Por Elisa Soldano

La desaparición de Loan Danilo Peña, el niño de 5 años que fue visto por última vez el viernes 13 de julio en la localidad correntina de 9 de Julio, volvió a poner en la agenda mediática el delito de la trata de personas. Contrario a lo que suele pensarse, estas redes criminales no tienen como principal método de captación el secuestro, sino el engaño y, si bien nadie está exento de caer en ellas, los individuos que atraviesan situaciones de vulnerabilidad son más susceptibles a ser captados por estos entramados.

Para conocer cómo operan estas redes delictivas, Conclusión habló con la psicóloga especializada en trata de personas, Daniela Gasparini. La profesional visitará Rosario este jueves, para dar una charla sobre la materia en San Luis al 1551, a partir de las 14.30. Quienes deseen asistir deben enviar un mail a [email protected].

“La trata en nuestro país está tipificada como delito desde el año 2008, cuando se creó la Ley Nº 26.842. Es un negocio ilegal, de los que más dinero mueven a nivel mundial y por eso se habla generalmente de organizaciones criminales, de redes más extendidas donde el poder político, económico, institucional o policial puede entrar en complicidad para que esto se perpetúe en el tiempo”, señaló Gasparini.

El secuestro no es tan usual en las redes de trata

La psicóloga mencionó que el secuestro es una modalidad para captar a las víctimas, pero aseguró que “no es la única ni la más frecuente”. Lo más usual en este tipo de delitos es el engaño, que, según la profesional, consiste en “ganarse la voluntad de la persona, hacerles una oferta laboral engañosa, aprovecharse de su vulnerabilidad, ofrecerle lo que necesita, quiere o desea”.

“La captación está muy asociada al aprovechamiento de la vulnerabilidad de las personas. Es fácil captar la atención de las víctimas ofreciéndoles, de forma engañosa, un trabajo, como ser jugadores de fútbol o modelos, cosas que estas personas necesitan. Esta oferta se hace, principalmente, a través de las redes sociales, no solo Instagram, sino WhatsApp o plataformas de juegos”, advirtió Gasparini.

Y sostuvo: “El secuestro no es la metodología más frecuente en el delito de trata, porque implica un despliegue muy importante y tiene mayor exposición. En regiones como las nuestras, donde las economías delictivas se mueven en función de la vulnerabilidad de las personas, es mucho más fácil y conveniente ganarse la voluntad de las víctimas”.

Asimismo, manifestó que la trata y el narcotráfico son los “negocios mundiales más redituables”, y advirtió que en ellos se observa la connivencia o complicidad de los poderes políticos, policiales, institucionales y judiciales, sin los cuales este tipo de delitos “difícilmente progresarían”.

La trata no es sólo explotación sexual

La explotación sexual es sólo uno de los fines que tiene la trata de personas: también se destacan el aprovechamiento laboral –que, según Gasparini, es el que más proliferó en el país en los últimos años–; la venta de niños, niñas y adolescentes a adultos para contraer matrimonio o uniones de hecho forzada; o la captación de individuos para la extracción y comercialización forzosa de órganos, un delito que es menos habitual.

La importancia de denunciar rápido ante una desaparición

“Cuando desaparece una persona, lo primero que hay que pensar es que sea por trata. No porque sea lo más frecuente, sino porque así se activan rápidamente las alertas tempranas y las alarmas en las primeras horas, que son cruciales, y se pone la causa en manos de la Justicia Federal”, señaló la psicóloga.

Y añadió: “Cuando hay un secuestro o desaparición, hay que llamar inmediatamente a la línea 145, no hay que esperar ni una hora para hacer la denuncia. Las primeras horas son cruciales para activar el Alerta Sofía, el Alerta Interpol, para que las fuerzas federales puedan activar las búsquedas en aeropuertos, rutas, estaciones de ómnibus o cruces de fronteras. La línea 145 es una vía nacional de denuncia, es anónima, gratuita y funciona en todo el país las 24 horas”.

“Si en la comisaría del barrio no quieren tomar la denuncia, está la posibilidad de llamar directamente a la línea 145. La operadora que está del otro lado va a redactar la denuncia y la va a elevar al Sistema de Seguridad en caso de una desaparición, o al Ministerio Público Fiscal para su investigación”, completó Gasparini.

El desguace de las áreas estatales que pelean contra la trata

La psicóloga Daniela Gasparini formó parte, por trece años, del Programa Nacional de Rescate de víctimas de trata, pero fue desvinculada recientemente. “En el último tiempo se han desjerarquizado un montón de organismos, se despidió a muchas personas. Se vienen debilitando estos programas. Para combatir al crimen organizado tenés que tener un Estado fuerte y políticas públicas tendientes a erradicar este flagelo”, señaló la profesional.

Y concluyó: “La trata es un delito que, por sus características, siempre se ha desatendido, pero en nuestro país no. En los últimos años se buscó fortalecer y generar las condiciones para que se pueda resolver por lo menos dentro de nuestras fronteras. El problema es cuando eso se desjerarquiza y no se financia como corresponde, en situaciones y contextos donde seguramente va a haber más vulnerabilidad”.