MIéRCOLES, 27 DE NOV

A más de 13 años de su desaparición, detuvieron al camionero que vio por última vez a María Cash

Héctor Romero había declarado que en 2011 trasladó a la joven hasta la Difunta Correa, en el paraje Palomitas y él continuó viaje. Quedó a disposición de la justicia federal de Salta.

A 13 años y casi cinco meses de la desaparición de María Cash, el camionero que vio por última vez a la joven de 29 años fue detenido y quedó a disposición de la Justicia Federal.

El sospechoso, identificado como Héctor Romero, de 71 años, sería la última persona que tuvo contacto con Cash antes de su desaparición. Desde hoy, se convirtió en el primer detenido del caso y podría ser acusado de homicidio calificado.

Romero, que fue el principal testigo de la causa y ahora se encuentra imputado. Este martes llegó custodiado por efectivos de la Gendarmería a la sede de la Policía Federal de esa provincia. No realizó declaraciones a la prensa sobre la investigación y su situación judicial.

“La orden de captura de Romero se ejecutó este martes en la zona norte de la ciudad de Salta y se debió a una serie de contradicciones y otras pruebas”, informaron fuentes cercanas a la investigación.

De acuerdo a su testimonio inicial, el camionero habría levantado a Cash en la rotonda de Torzalito, en la ciudad de General Güemes, y la habría trasladado hasta la Difunta Correa, en el paraje Palomitas y él continuó viaje.

La jueza Mariela Giménez, titular del Juzgado Federal número dos de Salta, ordenó la detención del sospechoso, que este miércoles a las 11 será notificado de la imputación por su supuesta participación en la desaparición de la damnificada.

La desaparición de la chica se convirtió en uno de los casos más enigmáticos de los últimos años, y tomó intervención la Justicia Federal, ya que había indicios de que podría estar encuadrado dentro del delito de trata de personas.

En tanto, desde hace tiempo, el Ministerio de Seguridad de la Nación autorizó a que la recompensa para quien aporte datos fehacientes sobre Cash sea de $5 millones, lo que motivó aún más a la declaración de testigos falsos.

“Del análisis de estos reportes, se establecieron contradicciones y falsedades de parte de varios testigos que originalmente aportaron información y que habrían desvirtuado la dirección de las investigaciones, motivados principalmente por la posibilidad de acceder al pago de la recompensa. Saneado el expediente, la fiscalía consideró necesario volver al minuto cero de la desaparición de la joven, a fin de poder reencauzar la investigación. En ese marco es que se requirió las testimoniales de las personas que, ya sea directa o indirectamente, vieron o tuvieron contacto con Cash”, sostuvo el sitio www.fiscales.gob.ar, al informar sobre el impulso de la investigación encarada por el fiscal Villalba.

Los hechos…

La joven diseñadora había viajado a Jujuy para vender la ropa que ella misma diseñaba. Tomó un ómnibus en la terminal de Retiro el 4 de julio de 2011. Un día después llegó a Tucumán, donde subió a otro ómnibus y se dirigió a Rosario de la Frontera, en Salta.

Según la publicación de  hecha por www.fiscales.gob.ar: “Un camionero la acercó hasta la rotonda de acceso a la localidad santiagueña de La Banda, desde donde viajó a Jujuy. Llegó el 6 de julio. Allí, realizó una llamada telefónica a un amigo jujeño, tras lo cual fue vista cuando hacía dedo. También se estableció que llamó a su familia, mientras que alrededor de las 23.34 de ese día fue captada por las cámaras del peaje Aunor, en el acceso a la ciudad de Salta. El jueves 7 de julio de 2011, en tanto, se registró su ingreso en el hospital San Bernardo en horas de la mañana, donde pidió atención médica, pero se retiró. De las personas que la vieron surgió que la joven se mostraba físicamente deteriorada. Más tarde, a las 9, personal del peaje Aunor encontró su mochila. Y a las 12, un remisero informó que la había trasladado del barrio Portezuelo, cercano al hospital, hasta el acceso a la capital salteña. Al otro día, Cash tocó la puerta de una vecina en la avenida Tavella, en la misma zona de acceso a la ciudad. En esa vivienda, la joven pidió asilo, pero no lo consiguió. Luego fue vista por dos empleados de una estación de servicio ubicada en la rotonda de Torzalito, en la ciudad salteña de General Güemes. A uno de ellos le dijo que no estaba alterada ni perdida. Posteriormente, a las 16.30, un camionero la vio hacer dedo en la ruta 9/34, la levantó y la trasladó hasta una gruta de la Difunta Correa, siendo este el último registro que los investigadores tiene de ella”.

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