Prisión perpetua para el femicida de Julieta del Pino
Julieta tenía 19 años y era oriunda de Berabevú. El femicida la siguió cuando volvía del trabajo a su casa y tras llevarla a su domicilio, la golpeó, la estranguló y la arrojó en un pozo del patio para luego cubrirla con cal, tierra y un tanque de fibrocemento.
- Judiciales
- Jun 23, 2022
A un mes de cumplirse el segundo aniversario del brutal femicidio de Julieta del Pino, su matador, Cristian Romero, fue condenado este jueves a cadena perpetua, a través de un juicio abreviado en los Tribunales de Melincué. Los jueces los sentenciaron por el delito de homicidio
Julieta tenía 19 años y vívía en Berabevú, a 166 kilómetros de Rosario. La noche del 24 de julio de 2020, la joven salió del kiosco donde trabajaba y la mandó un mensaje de whatsapp a su mamá avisándole que iba para casa y que le caliente la comida. Pero nunca llegó. Según se pudo reconstruir en la investigación, Romero la siguió en su auto (la joven se desplazaba en bicicleta) la llevó a su domicilio donde la golpeó y la estranguló. Tras el crimen, arrojó el cuerpo en un pozo, en el patio de su vivienda, y lo cubrió con cal.
Tras una intensa búsqueda, el relevamiento de las cámaras de seguridad y algunos testimonios, las sospechas recayeron sobre Romero, que había tenido una fugaz relación con la víctima y era compañero de trabajo de uno de sus hermanos. De hecho, fue él quien reconoció el auto de Romero en las videos de las cámaras de seguridad.
A partir de allí, la fiscal Susana Pepino, de la fiscalía de Melincué, ordenó un allanamiento en la casa en la que el sospechoso vivía con su pareja embarazada y, con la ayuda de los perros de la Brigada Canina, encontraron el cuerpo de la joven enterrado en el patio.
Según detalló la fiscal Susana Pepino, Romero «le propinó múltiples golpes de puño en el rostro y luego la tomó del cuello hasta que ocasionó su muerte por asfixia». «Tras constatar el fallecimiento de la víctima, arrastró el cuerpo sin vida hasta el patio de la casa, lo arrojó en un pozo, le tiró cal y tierra y lo tapó con una loza de cemento y un tanque de agua”. En tal sentido, aseguró que “él era consciente de su conducta ilícita y procuró su impunidad”.
La sentencia fue resuelta por el Tribunal integrado por los jueces Lorena Garini, Adrián Godoy y Benjamín Révori en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos.