VIERNES, 22 DE NOV

Alejandro Barrios: “La falta de divisas la vamos a superar, el asunto es quién se apropia de ese escenario”

Agencia Paco Urondo conversó con el economista Alejandro Barrios sobre los desafíos de la economía argentina en una coyuntura muy particular para preguntarle qué está haciendo el peronismo y cuál es el modelo de país del macrismo.

Por Enrique de la Calle

Alejandro Barrios es docente e investigador en las universidades de Avellaneda, Moreno y en la UBA. Agencia Paco Urondo conversó con él sobre los desafíos de la economía argentina en una coyuntura muy particular para preguntarle qué está haciendo el peronismo y cuál es el modelo de país del macrismo.

Agencia Paco Urondo: ¿Cuán grave es el presente de nuestra economía? Argentina tiene problemas coyunturales graves, pero también potencialidades importantes y cuesta dimensionar en qué situación está.

Alejandro Barrios: Estamos en una situación muy compleja y autoinflingida. Le pasó al General Perón en 52, le pasó a Cristina después del 2011: siempre que la economía nacional tiene un proceso de crecimiento se enfrenta a un límite que es la disponibilidad o no de divisas. Esa no disponibilidad de divisas por las razones que fuera, detienen el ritmo de crecimiento porque no se puede seguir importando la cantidad de insumos y de capital que necesita la economía para continuar con el mismo.

En esta etapa es un poco autoinflingida porque en el 2020, 2021 y casi todo el 2022 Argentina tuvo el superávit comercial más importante de toda su historia. En esta etapa, superamos los 30 millones. Por la forma en que lo suministramos, ese superávit no está. Como no está, nos vimos obligados a entrar en una negociación con el Fondo Monetario de la manera que se hizo y los acuerdos que se construyeron. Después de mediados del 2022, el actual ministro de Economía tuvo que hacer lo que hizo con los exportadores sojeros, los bonos de los organismos públicos.

APU: Todo eso en un año electoral.

AB: Estamos en una situación delicada, pero a diferencia de lo que pasaba con Perón o Cristina, una situación de escasez de dólares por el propio ciclo económico, se le suma la mala administración de esas divisas. No se van a poder hacer frente a todos los compromisos que se acordaron en marzo del 2022 y ya en el último trimestre, según el INDEC, estamos con una caída de la economía y con inflación creciente, el peor de los mundos, lo que se llama en economía la estanflación. Pero a su vez, como vos decís, todos los argentinos somos concientes de que si pasamos esta situación coyuntural muy delicada, Argentina tiene un mediano plazo muy promisorio. Tiene la posibilidad, por lo que va a demandar el mundo, de superar para siempre esta restricción que tuvo en todo el siglo XX que es la falta de divisas, la vamos a superar, el asunto es quién se apropia de ese escenario. Si es con un gobierno de Cambiemos, vamos a volver al país del centenario, a 1910. Si se la apropia un gobierno nacional y popular tiene dos alternativas. Dentro del Frente de Todos están aquellos que quieren superar esa restricción externa para un desarrollismo según la actual estructura productiva y otros que creemos que se puede aprovechar esa oportunidad para volver a construir lo que ya hizo el peronismo en los 40, que era una nueva sociedad con más derechos, incorporando el nuevo sujeto que nadie incorporaba y hoy es la economía popular, sin ninguna duda.

APU: ¿Ves a un oficialismo que no le queda otra que tratar de aguantar el año, es decir, evitar a una devaluación y que la actividad crezca algo?

A.B.: No, creo que vamos a un escenario de relativo estancamiento, no se va a buscar crecer porque se acordó en el 2022 con el FMI un escenario casi recesivo, porque si no hay un motor de crecimiento por el lado privado y nos comprometimos con el Fondo a no prender el motorcito público para lograr cierto nivel de déficit fiscal, la economía va a tener ambos motores apagados. Y a su vez, va a ser un año de poco crecimiento en aquellos sectores que son muy demandantes de insumos importados por esta restricción y a eso se suma que no vamos a contar con los dólares de la cosecha. Si llegamos a octubre como estamos en marzo sería lo mejor que podríamos construir. Las posibilidades de la actual administración para estimular los ingresos de los hogares es muy limitada.

APU: Teniendo en cuenta esto, el oficialismo tiene escasas posibilidades de conseguir una reelección…

A.B.: Es muy complicado que el Frente de Todos vaya a construir con el electorado un relato de promesa de hacer algo distinto cuando no se hizo en estos 3 años y medio. Yo fui parte del gobierno nacional, fui subsecretario de comercio exterior y me siento responsable de esta situación. Es muy difícil explicarle a la ciudadanía que si nos vuelve a dar su confianza, nosotros vamos a hacer algo diferente. A su vez, tenemos la tremenda responsabilidad de no entregarles la patria a los liberales, es una situación bastante compleja.

