VIERNES, 15 DE NOV

«Milei tuvo superávit de 6 billones de pesos y 4 fueron para pagar deuda, el ajuste fue para esto»

El especialista en deuda pública, Héctor Giuliano, marcó que "el cuento de que la culpa del endeudamiento es el déficit fiscal es viejo" y agregó "pero la novedad es que tenemos superávit fiscal y nos estamos endeudando tanto o más que antes".

Conclusión Buenos Aires – Aldo Battisacco

Héctor Giuliano se recibió de licenciado en Administración en 1964 en la Universidad de Buenos Aires y se especializó en geopolítica, finanzas públicas y economía, pero de toda su actividad cobró notoriedad con la exhaustiva investigación que viene desarrollando desde la década del 80 sobre la deuda externa de Argentina.

Giuliano analizó en dialogó con Conclusión los primeros seis meses de la administración Milei y reflexionó que a pesar del tiempo transcurrido de su gestión hoy «existe un divorcio gravísimo entre las esperanzas o expectativas y la realidad», «hay confusión en la sociedad, un gobierno le propone una revolución económico financiera y la gente se muere de hambre, en esto hay algo que no cierra».

La deuda es el condicionante de todo lo que pasa en materia financiera, económica y política

«El gobierno toma medidas para ganar tiempo, la pregunta es ¿para qué o haciendo qué?. Pasaron seis meses de gestión, llegaron y aplicaron una política de shock, el gobierno anterior lo hacía en forma gradual. En estos seis meses de política de shock cayeron los salarios reales, es decir las cifras formales descontada la inflación, el promedio de caída es de 15%. Las jubilaciones son las que más han sufrido el impacto de la inflación haciendo caer las jubilaciones netas en más de un 20%, esto también alcanzó a los planes sociales porque, bien o mal adjudicados, fueron afectados, que haya o no corrupción es un problema delictivo».

Para Héctor Giuliano la inflación «es la principal y más poderosa herramienta de redistribución del ingreso, porque a trabes de ella hay ganadores y perdedores, porque la inflación actúa como un impuesto. Esto ha sido muy expuesto por los liberales, hablando que la inflación se comporta como un impuesto. La inflación quita poder adquisitivos y bajos los salarios reales. Los salarios descontado la inflación quedan por debajo de los precios».

El país no tiene la solvencia para poder afrontar sus obligaciones y tiene que suspender los pagos, encarar una revisión de las negociaciones –como todo deudor que no puede afrontar sus deudas–, convocar a los acreedores y replantear los términos de negociación de la deuda, pero la clase política está totalmente fuera de eso

«Lo paradójico de esto es que lo lleva adelante un gobierno declarado fanáticamente liberal. La gran receta de ajuste y nueva receta recesiva del FMI se llama inflación, porque gracias a ella el gobierno licua la mayor parte del gasto público, porque paga salarios, planes sociales y gastos de funcionamiento con valores caídos. De allí que se le llame licuadora, de ingreso y gasto publico. Esta es la única razón por la que inéditamente el gobierno obtiene superávit fiscal».

En Argentina el principal factor de gasto público es la deuda pública. Quienes claman contra el gasto público para llegar a un déficit fiscal equilibrado soslayan decir que su principal rubro son los intereses y servicios del capital de la deuda

Giuliano explicó que en estos meses de gestión Milei, «los ingresos por causa de la inflación hizo que el gobierno recaude más, ejemplo, si aumentan los precios se recauda más por IVA, otro caso es el aumento de los ingresos nominales, por caso salarios y utilidades y entonces recauda más por el impuesto a las ganancias, cuando cae el valor del dinero aumenta comparativamente el valor medido en pesos de las propiedades y esto hace que aumente la recaudación por bienes personales, etc. El gobierno nunca se perjudica por la inflación».

La inflación está licuando el gasto público, bajan los salarios reales, las jubilaciones y pensiones, los planes sociales, las obras públicas, y tenemos un país en crisis con un 45% de pobreza, una industria y una economía productiva en crisis y bancos cobrando tasas extraordinarias de interés

«En estos 5 meses del año los ingresos del Estado aumentaron 288 por ciento, pero cuando vamos a los gastos nos encontramos que aumentaron 161 por ciento, hay 100 puntos de diferencia que se tragó el gobierno».

 

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