LUNES, 25 DE NOV

El Día de la Marmota

Por Rubén Fraga.

Por Rubén Alejandro Fraga

A quién de ustedes, amigos lectores, no se le estropeó algún asado con la llegada de un aguacero imprevisto. Quién no se empapó alguna vez en plena calle bajo un diluvio inopinado o vio con dolor cómo se le arruinaban las soñadas vacaciones a fuerza de tanta lluvia y tormentas mientras mascullaba: “¡¿Qué clase de marmota habrá sido el que pronosticó que tendríamos buen tiempo?!”.

Precisamente hoy, viernes 2 de febrero, vamos a hablar de marmotas que predicen el tiempo. Pero, a diferencia de lo ocurrido una y mil veces en los ejemplos mencionados, estas marmotas se han ganado el cariño de la gente, son famosas y hasta tienen sus propios clubes de fans.

Por estos pagos, donde no hay de esas marmotas –me refiero, claro está, al mamífero roedor que vive en los montes más elevados de Europa y Norteamérica, y pasa el invierno durmiendo en su madriguera– ni mucho menos nieve, el tema puede resultar extraño. Pero, al menos, puede ayudarnos a distraernos un poco del calor agobiante que nos golpea a los rosarinos en este comienzo de 2018.

El Día de la marmota (en inglés, Groundhog Day) es una fiesta tradicional que se celebra el 2 de febrero de cada año en varias ciudades de Estados Unidos.

La más famosa tiene lugar en Punxsutawney, en el Estado de Pensilvania; una pequeña población en la que cada 2 de febrero se intenta predecir la duración del invierno por el comportamiento de una célebre marmota llamada Phil.

De lo que hace la marmota ese 2 de febrero depende el fin o la prolongación del invierno.

La de hoy es la edición número 132 de un festejo popular que tiene sus orígenes en los colonos europeos que ocuparon Norteamérica y se encontraron con unos inviernos extremadamente fríos. Buscando quizás el apoyo de la naturaleza para pronosticar la llegada de la primavera nació la costumbre de observar a una marmota en particular en su primera salida después de sueño invernal.

Marmota y cambio climático

La costa este de Estados Unidos ha vivido este año uno de los inviernos más fríos del último decenio. Sin embargo, también es cierto que el país gobernado por Donald Trump, un presidente que no cree en el cambio climático vivió en 2017 el segundo año más cálido del que se tiene registro (es decir, el más caluroso en 135 años).

En ese marco, nadie sabía si la marmota Phil estaría este año más afectada por el frío del conocido como “ciclón bomba” o por la resaca del cambio climático global pero lo que sí que es seguro es que, una vez más, se convirtió este viernes 2 de febrero en el animal pronosticador del tiempo más famoso del mundo.

Seis semanas más de frío

En ese marco, hoy la marmota Phil, reiteró por 132 años consecutivos su ritual. Phil que acababa de despertar, chilló cuando fue sacado de su madriguera alrededor de las 7.15 de la mañana hora local y seguidamente hizo su predicción de este año. La tradición cuenta que si la marmota sale de su madriguera y voltea hacia donde se proyecta su sombra habrá más invierno, pero si mira en la otra dirección quiere decir que el frío está por culminar. Hoy Phil hizo lo primero, esto significa que, de acuerdo con la tradición del Día de la Marmota, Estados Unidos afrontará otras seis semanas de crudo invierno. Como si con la llegada del magnate Trump a la Casa Blanca no hubiera ya demasiadas calamidades…

Según la tradición, si la marmota, que hiberna, ve su sombra porque el cielo está despejado, se asustará y volverá a su madriguera, con lo que el invierno durará seis semanas más (que es lo que pasó hoy). Si, por el contrario, sale de su madriguera y no puede ver su sombra porque el cielo está nublado es una señal de que la primavera llegará pronto.

Esta tradición se celebra a lo largo de muchas poblaciones estadounidenses. Además de Phil, otros peculiares “meteorólogos” son, por ejemplo, la marmota Chuck, de Staten Island, Nueva York, y la marmota General Beauregard Lee, en Lilburn, Georgia, cuyas predicciones no siempre coinciden entre sí.

La celebración cuenta también con muchos adherentes en Canadá, donde la marmota más famosa se llama Wiarton Willie.

Así fue la predicción de Phil del 2 de febrero del año pasado, en la edición Nº 131 del tradicional festejo:

https://youtu.be/Mrt3xoE0pOc

Bill Murray hizo célebre a Phil

Pero la marmota Phil de Punxsutawney, con una tradición de más de un siglo, es la más famosa de todas. La ciudad y su extraño ritual fueron inmortalizados en el film de 1993 Hechizo del tiempo (Groundhog Day en su versión original en inglés). Dirigida por Harold Ramis y protagonizada por el genial Bill Murray y la bella Andie MacDowell, la película cuenta la historia de un periodista que queda atrapado en un mismo día –el 2 de febrero– en la ciudad de Punxsutawney.