APU: ¿La escasez de dólares por dónde se solucionaría? ¿Vaca muerta, Mar del Plata con el offshore, ves posibilidades en materia de minería? ¿Cuál es tu posición sobre este tema?

A.B.: Es otro vector de industrialización que tiene nuestro país. Argentina tiene recursos, como Bolivia y Chile, en términos de litio, hay una serie de proyectos a desarrollar por el tema de cobre y se viene un cambio en la movilidad. Vamos a pasar de los motores de combustión a la electromovilidad y de todos estos recursos disponibles, Argentina es el único de todos esos países que tiene una industria automotriz y podría aprovechar esa oportunidad para empleos de calidad radicados en una zona diferente a lo que ha sido la Historia Argentina, que es empleo fuera de la pampa húmeda. El desarrollo del NOA, del NEA, es muy interesante lo que se viene siempre y cuando las personas que dirijan el Estado Nacional tengan ciertas sensibilidades con el desarrollo nacional, inclusivo. Si son personas que tienen entre ceja y ceja el libre comercio, volver al país preperonista, el sueño de la Argentina potencia, ellos tienen una nueva oportunidad de volver a tener un país financiado vía exportaciones primarias y reconstruir esa sociedad de 1910. Es una pena que previo a este escenario de mediano plazo, en el campo popular estemos tan flojos de papeles para salir a interpelar al pueblo argentino y nos vuelva a confiar el futuro de sus hijos.

APU: La Argentina de 1910 que nombraste fue tremendamente conflictiva, la última experiencia de Cambiemos, también ¿La oposición puede no haber aprendido nada de todo lo que pasó, para lo que se viene?

A.B.: Por lo que declaran públicamente, ellos ven un escenario al que a Argentina le sobra 20 millones de personas. Las personas más dinámicas en su crecimiento dentro de ese espacio son aquellas que están dispuestas a una gran represión de lo que sería esa potencial protesta social en su futuro gobierno. Nuestro mercado de trabajo está generando mucho empleo, pero empleo sin descuentos jubilatorios. Quiere decir que las moratorias previsionales, en el capitalismo financiero, es generadora de exclusión tal cual está hoy. Si van a darle continuidad al mercado de trabajo que construyeron entre 2016 y 2019, se viene una Argentina con bastante disputa. Cuando uno dice Cambiemos, debería decir macrismo, porque el resto de los espacios se subordinan a la estrategia de Mauricio Macri. Es decir, el macrismo viene por lo mismo, pero ahora con la voluntad de reprimir cualquier oposición a ese modelo que quieren construir.

APU: Estados Unidos cambió su mirada sobre la globalización y en el mundo tienen mucho más presencia la idea de estados proteccionistas que intentan desarrollar políticas propias. ¿Cómo juega ese contexto, puede generar un cambio en la oposición? Pienso que las políticas de industrialización en Argentina comenzaron en 1930 con un gobierno conservador.

A.B.: Los conservadores del modelo agroexportador eran personas muy lúcidas, formadas. De hecho construyeron la escuela pública, la infraestructura necesarioa para ser funcional a ese modelo. Lo que vimos con el macrismo es de una limitación intelectual muy importante. Nunca un gobierno tuvo tantos recursos públicos y externos apoyando esa gestión y que construyera tan poco, a pesar de contar con todo ese financiamiento. Creo que no han aprendido y ahora están como muy vinculados a la cuestión financiera. Festejaron el acuerdo Mercosur-Unión Europea aunque Argentina no tenía nada para ganar porque se cumplía ese sueño húmedo de integrarse al mundo, y ellos, cuando dicen mundo se refieren a Europa. Por suerte, los países europeos no van a estimular este acuerdo, por esta nueva mirada donde la relocalización de la producción, generada por la pandemia, va a tener que ser más cercana para la provisión. Y ahí, Argentina, tiene mucho para ganar. No creo que el macrismo sea lector de esta nueva realidad, vienen por un modelo agrario-financiero y minero-energético en el sentido de exportador primario.

APU: ¿Qué pasa con el peronismo, está pensando mal el problema, por qué no estuvo a la altura?

