SáBADO, 23 DE NOV

Aproximación al estado de la crisis financiera global

Conclusión pone el foco en el tema económico a través de un informe de Walter Formento, quien es el presidente del Centro de Investigación de Política y Economía.

Por Walter Formento (*) y Mario Sosa (**)

Luego de las caídas registradas en el PIB en 2008 (-0.3%) y 2009 (-2.8%), la economía de los EE.UU. comienza una recuperación muy leve que al presente (marzo 2015) nunca alcanzó una tasa siquiera del 3% (el crecimiento del PBI ha sido en promedio desde 2010 del 2.2%). Sin embargo, después del fuerte aumento de la tasa de desempleo, ésta comenzó a disminuir para situarse en un 5.5% en marzo de este año. Este ratio afecta a no menos de 9 millones de trabajadores.

A partir de 2013/2014 aumenta la inversión proveniente de China, de parte de capitales chinos (incluso estatales) como de capitales de empresas transnacionales radicadas en China. Dichas inversiones, siguiendo la lógica transnacional del máximo rendimiento impacta sobre valor de PBI, más no sobre empleo. Son inversiones en sectores capital intensivo que producen mercancías High Tech. Un crecimiento de los sectores de alta tecnología que no genera desarrollo de la economía local, sino que impacta mucho más en distintos nodos de producción global emergentes, a los cuales provee de tecnología y desarrollo. Ello se nota luego en la balanza de cuenta corriente.

Esto hace que si bien la recuperación del PBI se muestre positiva a nivel global, a nivel industrial la recuperación se muestra muy lenta siendo en 2015 la producción un 5.8% superior a la de 2007. Es decir en 8 años, la producción industrial creció a un promedio bastante inferior al 1%. Hoy el uso de su capacidad instalada llega al 78.9%. Esto explica, a la par, el nivel de la tasa de desempleo en ese sector, casi del 10%.

Hay que tener en cuenta que su población económica activa (PEA) era, a 2014, de 156 millones de trabajadores de los cuales 146 estaban ocupados. Lo más crítico fue en 2009 pues, con una PEA inferior, los desocupados llegaron a casi 15 millones de trabajadores. Esa fuerza de 146 millones  es la que le permitió generar 17.7 billones de dólares de PBI en 2014. El punto es que la tasa de inversión (o la acumulación de capital) en relación al PBI es insuficiente para esperar tasas de crecimiento importante en esa variable. Cabe recalcar que los capitales de EE.UU. invierten más fuera del país que adentro, y que a la vez si bien atrae un importante monto de inversión extranjera, por primera vez en muchos años, ha sido China el país que mayores inversiones recibió en 2014. Un país que se desarrolló desde 1990 sin interrupciones y permite entender que el PBIchino haya crecido a tasas medias del 12% anual y hoy supere al de EE.UU. medido a Paridad de Poder Adquisitivo (PPA). Lo que hace observable dicho ritmo de crecimiento en China, es lo que pesan las  empresas transnacionales que se radicaronahí comopráctica de su política de deslocalización y aprovechamiento de mano de obra barata, en economías emergentes de gran tamaño. En esto no solo impactan las multinacionales de EE.UU. sino todas aquellas que, provenientes de países centrales, iniciaron decididamente entre 1980-90, un camino que las lleva a desarrollar nuevas formas de empresas transnacionales.

Volviendo a EE.UU. vemos que su nivel de deuda pública es más que su PBI, su sector público está en déficit, y tiene un 63% de su presupuesto federal destinado a la industria de la defensa, ítem que no para de crecer. Ello pone de manifiesto una dualidad de su economía: 1) su significativa inversión de capital en las economías emergentes y 2) en el sector de industrias de la Defensa en EE.UU. El déficit de su cuenta corriente aunque persistente (últimos 20 años siempre saldo negativo) ha disminuido en relación al PBI a un 3.1% en 2014, viniendo de tasas de 6 % años atrás.

EE.UU. sigue siendo sin embargo una economía muy potente y los problemas tal vez no sean de su estructura económica sino más bien del uso que hace de ella. En el corto plazo parece estar mostrando leves mejorías, en el mediano plazo sin embargo depende del rumbo que tome en relación a si misma, en relación al mundo y la reacción del mundo ante su actitud. No es tan claro ya, que su economía continúe siendo el principal motor de la economía mundial,  aunque explique una porción importante del PBI mundial y ostente el mayor PBI per cápita medido a paridad del poder adquisitivo (67 mil USD contra 13 de China por ejemplo). Igualmente, se puede observar un creciente nivel de concentración económica y una desmejora permanente en la distribución del ingreso con el consecuente aumento de la pobreza y la indigencia.

El PBI mundial a PPA fue en 2014 de 107 billones de USD, EE.UU. y China generan 17,4 y 17,6 billones respectivamente (entre los dos se reparten por mitades el 32% que explican).

