JUEVES, 03 DE OCT

Victoria, en riesgo de quedarse sin agua: advierten que las bocas del Paraná están “totalmente tapadas”

Las autoridades de la localidad entrerriana denunciaron que los sedimentos que se extraen en el dragado del río Paraná fueron tapando las bocas que trasladaban el agua hacia arroyos, lagunas y riachos. “Si no se reestablece el orden natural de las cosas, vamos a perder el humedal”, advirtieron.

 

La localidad entrerriana de Victoria, ubicada a 60 kilómetros de Rosario, corre riesgo de quedarse sin agua potable. La ciudad toma el fluido de un riacho que lleva su nombre, pero advierten que, por la bajante del Paraná y el impacto que tiene el dragado de la Vía Navegable Troncal, más conocida como “hidrovía”, este afluente está cerca de alcanzar niveles mínimos, que imposibilitarían la extracción de recursos hídricos.

La planta potabilizadora toma agua del riacho Victoria, que nace desde la Laguna Grande, la cual, a su vez, se nutre de flujos que vienen desde el Paraná a través de dos bocas principales: una es la del arroyo Careaga, ubicado frente a la localidad santafesina de Puerto General San Martín; y otra está referenciada en la boya 500. Sin embargo, autoridades victorienses –amparadas en informes y mediciones que se hicieron en la zona– denunciaron que la bajante del río y los sedimentos que se extraen en el dragado, los cuales se arrojan hacia el lado entrerriano, fueron tapando estos ingresos e impidiendo que el agua circule tierra adentro.

Mapa de Victoria, con la Laguna Grande y el Riacho Victoria.

En diálogo con Conclusión, el abogado y viceintendente de Victoria, Andrés Marchese, apuntó: “Estamos en una bajante crítica, que no sucedía hace 80 años. El puerto está todo sedimentado, quedamos a 50 centímetros de no poder captar más agua. El no ingreso de flujos al riacho hace que se duplique el costo de producción. Al haber poca agua, es más oscura, tiene más tierra, y hay que ponerle el doble de productos para purificarla y decantarla”.

En esta línea, la concejala del bloque Más por Entre Ríos, Ailén Guerra, advirtió que el río Victoria tiene “un estrecho muy finito”, y, en declaraciones a Conclusión, ilustró: Dentro del humedal hay bocas por donde ingresa el agua del río Paraná y alimenta a todos los arroyos y al riacho. Con la hidrovía, todos los sedimentos del dragado son arrojados a estas bocas y a lo largo del tiempo las han tapado. Hoy están totalmente sedimentadas, se puede ir caminando, y por eso no ingresa agua”.

Si bien desde Victoria solicitaron al Gobierno de Entre Ríos una serie de obras para paliar la situación, no descartan presentar un amparo ambiental. “Deberíamos tener un resarcimiento en obras para reestablecer el orden natural de las cosas, de lo contrario vamos a perder el humedal y nos quedaríamos todos sin agua. Son 370.000 hectáreas de islas. De acá a Rosario va a ser campo”, alertó el viceintendente.

El dragado pasa factura

En cuanto a las causas que llevaron a esta situación, Marchese ilustró: “No ingresa agua en el río Paraná y la crisis hídrica se agrava por el dragado indiscriminado que hay en la hidrovía, el cual tira los desechos sobre el Delta, y los sedimentos taponaron los ingresos de agua al humedal. Como la parte más profunda del río cada vez es más honda, se hace una canaleta y las bocas de ingreso quedan por encima del nivel de agua”.

El también presidente del Concejo Municipal de Victoria indicó que, cuando se construyó el puente que une a esta localidad con Rosario, se fabricó un canal de servicio, que debía cerrarse una vez que la obra concluyera, pero aún continúa abierto.

“Este canal tuvo un impacto negativo en el ambiente –detalló Marchese– y hace que gran parte del agua circule rumbo al río Paraná y no continúe su flujo hacia Victoria”.

“Una draga carga entre 7.000 y 8.000 metros cúbicos de arena, el equivalente a 200 camiones. Esos desechos no solo taparon las bocas de ingreso, sino todo el flujo de agua. Las bocas se pueden destapar, pero a quinientos u ochocientos metros tenés dos o tres bancos de arena. Por más que las abramos, está todo sedimentado para adentro”, advirtió el funcionario.

Asimismo, recordó que el gobierno de Javier Milei disolvió el Ente de Control y Gestión de la Vía Navegable, el cual administraba la hidrovía y contaba con representación de las provincias, y objetó: “Ahora quieren concesionar este corredor fluvial a otra empresa por 30 años, y consideran pasar el dragado de 36 a 42 pies, lo quieren llevar aún más hondo”.

“Quedamos con las bocas cada vez más arriba y el lecho del Paraná cada vez más bajo. Se rompen las islas de Entre Ríos, ya se han comido más de cien metros. La patada de las hélices de los barcos también genera una fuerza que impacta en las paredes de las islas, y todo eso genera más sedimentos”, alertó.

Soluciones inmediatas

Como medida urgente para evitar la falta de agua, las autoridades de Victoria pidieron que el Gobierno de Entre Ríos realice trabajos de dragado y canalización no solo para destapar las bocas de ingreso, sino también para garantizar la circulación de agua hacia la Laguna Grande, para que desde allí vaya al riacho Victoria. También piden unir los arroyos que se cerraron a causa de la sedimentación.

Si bien la Municipalidad de Victoria está haciendo gestiones ante el Gobierno provincial para articular estos trabajos, de momento sólo tuvieron respuesta de Vialidad. “Se hizo un camino adentro de la isla para poder canalizar la poquita agua que hay en la Laguna Grande al riacho Victoria. Esto ya se realizó en el 2020 y ahora se está reformulando, porque en la creciente se rompieron los trabajos”, señaló Marchese.

Por su parte, Guerra observó: “Buscando una solución a muy corto plazo, el municipio quiere hacer un pequeño corte en el canal de servicio que chupa toda el agua que ingresaba a Victoria, para que la misma vaya a la Laguna Grande, que alimenta al riacho”.

Riacho Victoria.

“Es el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, quien puede afrontar los altos costos del dragado. Conseguir una draga es difícil, en Argentina hay pocas, pero Victoria la necesita”, dijo la concejala, quien destacó que este trabajo debe hacerse con personas que conozcan el territorio.

Un riesgo regional

La situación hídrica más crítica se vive en Victoria, que está a 60 kilómetros del Paraná, y, a diferencia de la capital provincial o la ciudad de Diamante, no accede al agua directamente desde el río, sino que lo hace de un riacho que está dentro del humedal.

Al respecto, Guerra destacó: “Victoria se está quedando sin agua en el corto plazo, pero otras localices de Ente Ríos, como Gualeguay, también van a sufrir este problema”.

Marchese, por su parte, presentó otra arista de la situación, que tiene que ver con la destrucción del trabajo de pescadores: “No hay agua, no hay pescados, no hay nada. Lo único que sale son taruchas. Nosotros éramos campeones en producir sábalos. En la Laguna del Pescado los peces desovaban, había millones de ejemplares, pero ahora ya no existen. El pescado se va por el canal de servicio y se secó la laguna”.

Mapa donde se puede ver a Rosario y Victoria, con las lagunas y el río Paraná.

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