Confirman que en la financiera allanada se ejecutaban maniobras de lavado de dinero
Los dueños de una conocidísima financiera de la ciudad de Rosario fueron detenidos esta mañana en el marco de una investigación que se desató hace varios meses, tras el crimen del ex barra brava de Newell’s Old Boys, Marcelo Coto Medrano. Una piola que evidencia un accionar que en Rosario podría ser más común de lo que se cree.
Foto: Archivo.
Horas antes de ser acribillado a balazos en una estación de servicio, en Granadero Baigorria, Marcelo «Coto» Medrano había adquirido 17.600 dólares en las oficinas de la financiera Cofyrco, ubicada en Córdoba y Corrientes. Esa misma noche, Medrano recibió 15 disparos y, según consta en la investigación antes de rematarlo en el piso, uno de los sicarios le gritó: «¿Donde está la guita?».
Tras esas pistas fueron los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada, Luis Schiappa Pietra y Matías Edery, cuando solicitaron el allanamiento de la firma en septiembre de 2020. A partir de lo obtenido en ese procedimiento, la causa derivó en una investigación por lavado de activos y tuvo otro capítulo este martes por la mañana cuando se realizaron diversos operativos, requeridos por el fiscal Sebastián Narvaja, de la Unidad de Delitos Económicos y Complejos, en oficinas céntricas y en Puerto Madero y fueron detenidos Guido G. y Patricio C., titulares de Cofyrco y otros tres empresarios.
En el primer allanamiento a Cofyrco se incautó documentación e importantes sumas de dinero: 5 millones de pesos, 41.000 dólares, 33.000 euros, 81.000 reales y 3.000 libras. En virtud de ello, se decidió hacer un desglose de la investigación para seguir la pesquisa patrimonial sobre lo encontrado. «Todo indicaba que había operaciones de cambio ilegal» explicó el fiscal Narvaja tras los procedimientos.
Este cambio de dinero incluyó entre otras operaciones la del señor Medrano y su única actividad conocida era la actividad criminal, nunca tuvo una actividad lícita de ningún tipo, con lo cual la fiscalía consideró que había elementos para suponer que, más allá de la operación ilegal de dinero, hay una situación de lavado de activos, en la medida que esos pesos provenientes de delitos, terminan luego -a través de un préstamo o de un cambio de cheques- en el bolsillo de una persona que lo usa de forma legal».
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En cuanto a Cofyrco, el fiscal remarcó que allí es donde se ejecutó la maniobra de lavado de dinero y aclaró que «no es una financiera sino que es una empresa que tiene un cascarón de fachada jurídica pero, las financieras en Argentina son entidades autorizadas por la superintendencia de bancos y entidades financieras, y esta no es una entidad autorizada».
Hasta ahora, en la causa hay cinco personas detenidas: Guido G. y Patricio C., titulares de Cofyrco, y otros tres empresarios identificados como Fernando V., Marcelo F. y Sergio Z. Además, fueron secuestrados teléfonos celulares y gran cantidad de documentación.
El crimen del «Coto»
Al momento de su muerte, Marcelo «Coto» Medrano tenía 44 años y una incontable lista de antecedentes penales ligados, mayormente, a la venta de estupefacientes. Tuvo un estrecho vínculo con la barra brava de Newell’s y también duros enfrentamientos con algunos de sus líderes y, durante años, manejó el narcomenudeo en la zona norte de Rosario, extendiéndose además a Granadero Baigorria, Capitán Bermúdez y San Lorenzo. La Justicia Federal lo condenó en 2010 a 6 años de prision por venta de estupefacientes y volvió a caer en 2017, en un megaoperativo en el cordón industrial. En 2018 firmó un juicio abreviado en el que fue sentenciado a dos años de prisión efectiva abuso de armas.
Durante un tiempo, Medrano dejó la ciudad y se mudó a Victoria, donde mantuvo un bajo perfil. Pero, a principios de 2020 decidió regresar y se instaló en su territorio histórico, en la zona norte de Rosario.
La noche del 10 de septiembre de 2020, «Coto» Medrano estacionó su Ford Fiesta en la estación de servicio ubicada en San Martín y Eva Perón, en Granadero Baigorria. Mientras su mujer y su hijo de pocos meses esperaban en el auto, Medrano entró a comprar un paquete de pastillas al local comercial. Minutos después, una camioneta Ford Eco Sport estacionó en forma paralela a su vehículo y se bajaron tres hombres, uno de ellos se mantuvo apuntando a la mujer y los otros dos abrieron fuego contra el ex barra brava a quien, tras caer malherido, remataron en el suelo con varios tiros en la cabeza. De acuerdo a la investigación, 15 fueron los plomos que impactaron en su cuerpo.
Ese mismo día, por la mañana, Medrano había comprado 17.600 dólares en la financiera Cofyrco. Según surgió de las pericias de su teléfono celular, con esa compra sumó un total de 33.000 dólares adquiridos en esa semana.
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Por el homicidio hay dos policías imputados. Gabriel Godoy, acusado de manejar la camioneta que trasladó a los sicarios, y Milton B, un efectivo que presta servicio en Aldao.
Godoy es hermano del histórico rival de Medrano, «Dani» Godoy, otro conocido narco del cordón industrial, que se encuentra prófugo. Además, su nombre es conocido por haber sido juzgado (y absuelto) por encubrimiento en la causa por la desaparición y muerte de Paula Perassi.