En los ´80 EE.UU. explicó el 22.66% de la riqueza mundial creada año tras año (promedio anual simple). China apenas el 3.22%. En los 90 EE.UU. explicó el 21.09% del PBI mundial PPA y China el 4,11%. En la primera década del nuevo milenio, ya China explicaba el 9.83% del PBI mientras que EE.UU. caía al 19.65%. En lo que va de la segunda década hasta 2014, EE.UU. explica nada más que el 16,63% de la riqueza global creada y China alcanza el 15,17. Las perspectiva para los 5 siguientes años (hasta 2019 incluido) de acuerdo con el FMI dicen que China explicará en promedio el 17.88% del PBI mundial mientras que EEUU habrá bajado al 15.82% (incluso hay cierta “benevolencia” para con este último país en las proyecciones por parte del FMI, datos que luego siempre termina corrigiendo).  A partir de los 90 del siglo pasado, la dinámica del PBI chino es más sólida por el fenómeno de la deslocalización de empresas multinacionales hacia las economías emergentes.

A la par, los llamados países emergentes y en vías de desarrollo (EE), en los 80, explicaban el  36% de la riqueza global creada y las economías avanzadas (EA) el 64% restante. En el 2014, mientras que las EA explicaron el 43%, las EE el 57% del PBI PPP mundial. Fue en 2007 cuando las EE y las EA se repartieron en partes iguales la creación mundial del PBI.

Tendencialmente los motores de la economía mundial empezaron a mudar de lugar. El punto central de este debate es si eso es consecuencia de lo bien que hace las cosas el resto del mundo y los mal que lo está haciendo EE.UU. o es la lógica derivación de un cambio universal de paradigma.

El capitalismo continúa siendo capitalismo pero ahora entró a la escena un capital global que está haciendo -al parecer – de todo el mundo o de todos los países “neo-colonias emergentes”, todas colonizadas por el gran capital financiero transnacional. ¿EE.UU. podrá seguir subsistiendo como nación, si sus dos fracciones financieras internas en confrontación, caen frente a la avanzada mundial por un proyecto multipolar, donde no sólo China, sino más bien los BRICS, CELAC, Unasur, otra Unión Europea, puedan tomar la delantera en el desarrollo de la humanidad?

El grave problema estructural que tiene EE.UU. es su sistema monetario controlado por una supuesta agencia independiente al decir de Alan Greenspan (presidente de esa institución entre agosto de 1987 y enero de 2006). El Sistema de la Reserva Federal sea tal vez la institución que en sus juegos internos, sus intereses en pugna,  haya que mirar en profundidad para explicarnos la propia decadencia de los EE.UU., como así también  gran parte de los problemas que tiene el mundo.

Para lo cual, hay que tener el cuidado de observar que al interior de esa magnánima institución hay intereses que gustarían de ver un dólar roto. Mientras otra fracción de capital brega por fortalecer a EE.UU. y al Dólar, viendo en ello su propia fortaleza (fracción expresada en parte por el partido Republicano, el partido del té, capitales con asiento en la esfera de la producción para la defensa y algunos bancos con mayor desarrollo interno que internacional).En tanto, la otra fracciónpuja por instituciones supranacionales o meta nacionales, que puedan controlar sin necesidad del juego democrático, un Estado global, con sus órganos de solución de controversias, con la ausencia absoluta de barreras nacionales o incluso regionales a la libre circulación del capital financiero, con la posibilidad de estructurar un sistema jurídico mundial de propiedad material e intelectual y, sobre todo con la posibilidad de una fuerza armada global y una participación de los pueblos no más allá de las redes sociales y la televisión satelital.

El Bancor planteado por Keynes como moneda universal tal vez sería, para esta fracción,  la forma de moneda que debiera reemplazar al dólar y a la vez diezmar así el poderío de EE.UU. como Nación. EE.UU. podrá seguir siendo EE.UU. si su pueblo puede constituirse en el heredero del control de su propio destino.

Varios acontecimientos relativamente recientes producidos por iniciativa de la República Popular China y de Rusia podrían asumirse como las causas del declive inminente del patrón de dominación anglosajón. Sin embargo cabe alertar acerca de la importancia fundamental que tiene como hito explicativo el conflicto dentro del “corazón del imperio”. Es el procesamiento mundial de ese conflicto el que da lugar, tal vez, a muchos de los acontecimientos producidos por aquellas naciones.

Queremos decir con esto que, en la explicación de los acontecimientos mundiales recientes, no sólo es necesario observar lo que ha venido sucediendo dentro de los EE.UU. sino que, sin observar esos sucesos, no encontraremos una explicación racional a lo que sucede. No podría comprenderse, por ejemplo, la flamante noticia de la petición de participación por parte del Reino Unido (como así también de Australia) en el nuevo banco creado por iniciativa China de inversión para infraestructura para Asia, AIIB (además de las solicitudes de ingreso  de Alemania, Italia y Francia), una especie de Banco Mundial paralelo.

