Argentina y América Latina viven «un estado de derecho colonial y otro de excepción del sistema judicial»
El titular del Observatorio de la Riqueza, Guillermo Robledo, instó a revisar el cristal con el que se observa y analiza la realidad política, económica y social y llamó a repensar las concepciones con las que se intentó dar respuesta a los problemas que día a día someten al pueblo.
Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires
El analista político y económico, Guillermo Robledo, dialogó con Conclusión y señaló que Argentina y América Latina, no vive un Estado de Derecho porque funcionan dos Estados dentro de cada pais, en los que conviven «un estado de derecho colonial y otro de excepción del sistema judicial».
Se trata de un «régimen político real montado en las dictaduras, sostenido y perfeccionado hasta el presente» apuntó. «Esos dos Estados coordinados y retroalimentados en las sombras son : 1- Estado de Derecho Colonial -2 Estado de Excepción del Sistema Judicial sobre la población civil», manifestó Robledo.
«El diseño del lawfare, que se inició en 2006 por parte de EE.UU. y sus aliados sobre la región se va perfeccionando, y está en curso de de sistematización cabe anticipar que lo que acontece cambia la lógica de la construcción política. El planteo básico surge de los trabajos de Pilar Carreiro, quien es sobreviviente del genocidio en la ESMA. Además, es profesora de investigación internacional en materia de genocidio y de la expansión de los métodos de exterminio al mundo», adelantó Robledo.
El referente del Observatorio de la Riqueza destacó dos títulos a tener en cuenta, «Violencia de Estado» y «La guerra contra el crimen como medio del control global», y otros trabajos sobre el terrorismo de Estado en la globalización.
«En ellos Carreiro demuestra como el poder «concentratorio» se expandió de América Latina a prácticas globales, aporta el concepto de la idea de «Estado de Excepción», es decir una Estado Jurídico, que con avances y retroceso en el siglo XX, se fortaleció con la globalización».
Para el especialista, el sistema jurídico instaurado por distintos gobiernos cristalizó la legalización de la dependencia a poderes externos que persiguen con ostensible finalidad, la sumisión y el vasallaje como forma de controlar y garantizar sus cuantiosas ganancias y poder de veto sobre las decisiones políticas de quienes quieran garantizar conquistas y derechos para el pueblo.
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