Arroyo Salgado confirmó que encontraron restos de los cuerpos en el avión estrellado
La magistrada confirmó este lunes que se recuperaron restos pertenecientes a los tres ocupantes de la aeronave Mitsubishi MU-2 Matrícula LV-MCV, que cayó en la confluencia de los ríos Paraná Guazú y Barca Grande. Están siendo analizados en el Departamento de Medicina Forense de San Isidro.
- Policiales
- Ago 21, 2017
La jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, confirmó esta noche que se recuperaron restos pertenecientes a los tres ocupantes de la aeronave Mitsubishi MU-2 Matrícula LV-MCV, que cayó en la confluencia de los ríos Paraná Guazú y Barca Grande, mientras que peritos forenses continuaron trabajando hoy en el lugar donde cayó el avión.
Los restos recuperados fueron trasladados al Departamento de Medicina Forense de San Isidro donde están siendo analizados y se sigue preferenciando la labor de los forenses, dijo a su vez la presidenta de la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil, Ana Pamela Suárez, junto a la titular del juzgado federal número 2 de San Isidro.
La doctora Arroyo Salgado agregó que se está «priorizando la recuperación de las tres personas que se verificó que viajaban en el avión, dándole intervención a las familias para que puedan controlar y formar parte de todo este proceso».
La titular del juzgado afirmó además que se convocó a un tanatólogo que «deberá analizar los restos humanos que se están encontrando».
Arroyo Salgado indicó, también, que dadas las condiciones del terreno y el trabajo de campo «el juzgado decidió convocar al Equipo Argentino de Antropología Forense, que envió hoy a dos expertos que hicieron un trabajo directo en la recuperación».
La magistrada pidió prudencia y respeto por los familiares «que están sufriendo la pérdida de las tres personas».
Ana Suárez señaló que la estructura del avión sólo va a ser retirada una vez que el trabajo de los forense haya concluido, «aunque hay algunos restos que ya fueron derivados a la Prefectura».
Por la mañana, la JIAAC había indicado que «los procedimientos que se están llevando adelante priorizan el trabajo del equipo forense y mantienen especial cuidado respecto de la manipulación de los restos de la aeronave, teniendo presente las dificultades de la zona» y había evitado precisar el hallazgo de los cuerpos de Matías Ronzano, de 30 años; Emanuel Vega, de 25, y Matías Aristi, de 37.
Previamente, Eduardo Génova, piloto amigo de la familia de Matías Ronzano, uno de los tripulantes del avión Mitsubishi, había asegurado que dentro de la aeronave sumergida se habían encontrado restos humanos que fueron tomados para realizarles «los ADN correspondientes».
Desde temprano, la jueza Sandra Arroyo Salgado había establecido una restricción absoluta de sobrevuelo de la zona por parte de helicópteros o drones que no sean los afectados al operativo, llevado a cabo por un equipo conformado por los investigadores de la JIAAC, agentes de Prefectura Naval Argentina, Bomberos Voluntarios de San Antonio de Areco y la sección de canes de Gendarmería Nacional Argentina.
«El avión está semienterrado y es muy difícil extraer sus partes, sobre todo las más pesadas, que son muy importantes para la investigación, como es el caso de los motores, a los que todavía no se ha podido acceder. Ayer se hizo una buena parte y hoy continúa», aseguró el titular de la ANAC, Juan Irigoin,
Hasta el momento, sólo se pudieron recuperar algunas partes del Mitsubishi, mientras que el operativo para retirar a toda la aeronave continuará mañana con un helicóptero MI 17 de Fuerza Aérea Argentina para el retiro de los restos de mayor peso, precisó la JIAAC.
El trabajo realizado ayer tuvo como resultado la extracción de numerosas partes de la aeronave, tales como restos de tren de aterrizaje y cola, que están siendo acondicionados en la Base de la Prefectura Naval Argentina, para luego ser trasladados al aeropuerto de San Fernando para la investigación, que tiene por objetivo determinar las causas y factores que ocasionaron el accidente», informó el comunicado de la junta de investigaciones.
El avión en el que viajaban Ronzano, Vera y Aristi había partido el 24 de julio a las 14.30 del aeródromo de San Fernando con un plan de vuelo en el que estimaba su arribo a la localidad formoseña de Las Lomitas a las 18.30, donde la familia Aristi, posee campos.
De acuerdo con lo indicado a Télam por una fuente aeronáutica, el lugar donde se encuentra el avión está en la ruta correcta que debía recorrer para cumplir con la indicación que le transmitió la Torre de Control, que solicitó su retorno a San Fernando para comprobar la razón por la cual no funcionaba en “trasponder” que permite que la aeronave sea identificada por los radares de control.
El lugar de la caída es un pantano de los muchos que posee el Delta del Paraná, situado a unos 40 kilómetros de Zárate, sobre un brazo del Paraná Guazú a metros de su confluencia con el brazo Barca Grande.