China, a la par, recientemente lanzó la iniciativa de un servicio de pago internacional,  el CIPS –China International PaymentPlatform – una “alternativa” al SWIFT -SocietyforWorldwideInterbankFinancialTelecommunication- creado en 1973, sistema que lanzó la amenaza con destino ruso de desconectarle sus bancos (en el marco de un conjunto de sanciones económicas aplicadas a ese país por la llamada crisis de Ucrania). A la vez, Rusia ha respondido con la creación de su propio sistema, aunque obviamente la potencia del sistema Chino que incorporaría gran cantidad de entidades financieras es superior. Por otra parte amén del servicio, lo fundamental es que  el CIPS garantizaría una mayor cobertura del yuan en los pagos internacionales y permitiría a esa moneda avanzar hacia su conversión como moneda de reserva.

No es diferente, lo que pasa con el nuevo sistema que rige desde marzo de 2015 para la determinación del precio del oro. Hasta el 19 de marzo, el precio fue fijado por London Gold Fix cuyos 5 socios -que pasaron igualmente a formar parte del nuevo sistema de fijación de precios-  son: Bank of Nova Scotia, Barclays, Deutsche Bank, HSBC y Societé Générale. Se habrían sumado el UBS y JP Morgan. En febrero del corriente año salió la noticia sobre una investigación que estaría llevando a cabo la CommodityFutures Trading Commission (CFTC), el regulador estadounidense del mercado de derivados y opciones por presunta manipulación en la fijación de precios del oro, plata, platino y paladio. Dicha comisión investigaría al HSBC y también a los siguientes  bancos: Bank of Nova Scotia, Barclays PLC, CreditSuisseGroup AG, Deutsche Bank AG, Goldman SachsGroup Inc., J.P. Morgan Chase & Co., Société Générale SA, Standard Bank Group Ltd. y UBS AG. Delitos del mismo tipo se comentaron con la fijación de la tasa LIBOR.

Ahora la fijación del precio del oro se gestionará a través de una plataforma de negociación electrónica para la London BullionMarketAssociation (LBMA). Aquí los 3 mayores bancos chinos,ICBC, Bank of China y China Construcción Bank, fuero tentados a participar, pero no se sabe si China decide entrar en este sistema, sobre todo si tienen que transparentar las sigilosas operaciones de compras que están llevando a cabo.

Importante es señalar que China ha venido aumentando significativamente sus reservas en oro a la vez que es el mayor productor de oro en el mundo. Por otra parte, tanto Rusia como China son hoy los más activos compradores de oro a nivel mundial. En general en la medida en que le es posible, los países de Asia Central están posicionando cada vez más sus reservas en dicho metal. La pregunta es qué pasaría con el USD si China decidiese hacer el yuan convertible al oro.

La nueva avanzada de los BRICS -G77+China en la conformación del Banco de Desarrollo y la creación de un fondo de Reserva es la generación en paralelo de las funciones del Banco Mundial y del FMI. China por otra parte justifica su accionar en la medida en que el FMI no permite la inclusión del yuan en la determinación del valor de los Derechos Especiales de Giro y no habilita a dicha moneda como instrumento de cambio internacional.

La realidad igualmente avanza más allá de esa negativa, en 2015 ya el yuan ha superado al yen y al euro en cartas de créditos. Es decir, sin ser aún una amenaza seria para el dólar si lo ha sido para el yen y para el euro. El dólar explicaba el 85% de las transacciones en 2012 y hoy explica el 79%. El yuan subió al 9.5%. Desde el 2% que tenía en 2012. En junio de 2011 China tenía el 11% del comercio mundial pero apenas un 0,24% de los pagos eran en yuanes (según Oscar Ugarteche de la Universidad de México, nota publicada en Página 12 el 5 de abril de 2015).

Observar detenidamente en sí mismo cada uno de estos instrumentos de la economía política internacional y la relación sistémica entre ellos, nos permite ir dando cuenta de las múltiples tendencias estructurales de cambio que se desarrollan y emergen como proyectos estratégicos financieros y de nuevo tipo. Una nueva moneda mundial con respaldo en el oro, implicaría un profundo cambio observado desde cuando EEUU impuso el Dólar sin otro respaldo que su poder en 1971/73. Estos posibles escenarios de cambio en lo económico conllevan cambios también en lo político, cultural y estratégico.

 

(*) Presidente del CIEPE-Centro de Investigación en Política y Economía

(**) Coordinador del Área de Economía del CEPES- Centro de Estudios en Políticas de Estado y Sociedad.

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