El Banco Mundial (BM) emitió un alerta por la caída de las exportaciones agroalimentarias de la Argentina, destacando un dato alarmante para la economía: es el único país líder en este sector cuyos envíos disminuyeron.

En la última década, las comercializaciones al exterior cayeron un 1,3% anual, y la participación en los mercados internacionales descendió un 0,5%.

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En su estudio titulado «Hacia un sector agroalimentario más competitivo, inclusivo y resiliente», el BM señaló que el sector agroalimentario argentino estuvo estancado durante los últimos diez años, mientras que sus competidores continuaron creciendo. La advertencia del organismo financiero se enfoca en las políticas «distorsivas» que afectan la competitividad de Argentina en el mercado global.

«Hay políticas generales y específicas que son distorsivas y generan cambios de situación. A nivel impositivo, se destaca la carga tributaria sobre las exportaciones, los impuestos a los ingresos brutos y las trabas para exportar e importar, que generan distorsiones en el sector y desincentivan la inversión y los rendimientos. Aunque el sector sigue generando, las desventajas competitivas le van poniendo trabas», se señaló en el informe.

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El estudio también repasó distintos factores que afectan negativamente a la economía, incluyendo la influencia de los desastres climáticos. En ese sentido, El Banco Mundial advierte: «Si no se implementan medidas de adaptación, los daños causados por las inundaciones podrían reducir el PIB en un 0,5% anual para 2060, y las sequías persistentes podrían provocar una disminución del PIB de un 4% anual para 2050».

 

A pesar de estos desafíos, los voceros del organismo creen que la Argentina tiene la posibilidad de salir del estancamiento y potenciar sus exportaciones. Para lograrlo, se recomendó fomentar la «competitividad agroalimentaria y los rendimientos económicos», la «inclusión socioeconómica» y la «resiliencia y sostenibilidad ambientales».