Cavallo “preocupado” por lo que pueda aconsejar González Fraga
A través de una publicación en su blog personal, el ex ministro de Economía fue crítico con la decisión del reemplazo del presidente del Banco Nación. Y mostró preocupación por las medidas que el dirigente radical le recomendará a Macri.
- Economía
- Ene 20, 2017
El ex ministro de Economía Domingo Cavallo criticó el reemplazo de Carlos Melconian por Javier González Fraga en el Banco Nación y expresó su preocupación por las medidas que el dirigente radical le recomendará al presidente Mauricio Macri.
En un artículo publicado en su blog, Cavallo rechazó el «camino» que trazó González Fraga para la economía argentina de «gradualismo con fuertes inversiones».
Según Cavallo, el «gradualismo», especialmente en materia de ajustes de precios y tarifas de los servicios públicos, de reducción del gasto público y de la eliminación de impuestos distorsivos, es el «principal freno» a las inversiones. «Aún hablando poco en público, todas las opiniones de Carlos Melconian reflejan esta última posición y es probable que éste haya sido el motivo de su reemplazo en el Banco», deslizó.
Para el exfuncionario delos gobiernos de Carlos Menem y Fernando de la Rúa, el «gradualismo» que pregona González Fraga es el «gran inhibidor de inversiones productivas».
“Lo van a hacer equivocar”
Aunque admitió un «aprecio personal» por el nuevo jefe del BNA, pronosticó que los consejos que recibirá Mauricio Macri del ex candidato a vicepresidente lo van “a hacer equivocar más de lo que ya se ha equivocado».
«La tesis de González Fraga es que las políticas de shock, a las que él denomina atajos, provoca ‘logros’ que no son sostenibles en el tiempo, ni política ni socialmente», enfatizó, y remarcó: «No caben dudas que las políticas populistas, que provocan atraso cambiario, terminan en shocks que, como mínimo, tienen un efecto estanflacionario inicial y en la mayoría de nuestras experiencias anteriores, terminaron en períodos de inflación persistente, más alta que la de las décadas precedentes y, eventualmente, en hiperinflación».
Tras repasar la historia económica desde el Rodrigazo al kirchnerismo y luego de defender la convertibilidad cambiaria durante el gobierno de Carlos Menem, Cavallo aseveró que el atraso tarifario que recibió Macri es «más serio» que el atraso cambiario porque «al persistir obliga a continuar cobrando impuestos distorsivos que constituyen un freno adicional a la inversión y deterioran la competitividad».
No al gradualismo
Por ese motivo, celebró los tarifazos de hasta 500% en la luz y el gas aplicados por Cambiemos, aunque cuestionó que no hayan sido mayores. «El mayor error que cometió Macri en el diseño de su política de estabilización fue el gradualismo en el ajuste tarifario. Tendría que haber sido gradualista en la unificación del mercado cambiario, reemplazando de inmediato el mercado paralelo por un mercado financiero y turístico libre, por el que deberían haberse dejado entrar a las inversiones, para después avanzar gradualmente hacia la unificación», expresó el ex titular del Palacio de Hacienda.
Según su visión, un shock tarifario «hubiera evitado el fuerte impacto sobre la tasa de inflación del primer semestre de 2016 que tuvo la devaluación del peso en el mercado comercial».
En esa línea, destacó la eliminación de las retenciones «de golpe» y reclamó hacer lo mismo con el impuesto a las transacciones financieras, contribuciones patronales a la seguridad social e ingresos brutos provinciales en las etapas intermedias de producción. «Todo esto hubiera sido posible si el gasto público se reducía inmediatamente en un 4% del PBI gracias al reajuste completo de las tarifas», aclaró.
«El efecto inicial sobre la inflación del ajuste tarifario completo no hubiera sido muy diferente al que produjo la inmediata unificación cambiaria, pero la respuesta de la inversión hubiera sido inmediata», señaló.
Ausencia de inversiones
«El haber elegido una estrategia gradualista en materia de ajuste de las tarifas públicas, que significó una demora en la contención del gasto público y del déficit fiscal, hizo imposible la eliminación temprana de los impuestos distorsivos», agregó, y aseguró que esa es la «causa principal de la ausencia de inversiones».
Por otra parte, advirtió que si el Gobierno pretende alcanzar una «estabilización» a través de una política monetaria de altas tasas reales de interés, que según Cavallo sólo influye sobre las expectativas inflacionarias a través de la caída de la demanda y la apreciación insostenible del peso, la recesión puede «demorar en revertirse», lo que también demoraría la lluvia de inversiones.
«Este error no se hubiera cometido si Macri y sus principales asesores no hubieran subestimado la gravedad de la crisis fiscal y de precios relativos que heredaron y si no hubieran identificado la crisis que enfrentaba su gobierno con la del 2001. No se puede razonar de la misma forma cuando hay que salir de una crisis deflacionaria (como la del 2001) que cuando la crisis a resolver es inflacionaria, fiscal y de precios elativos distorsionados (como la de 2015)», sostuvo el exministro.
Lo que debió hacer y no hizo Macri
«Por eso, me preocupa el consejo que pueda darle Javier González Fraga a Macri, consejo que seguramente no le daba ni le daría Carlos Melconián», añadió, aunque consideró que ya no es momento para que Macri haga un «de golpe el ajuste que debió haber hecho y no hizo al comienzo de su gobierno».
«Entiendo que la cercanía al proceso electoral y las complicaciones que, aún con pocos e imperfectos ajustes, enfrentó en 2016, lo lleven a no querer hacer grandes olas. Pero me preocupa que puedan no aprovechar el año electoral para que algún equipo trabaje en preparar un buen plan de estabilización y crecimiento para lanzar inmediatamente después de la elección», indicó sin especificar quién deberían integrar ese «equipo».
«Pensar que los mercados internos y externos le van a seguir ofreciendo crédito en condiciones aceptables durante 2018 y 2019 es una quimera. Y las inversiones no llegarán hasta que los ajustes imprescindibles se hayan completado o, al menos, los inversores se convenzan que no quedarán como manifestaciones de deseo», concluyó.