JUEVES, 21 DE NOV

Ante acusaciones de Milei, Bartolacci detalló todas las auditorías que actualmente rigen sobre la UNR

La Universidad Nacional de Rosario afronta dos auditorías externas y varios controles internos, y, además, debe presentar al menos tres informes de gastos con cierta periodicidad.

 

El rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, explicó ante Conclusión cómo se auditan las casas de altos estudios y enumeró cuáles son los controles que existen actualmente. Las aclaraciones contrastan con las reiteradas advertencias por parte del presidente Javier Milei y sus funcionarios, quienes, al ser cuestionados por el desfinanciamiento del sistema educativo, acusaban a los establecimientos de impedir que el Estado controle sus gastos.

En los últimos días, además, el conflicto escaló cuando el Gobierno nacional determinó que sea la Sindicatura General de la Nación (Sigen) la que realice las auditorías, una medida que fue rechazada por la Universidad de Buenos Aires (UBA) por considerar que este organismo depende directamente del Poder Ejecutivo y que su intervención en el ámbito universitario es inconstitucional. Por lo dicho, presentó un recurso para que sea la Justicia quien determine quién debe realizar los controles.

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En diálogo con Conclusión, Bartolacci comentó: “No hay ente público del Estado nacional más controlado y auditado que las universidades públicas, y está bien que eso sea así, porque son recursos públicos y tienen que administrarse bien. Estamos con las puertas abiertas para recibir cualquier tipo de auditoría o control adicional”.

En este sentido, el rector aclaró que hay dos controles externos que rigen sobre las universidades nacionales: uno es el de la Auditoría General de la Nación (AGN) y otro el de la Comisión General de Acreditación y Evaluación Universitaria (Coneau). Ambos están establecidos por ley y los establecimientos no pueden negarse a recibirlos.

A esto se suman las auditorías internas. “Hasta fines del 2022 hacían todos los controles conforme a las indicaciones de la Sindicatura General de la Nación, que depende del Poder Ejecutivo. Luego la Sigen se retiró, pero las auditorías siguieron, con los mismos manuales de procedimiento establecidos por este organismo. Lo que se anunció en los últimos días es que el Gobierno retoma esos controles, y está muy bien que así sea, volveremos a hacerlo como se hizo hasta hace dos años”, añadió Bartolacci.

“En los últimos cinco años, solo en mi gestión –continuó– tuvimos noventa y ocho informes de auditoría presentados a la Sigen, todos aprobados. Adicionalmente, tenemos todos los controles establecidos por la Ley de Administración Financiera del Estado. Además, rendimos cada seis meses la cuenta de inversión a la Contaduría General de la Nación. El 95% del presupuesto es el pago de salarios, eso se rinde todos los meses a la Secretaría de Educación, se manda un listado completo del personal, el tipo de cargo, cuánto cobra y el número de Cuit”.

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En relación a las acusaciones por parte de Milei sobre la resistencia que tienen las universidades a ser auditadas, el rector de la UNR observó: “Cada afirmación busca generar una especie de manto de sospecha de lo que sucede en la universidad y en la ciencia, para desprestigiarlas y fundamentar así el desfinanciamiento. Somos muy controlados, está bien que sea así y no tenemos ningún problema en poner controles adicionales o en perfeccionar los existentes”.

“También se afirma esto para desviar el eje de atención y no discutir el problema salarial o presupuestario. Las auditorías se están haciendo actualmente, si viniera alguna indicación adicional de la Sigen, bienvenida sea. Los controles de gastos son un uso y costumbre para la vida universitaria, es una discusión ficticia”, cerró Bartolacci.

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