A.B.: Yo lo entiendo como un movimiento, no como un partido. Cuando uno dice el peronismo no está diciendo algo homogéneo donde todos, más o menos, pensamos lo mismo. En un movimiento hay personas que tienen una visión muy parecida al macrismo, otras con miradas muy parecidas al desarrollismo tradicional argentino y hay otros que creemos que con la industrialización sola no va a alcanzar, que va a tener que incorporar a esa matriz productiva un montón de satisfactores que construye el pueblo argentino con su estrategias defensivas a algún grado de institucionalización. El asunto es quién conduce esta heterogeneidad. En esta época, falta esa conducción y hay como ventanillas públicas donde uno piensa una cosa y otro piensa otra. Fui testigo, en estos años, de discusiones que no se daban en el gobierno de Néstor. No había quien saldara una discusión sobre, por ejemplo, algo tan vital para un gobierno popular como es cuidar las reservas. El superávit comercial lo construye el pueblo argentino, no los funcionarios. Cuando hay superávit es porque el pueblo argentino está pagando más cara la producción local, por ejemplo textiles, que lo importado. El pueblo compra la ropa más cara para que la industria textil tenga un destino en la patria. A ese superávit comercial no puede ser que un funcionario, después, se lo regale a los dueños de esas textiles para que fuguen divisas. La única posibilidad de tener estabilidad de precios es que todos los formadores vean que el Banco Central tiene poder de fuego cuando ellos ataquen el peso. Ahí cometimos un crimen, dejamos ir 30 mil millones de dólares y ahora le estamos rogando al sector exportador que nos liquide 2 mil.

APU: ¿No hubo un espacio previo donde poder consensuar el rumbo que íbamos a tomar? La elección se ganó con mucha anticipación…

A.B.: No sé si en las demás áreas hubo reuniones previas, pero sobre la disponibilidad de dólares te puedo asegurar que no. Como subsecretario de Comercio Exterior, administraba las importaciones que tenían permiso o no para entrar. Con las que no tenían permiso, lo único que podía hacer era dilatar su entrada, no las podía prohibir porque somos parte de la Organización Mundial de Comercio. Pero hay un universo de importaciones que, como no tienen producción nacional, el subsecretario de Comercio no tiene ninguna excusa para prohibirla, por ejemplo, los autos de lujo. ¿A quién le corresponde? Al Banco Central, que le tendría que haber dicho a todas las personas que querían importarlo “señor, usted tiene derecho, pero use sus propios dólares, la patria necesita estos dólares para los insumos y para la producción”. En el 2019, cuando entramos al gobierno, hicimos emergencia productiva, emergencia de salud, un montón de emergencias, menos la cambiaria.

APU: ¿Creés que era necesaria una emergencia cambiaria?

A.B.: Por supuesto, porque la emergencia cambiaria es la que te da el instrumento para administrar al comercio, no se puede gastar millones de dólares en traer un yate de lujo. Te aclaro que me fui del gobierno y, hasta el día de hoy, tengo causas penales por haber prohibido que un señor que importaba x cosa no lo haya podido hacer. Quiero decir que vos como funcionario no tenés un instrumento que te da el parlamento argentino para cumplir tus funciones, las hacés porque creés que hay que hacerlo. Y te aclaro que estoy solito, con mi sueldo de docente, haciendo frente a esa situación. El Lawfare está bien para las cúpulas partidarias. Ahora, abajo hay funcionarios que, por convencimiento político, hacen cosas que como no tienen un instrumento político para hacerlo, después terminan en estos vericuetos que no son para nada agradables para mi familia. Lo volvería a hacer, porque estoy convencido que hay que cuidar las divisas. En ese contexto, las personas que tenían que hacerlo, se atajaban diciendo que no tenían instrumento legal. “Yo tampoco, y las estoy parando”. Lo hicieron después, cuando ya habíamos perdido una parte importante de ese superávit, cuando estaba el daño hecho se enteraron de que sí podrían haber administrado esas divisas, en el 2020, de otra manera.

APU: Por eso te preguntaba qué pasa con los dirigentes del peronismo que no pudieron decir hacia dónde tenemos que ir.

A.B.: Claro, pero esa conducción unificada de todo el espacio nacional se perdió cuando perdimos a Néstor. Porque Cristina conduce a la mayoría, pero no a todos. Entonces, cuando asumimos en el 2019, en un mismo ministerio había diferentes terminales. Eso no puede pasar. Esas discusiones que tuvimos en el 2020 y en el 2021, con Néstor no hubieran sido necesarias. Ahora, lo que pasaba, era que íbamos a una mesa y estaban los del equipo de Guzmán, los de Pesce y los de Kulfas, del cual formaba parte. Se armaba una discusión y era difícil encontrar quién la saldara, alguien que dijera “ya escuché a las 3 partes, vamos para allá”.

 

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