Condenado por robo a un vigilador de Transatlántica y a la sede de Rosario Bus
Se trata de Emanuel Alejandro Olivera de 29 años. En 2016, había sido absuelto por el juez Carlos Leiva. Sin embargo, el fiscal Nicolás Foppiani apeló la sentencia, la Cámara revocó la absolución. Ayer se comunicó la nueva sentencia en la que el juez Carlos Curto resolvió la pena de prisión efectiva.
- Judiciales
- Sep 1, 2017
Emanuel Alejandro Olivera de 29 años fue condenado a seis años de prisión efectiva por el robo a un vigilador privado de la empresa Avispar que transportaba dinero de la firma Transatlántica, ocurrido en abril de 2015 en la ciudad de Rosario. La pena fue impuesta por el juez Carlos Curto y notificada ayer al fiscal Nicolás Foppiani, quien tuvo a su cargo la investigación de los hechos.
A la condena impuesta por Curto se llegó luego de que Foppiani apelara una sentencia anterior dictada por el juez Carlos Leiva, quien había absuelto a Olivera. En tal sentido, a raíz del recurso interpuesto por el fiscal del MPA, la sentencia absolutoria fue revocada por la Cámara de Apelaciones, que ordenó el reenvío del caso y el dictado del nuevo fallo que fue comunicado ayer.
Unificación
Los delitos por los que fue condenado Olivera son la autoría de robo calificado por el uso de arma de fuego (cuya aptitud no pudo acreditarse); robo agravado por ser en poblado y en banda –ambos delitos en concurso ideal– y privación ilegítima de la libertad agravada –en concurso real con los dos robos.
Además, Olivera ya había sido condenado a tres años de prisión por el robo de 600 mil pesos –que cometió con su hermano– en la sede de la empresa Rosario Bus una semana después de los hechos en los que resultó víctima el vigilador privado. Por el robo en la firma de transporte, Olivera fue hallado penalmente responsable de los delitos de robo agravado; tenencia ilegítima de arma de fuego de uso condicional y encubrimiento.
En este marco, los seis años que resolvió imponer como pena el juez Curto resultan de la unificación de los dos robos (al vigilador y a la empresa Rosario Bus).
Los hechos
Los ilícitos por los que fue condenado Olivera ocurrieron en horas de la siesta del viernes 17 de abril de 2015 en inmediaciones de la intersección de las calles Mitre y Rioja de Rosario. “En pleno centro de la ciudad, un hombre obligó al vigilador a subir a un auto en el que había otras dos personas”, detalló Foppiani. “Le sustrajeron 30 mil reales y 20 mil euros; lo golpearon con un arma de fuego y lo retuvieron dentro del vehículo aproximadamente dos horas”, relató Foppiani. “Finalmente, le ataron las manos con alambre y lo dejaron en inmediaciones de Uriburu y Las Palmeras, jurisdicción de la localidad de Pérez, donde fue auxiliado por una familia y luego por la policía”, agregó el fiscal.
“Una semana después, Olivera –y su hermano– fueron identificados en un robo que perpetraron en la sede de la empresa Rosario Bus y de donde sustrajeron 600 mil pesos que estaban destinados al pago de sueldos. Por tal motivo, se allanaron una vivienda ubicada en calle Casas al 4.600 y un garaje cerrado de Isola y Pasaje Planas. En ambos operativos se secuestraron armas de fuego; dinero en efectivo (pesos y reales); precintos plásticos y un Peugeot 106”, añadió el funcionario del MPA.
Apelación del fiscal
Por el robo al vigilador privado, Olivera fue juzgado y absuelto por el juez Carlos Leiva en un juicio oral y público realizado entre el martes 16 y el miércoles 24 de agosto de 2016. Sin embargo, el fiscal Foppiani apeló la sentencia y la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Rosario ordenó la revocatoria del fallo absolutorio del juez Leiva y el reenvío del caso a otro juez de primera instancia para que dicte un nuevo fallo.
“Desde un principio, estuvimos convencidos de la teoría del caso, de las calificaciones legales que oportunamente imputamos y de las pruebas que presentamos en el debate”, sostuvo Foppiani. “Además, las declaraciones de 16 personas –más lo dicho por la víctima– permitieron confirmar lo que sostuvimos desde que comenzamos a investigar los hechos”, concluyó el fiscal.