La poeta Sofía Palmieri presentará “Claroscuro” en Rosario: un libro atravesado por los contrastes
En noviembre del 2023, la poeta carcarañense Sofía Palmieri publicó “Claroscuro”, su primer libro. El próximo viernes 28 de junio, a las 18, el material será presentado por primera vez en Rosario, en el marco del Encuentro de Editoriales Independientes y Universitarias, que tendrá lugar en la Facultad de Humanidades y Artes.
Sofía Palmieri tiene 23 años, vive en Caracarañá y es poeta: empezó a escribir hace poco más de cuatro años y, meses atrás, lanzó “Claroscuro”, su primer libro, que el próximo viernes 28 de junio presentará en Rosario. “Cada vez que me siento a crear es un proceso diferente. La poesía llegó a mí en un momento particular de mi vida, donde necesitaba plasmar lo que me pasaba, y desde entonces no la solté”, contó la autora a Conclusión.
Si bien el libro en un principio había sido publicado por una editorial de Buenos Aires llamada Ombligo Cuadrado, la autora decidió cambiarse a la rosarina Carpe Literario. La segunda edición del material –que tiene a María Celeste Porta como prologuista y a Iona Rigonat como artista de tapa– se presentará en el Encuentro de Editoriales Independientes y Universitarias, que tendrá lugar los días jueves 27, viernes 28 y sábado 29 de junio en la Facultad de Humanidades y Artes de Rosario, ubicada en Entre Ríos 758.
En diálogo con Conclusión, Palmieri detalló: “El libro se publicó en noviembre del 2023 y se presentó por primera vez en diciembre, en Carcarañá. Se llama Claroscuro porque hay una idea que enlaza a todos los poemas, retomada de las artes plásticas, y es la de un contraste entre la luz y la oscuridad, pero también se juega con la desesperanza y la motivación, el día y la noche, el amor y la pérdida”.
De momento, el libro sólo se presentó en Carcarañá y este fue uno de los motivos que impulsó a la escritora a cambiar de editorial: según detalló, la primera empresa no se encargaba de la promoción y las presentaciones del material.
“Es difícil insertarse en este mundo, hacerse publicidad y dar a conocer tu nombre. Además, con la venida de un nuevo presidente, la editorial tomó la decisión de elevar el precio de las impresiones como un 200%, no te permitían congelar ese valor, y yo quería hacer presentaciones en Rosario o Cañada de Gómez y necesitaba más ejemplares”, explicó Palmieri.
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Y añadió: “Por eso tomé la decisión de agarrar mi librito, por suerte tenía todos los derechos, y lo llevé a otra editorial que en este caso es rosarina. Estoy permanentemente en contacto con quienes conforman la empresa y con los escritores. Encontré otro vínculo entre autor, obra y editorial”.
El próximo viernes 28 de junio, Palmieri presentará “Claroscuro” a partir de las 18. Allí se podrán comprar algunos ejemplares, pero además la editorial Carpe Literario lanzó una preventa del material. También se está gestionando la comercialización del título en algunos espacios físicos, como la Librería de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
La tapa de la nueva edición de “Claroscuro” juega con la presencia simultánea del día y la noche. También, se utiliza el recurso de las nubes, símbolo de lo efímero, lo inmaterial y lo cambiante. En el centro de la imagen pueden verse dos manos que sostiene un lápiz, un homenaje gráfico a la creación.
El arte de tapa del libro estuvo a cargo de Iona Rigonat.
La pelea para que el libro no sea el privilegio de unos pocos
Al ser consultada por los precios del libro, la poeta observó: “En la editorial anterior tenía que comprar mis propios ejemplares, obviamente después podía hacer con ellos lo que quería, desde distribuirlos en librerías hasta regalarlos. Si bien el precio era accesible, yo tenía que calcular el margen de ganancia que pretendía. En Carpe Literario, en cambio, no tenés que pagar como escritor para publicar tu libro. Obviamente antes hay un estudio de lo que hiciste, de si es potable, interesante o sigue la línea de lo que se está haciendo. Y sin embargo, los precios también son súper accesibles”.
“En la Feria del Libro de Buenos Aires –prosiguió– había un trillón de editoriales, las más grandes tenían títulos que no bajaban de $30.000, pero en Carpe Literario todos estaban entre $4.500 o $5.500. Son los escritores quienes deciden qué o quiénes interceden para que su obra esté más accesible, porque si una persona tiene que decidir entre comprar algo que forma parte de una necesidad básica o un libro, más allá de que quienes estamos en este mundillo entendemos lo nutritivo que resulta, no va a ir por el libro. También es difícil que inviertan en una artista que desconocen, que no saben qué tienen para ofrecerles. Si hay un material de Sofía Palmieri a $10.000 y al lado hay otro de Alejandra Pizarnik, no sé si vas a ir por el mío”.
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Sofía Palmieri: de leer a Pizarnik a encontrar su propia voz
Sofía Palmieri vive en Carcarañá, pero viaja todos los días a Cañada de Gómez para concurrir al Profesorado en Lengua y Literatura del ISP N° 5 “Perito Francisco Moreno”, donde estudia.
Sobre su vínculo con la poesía, detalló: “Este género llegó a mí más que yo a él. Siempre me gustó leer y escribir, pero no fue hasta que me encontré en una situación puntual y necesitaba plasmarlo de alguna manera, que fue cuando dejé la primera carrera a la cual me había inscrito, que era Tecnología en Alimentos, con la cual no tenía nada que ver. Eso generó un quiebre del que emergió la poesía y de ahí en adelante no dejé de escribir”.
“Cuando cuento que estudio Profesorado en Letras, la gente dice ‘ah, claro, por eso escribís’. Y la verdad es que viene desde mucho antes. En la carrera no te dan herramientas para escribir, eso se adquiere en un taller literario y sobre todo en la práctica”, analizó la poeta.
Si bien el primer acercamiento de la escritora con la poesía fue a través de Alejandra Pizarnik, si hoy tuviera que elegir dos referentes en el género serían Roberto Juarroz y Cristina Peri Rossi. “Siento que, si los temas que se tocan en mi poesía tuviesen que acercarse a algunos escritores, serían a ellos. Me gustan mucho sus estilos”, señaló.
En cuanto a los procesos de escritura, la poeta expresó: “Cada vez que me siento a escribir, lo hago de una manera diferente. A veces aparece como una necesidad que te quema en el esófago, como una catarsis, algo más ligado a eso que los surrealistas llamaban escritura automática, casi sin pensar lo que uno está plasmando en el papel. Y otras veces surge porque quiero hacerlo, y en esos casos puede que hasta me cueste más pensar en eso que quiero transmitir. A veces me baja una idea puntual y la anoto en algún papelito o en un chat conmigo misma para no perderla. Cuando no está esa inspiración, la busco en la música o en películas”.