Conmoción en Ceres por fumigaciones en zonas prohibidas
Es la tercera en menos de dos meses, lo que ha generado estupor en el seno de la población. Conclusión dialogó con Fernando Albrecht, vecino y damnificado.
- Región
- Ene 30, 2018
Por Alejandro Maidana
En los últimos días de enero, el vecindario del Barrio Pedro de Vega se vio nuevamente conmovido por fumigaciones ilegales. Sería la tercera vez en menos de dos meses, un desprecio por la calidad de vida sublime.
Ceres, cuenta desde el año 2012 con una Ordenanza que prohíbe las fumigaciones en un radio de 700 metros a la redonda. Este campo está cruzando calle de por medio de los vecinos y pertenece al Sr. René Vaudagna, (que estaba en conocimiento de la prohibición), quien lo cedió en Alquiler a la empresa Balsuar 3, según denuncia, perteneciente al Sr. Mariano Bertolotti y Mauricio Prochetto.
Los vecinos, más de 10, alertados por los fuertes olores, dieron parte a la policía de la provincia que acudió inmediatamente con dos móviles. La Policía Municipal, a la que también se le había dado aviso, se acercó hasta el lugar. Inmediatamente se procedió a detener la fumigación. Según relatan los vecinos, el fumigador, en un principio, se habría negado a retirar la máquina del potrero, situación que luego cambió procediéndose al secuestro de la misma.
En el tanque de la máquina había 1600 litros de agrotóxicos, entre ellos el cancerígeno Glifosato y dos más, presumiblemente herbicidas de mayor toxicidad (al respecto, los vecinos esperan la toma de muestras, pues si hubiera 2-4D sería un agravante ya que este herbicida está prohibido aplicar por Resolución Ministerial a mil metros de los centros poblados).
Para conocer los detalles de un nuevo atropello a la salud, Conclusión dialogó con el vecino Fernando Albrecht, que sostuvo: “Desde el año pasado, los vecinos autoconvocados de Ceres vienen reclamándole al Municipio, el incumplimiento de la ordenanza que consolida 700 metros libres de fumigaciones para toda la ciudad. En la misma también figura la prohibición de circulación de maquinarias rurales fumigadoras (mosquitos), y la instalación en zonas urbanas de los depósitos de agrotóxicos. Si bien esto último rige desde el 2015, no se cumple, al igual que la continuidad del diálogo para consolidar la idea de pensar en la agroecología”.
Los vecinos autoconvocados de Ceres al notar que las ordenanzas eran sólo un papel que dormía en el escritorio de la desidia, decidieron activar aun más su reclamo.
“Nos Iniciamos en la agroecología sin esperar del estado municipal, comenzamos a relacionarnos con pequeños productores y con el INTA. Miriam Gorman, una notable nutricionista, llegó hasta nuestra ciudad para dialogar con el Concejo Deliberante, algo que no pude suceder. Es evidente que no les interesa conocer el peligro que representa consumir alimentos con agrotóxicos, por suerte Miriam pudo trasladar sus conocimientos a escuelas y diferentes lugares mediante riquísimas charlas”, indicó Albrecht.
En el 2017 los habitantes de Ceres, iniciaron una intervención muy particular para poder llamar la atención de la población restante, pero por sobre todas la cosas, despertar la conciencia del intendente del lugar.
“Comenzamos con pasacalles para alertar sobre los depósitos de agrotóxicos, afiches en el Concejo, a intervenir diferentes esculturas con barbijos. Lo último, tuvo que ver con un Papá Noel gigante que instaló la municipalidad, al mismo le pusimos un barbijo y le dejamos una cartita alusiva a la contaminación que venimos padeciendo”, dijo.
La presencia del cáncer, un enemigo visible y demoledor, junto a los fuertes olores que atraviesan la humanidad de los vecinos, se transformaron en los detonantes para salir a resistir.
“Después de lo acontecido en el campo del señor Vaudagna, algo que se repitió en varias oportunidades, hubo un giro en la política local. El procedimiento policial fue muy importante, a tal punto que la repercusión del caso explotó en los medios y en las redes sociales”, relató.
Después de lo acontecido, la Municipalidad se comprometió en quitar los depósitos de los pesticidas del égido urbano, sumado al tribunal de falta que multó con $125.000 al privado, y el mosquito fue retenido por tiempo indeterminado.
“Estamos esperando los resultados de las muestras secuestradas, ya que de esto depende las decisiones venideras. Según el relato del conductor de la máquina fumigadora, la misma cargaba 1.600 litros de veneno, entre ellos glifosato”, concluyó.
Este miércoles 31 de enero a las 7 de la mañana, los vecinos convocan a un desayuno frente a la Municipalidad para debatir en profundidad sobre los pasos a seguir . Tablones y mate por medio, el estoicismo de aquellos que pelean por la vida, buscará despertar la conciencia de los garantes de la muerte.