rosario desde que comenzó la cuarentena
Desde el pasado 22 de marzo pasado hasta este domingo, en Rosario se remitieron al corralón municipal 316 motos y 219 autos durante operativos de tránsito, según confirmó la secretaria de Control y Convivencia, Carolina Labayru.
- Ciudad
- May 3, 2020
Llevados adelante por la secretaría en conjunto con personal policial en distintos puntos de la ciudad, los mencionados operativos tenían y tienen como objetivo corroborar que las personas que transitan con sus vehículos tienen la documentación obligatoria para circular vinculada a las actividades económicas y servicios considerados esenciales contemplados en el decreto nacional N°297.
Estos controles, a su vez, se conjugan con otros destinados a inspeccionar la actividad comercial a fin de garantizar el cumplimiento del aislamiento obligatorio. También, fiscaliza el uso de tapabocas y efectúa tareas de ordenamiento en los bancos y patrullajes en espacios públicos.
En el caso de los vehículos, desde que se inició el aislamiento fueron remitido al corralón unos 535 (316 motos y 219 autos), mientras que en la última semana se dieron 79 traslados (50 autos y 29 motos).
Así como los controles mencionados, también hay inspecciones de circulación en el transporte urbano de pasajeros. Allí, entre efectivos policiales y personal de Control y Convivencia, se requiere a los pasajeros la habilitación necesaria para estar en la vía pública y se impone el distanciamiento obligatorio en la unidad, ya sea colectivo o taxi.
En las intervenciones en la vía pública, se fiscaliza además el uso obligatorio de tapabocas, verificándose una adhesión total a la normativa que rige en el espacio público. En lo que refiere al transporte urbano, también se controla la higiene de las unidades, en un trabajo diario y constante en las diversas terminales y puntos de llegada y salida de unidades.
Estas acciones son llevadas adelante por la mencionada secretaría, y fue a pedido del intendente Pablo Javkin que las áreas de control reforzaron la fiscalización de la circulación vehicular, peatonal y en unidades de transporte urbano, así como también de la actividad comercial, con el objetivo de detectar desplazamientos sin los permisos correspondientes, como así también en la concreción de acciones diversas destinadas a colaborar y atender las necesidades de ciudadanos y ciudadanos en este marco excepcional que atraviesa el mundo.
Inspección de comercios
Los agentes de la secretaría de Control y Convivencia también focalizan su acción de prevención y control en la actividad comercial a fin de garantizar que funcionen bajo la normativa vigente en medio de la cuarentena.
Durante esta semana, se clausuraron dos lavaderos manuales de vehículos ubicados en Avenida Pellegrini al 4500 y al 4800 respectivamente. En ambos casos, se trató de un rubro que, actualmente, no puede funcionar.
Por otra parte, en esta semana que pasó también se elevaron 4 actas en comercios por no acatar la obligatoriedad del tapabocas.
Asistencia en los bancos y patrullajes por todos la ciudad
Además de las acciones de control para dar cumplimiento a las normativas, desde la secretaría se dedican esfuerzos para acercar soluciones a distintas necesidades de los ciudadanos y ciudadanas. Dentro de ello, una tarea cotidiana es acompañar y contener a las personas que se congregan cada mañana en los bancos de la ciudad. Las acciones incluyen la colocación de sillas en los frentes de las entidades para que los beneficiados esperen sentados así como también el control estricto del respeto al distanciamiento social y el uso del tapaboca.
En los patrullajes por distintos puntos de la ciudad, parques y plazas, con altavoz permiten recordar la necesidad de mantenerse en casa y respetar el distanciamiento social. Al mismo tiempo, son una forma de divisar cualquier tipo de situación irregular, o bien, la posibilidad de colaborar con algún vecino o vecina que precise ayuda. Por ejemplo, las dos curiosas intervenciones ejecutadas por agentes municipales que permitieron rescatar de las aguas del arroyo Ludueña a cerdos, en el marco de la bajante que aqueja al río Paraná.
“Las tareas son múltiples y van más allá del control. En este tiempo de dificultades, junto al intendente Pablo Javkin hemos planificado un Estado cercano, accesible y eficiente que permita una mejor forma de habitar la ciudad, en plena convivencia”, señaló Labayru.