Una oficial de policía de la Bonaerense fue asesinada por un delicuente

Una oficial de la policía bonaerense fue asesinada por un delincuente que la golpeó en la cabeza y luego la ejecutó de un balazo para robarle su arma reglamentaria cuando se dirigía a su trabajo, en la localidad bonaerense de González Catán, partido de La Matanza, informaron fuentes de la fuerza y judiciales.

La oficial Mariel Gisella Duarte (26) es la quinta policía bonaerense y la décima integrante de una fuerza de seguridad asesinada en lo que va del año en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.

Según las fuentes, el hecho ocurrió esta mañana en la calle La Bastilla, entre Echaurri y Donizetti, de esa localidad de la zona oeste del conurbano, cuando Duarte se dirigía uniformada y con el chaleco antibalas colocado rumbo a su trabajo en el Comando de Patrullas Norte de La Matanza, situado en la localidad de Ramos Mejía.

De acuerdo a lo determinado por el momento por los investigadores, Duarte fue sorprendida por la espalda por un delincuente que iba a pie y le aplicó un golpe desde atrás, aparentemente en la cabeza, lo que la hizo caer prácticamente desvanecida al suelo.

Acto seguido, y sin que la mujer policía lograra resistirse, el atacante le efectuó un disparo en la cabeza, que le ingresó por el parietal derecho y le produjo un orificio de salida por el izquierdo, dijeron los informantes.

Tras un alerta al 911, efectivos del Comando de Patrullas Sur de La Matanza arribaron al lugar cuando la oficial de policía ya estaba fallecida.

Los investigadores advirtieron que el asesino de Duarte se apoderó del arma reglamentaria de la víctima, una pistola Bersa Thunder Pro calibre 9 milímetros.

Al momento del ataque, la policía había caminado 250 metros desde su casa, situada en La Bastilla al 5700, y se dirigía a la parada de colectivos.

En el lugar trabajaron peritos de la Policía Científica y el fiscal especializado en Homicidios de La Matanza, Claudio Fornaro, quien dispuso diversas diligencias para dar con el asesino, entre ellas obtención de testimonios de vecinos y el relevamiento de cámaras de seguridad de la zona.

Además, el fiscal aguardaba para las próximas horas los resultados preliminares de la autopsia correspondiente al cuerpo de la víctima.

En tanto, los investigadores policiales no descartaban que en el hecho haya participado un segundo delincuente, por lo que esta tarde estaban detrás de dos sospechosos, añadieron los voceros consultados.

Duarte formaba parte de la Policía de la provincia de Buenos Aires desde hacia cinco años, era madre de un niño de seis y actualmente vivía con sus padres.

Por su parte, Sebastián Duarte, el papá de la víctima, dijo esta tarde a Crónica TV que el asesino «la llamó por su nombre» a su hija y que luego caminaron juntos como «media cuadra hasta que él le manoteó el arma».

De todos modos, el hombre negó que su hija conociera a su agresor: «A lo mejor alguien le dio el nombre a él para que le robara el arma».

«Mi hija no tenía ni un enemigo. Ayudaba a todo el mundo. Era de lo mejor, muy buena y le robaron la vida», expresó Duarte padre, que relató que él y los vecinos quisieron auxiliar a la joven oficial una vez que fue baleada pero no pudieron «hacer nada» para salvarla.

«Su hijo lloraba a los gritos», añadió el hombre, quien recordó que su hija no sentía miedo de ser policía sino que «le gustaba su trabajo».

La oficial Duarte se convirtió en el quinto efectivo de la fuerza bonaerense asesinado en 2019 ya que el 8 de enero delincuentes mataron al teniente primero Marcelo Pablo Acuña (52) tras asaltar una financiera del partido de Vicente López; el 7 de mayo al agente Maximiliano Bruno (30) durante un robo en González Catán; el 17 de mayo al capitán Miguel Ángel Jaime (55) en un asalto en Rafael Castillo y el 1 de junio al comisario inspector Carlos Valdez (46) para robarle el auto en Moreno.

En cuanto a otras fuerzas de seguridad, en lo que va del año asesinaron a cuatro efectivos de la Policía de la Ciudad: el subcomisario Patricio Hernán Didoni (40), el oficial primero Sergio Valenzuela (51), el oficial mayor Isaías Correa (31) y el oficial Alcides Leiva (36).

Mientras que la décima víctima fue el sargento primero de Gendarmería Nacional, Pablo Quiroga (49), quien el 31 de mayo pasado fue asesinado de tres tiros en el pecho en la localidad bonaerense de Moreno por delincuentes que le robaron su arma reglamentaria, su celular y su billetera.Bo