Pero el uso de este roedor como “meteorólogo” se remonta a 1887 cuando nació la tradición en Punxsutawney, el hogar de Phil, lo que le da preeminencia sobre los competidores que le surgieron más tarde en Norteamérica.

Así, Phil de Punxsutawney es una celebridad tal en Estados Unidos que hasta tiene su propio club de seguidores, una página web (http://www.groundhog.org/) y una cuenta de Twitter: @GroundhogTime.

Vestidos elegantemente con esmoquin y galera, los miembros del llamado “Círculo Íntimo” del club, son los encargados de llevar a cabo la ceremonia cada 2 de febrero.

Aunque son menos célebres, los competidores de Phil también tienen lo suyo. Según el Zoológico del barrio neoyorquino de Staten Island, la marmota Chuck acierta en sus predicciones en un 86 por ciento de las veces. En tanto, en Lilburn, Georgia, aseguran que el General Beauregard Lee, sólo se equivocó en una ocasión. Fue en 1993 y en lugar de una primavera temprana, el sur del país sufrió la peor tormenta de nieve en varias décadas.

Los orígenes de una tradición

Para algunos, la tradición del Día de la marmota tiene sus raíces en el festival céltico de Imbolc, que celebraba la fertilidad, y se convirtió con la llegada del cristianismo a las islas británicas en la celebración de Santa Brígida. Y remontan la costumbre de pronosticar la duración el invierno a viejas tradiciones irlandesas que indican que el 2 de febrero está siempre nublado.

Con todo, la historia de Phil parece tener sus raíces en los inmigrantes alemanes llegados a Estados Unidos, en especial a Pensilvania. Es que los granjeros germanos utilizaban un método similar para saber cuándo tenían que cultivar sus tierras. Ya en Alemania, estos granjeros observaban al tejón, que al salir de su guarida en invierno podía tener dos reacciones: si veía su sombra, en un día soleado, se asustaba y volvía a su hibernación por seis semanas más, indicando que continuaba el invierno; pero si al salir no veía su sombra, por no haber sol, pensando que llegaba la primavera, salía confiado.

Lo cierto es que, como muchas tradiciones, ésta no tiene nada de real ni científico, y de hecho según la revista National Geographic, la marmota Phil sólo ha pronosticado el final del invierno correctamente el 28 por ciento de las veces en 60 años.

Por si hace falta aclararlo, cualquier semejanza entre la historia de Phil de Punxsutawney y lo que pasa con los pronósticos del tiempo en estos arrabales del mundo, donde no hay marmotas (¿o usted conoce alguna?) ni mucho menos nieve –sólo calor agobiante, humedad pegajosa y molestos mosquitos–, es pura coincidencia.

Una marmota en busca de sexo

Cuenta el diario madrileño ABC que “en el pueblo de Punxsutawney mantienen otro oscuro engaño sobre Phil”.

“En realidad, esta marmota no tiene el más mínimo interés en la meteorología de Pensilvania. Él, más bien, está pensando en hembras con las que pasar un rato agradable. Es cierto que las marmotas suelen salir de su larga hibernación durante esta época del año, pero que si lo hacen es porque quieren buscar pareja”.

“En esta época los machos salen de sus madrigueras para buscar a las hembras. Ellas despiertan unos siete días después y se quedan en las cercanías de su hogar”, explicó un experto en National Geographic. Pasado un tiempo, y una vez que los machos han localizado a sus potenciales parejas, ambos “vuelven a sus escondrijos y pasan un poco de más tiempo en hibernación”. Así hasta que en marzo surge el amor entre las marmotas.

Animal sibarita y agresivo

Pero el engaño no se queda ahí. Lo cierto es que en el pueblo de Punxsutawney ni siquiera hay marmotas viviendo en la naturaleza, tal como explicaron en National Geographic. Phil, o mejor dicho las múltiples marmotas que hacen el papel de Phil, viven en una madriguera artificial del pueblo, (se le puede enviar una carta a: 301 East Mahoning Street, Punxsutawney, PA 15767). Allí disfrutan de una cálida y constante temperatura.

Las marmotas suelen medir unos 50 centímetros de largo y suelen pesar entre cinco y seis kilogramos. Están cubiertas por un grueso pelaje marrón y a veces rojizo, y son sorprendentemente rápidas. Sus mandíbulas son muy fuertes, y les permiten alimentarse a base de frutas y plantas.

En Punxsutawney cuentan que a veces Phil le susurra al oído algo a los miembros del Círculo Interno, pero lo cierto es que las marmotas convencionales no hacen otra ruido aparte de emitir silbidos, cuando están alarmados, o cuando quieren «enamorar» a su pareja.

Aparte de ser pésimos hombres del tiempo, lo cierto es que las marmotas son famosas por su resistencia a las enfermedades y por sus exigentes hábitos de higiene.

Este año, el diario español La Vanguardia se sumó a este curioso y simpático festejo siguiendo este viernes en vivo en streaming la salida de la marmota Phil de su madriguera y sus primeros movimientos al percibir la luz solar:

https://youtu.be/WwRFAffQfH8

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