Consumo en la era Milei: 7 de cada 10 argentinos organizan sus compras en función de los descuentos disponibles

Cada vez son más las aplicaciones y paginas que recomiendan y promocionan las opciones disponibles para gastar menos en cada compra. La pérdida del poder adquisitivo, sumado a los tarifazos y la inflación se refleja en la sucesión de negativos indicadores generales de consumo.

 

El pueblo argentino continúa surfeando la ola de los aumentos y la inflación con un sueldo que cada vez alcanza para menos. La pérdida del poder adquisitivo aqueja a 20 millones de trabajadores y 6 millones de jubilados y pensionados. En este marco los indicadores de consumo han bajado en todos los sectores y los consumidores hacen malabares para acceder a productos básicos.

El último dato de consumo hogareño de bienes y servicios arrojó un retroceso del -4,5% respecto del año pasado. La explicación es consecuencia del ingreso nominal promedio de los hogares argentinos  que cayó el 18% en términos reales hasta ese mes.

Ante esta situación, cómo hicieron para afrontarlo: el 56% apeló a ahorros para pagar gastos corrientes y el 39% sumó horas de trabajo para equiparar el nivel de ingresos con el del año pasado.

Dentro de los supermercados se notó en mayo menos afluencia de público y changuitos con menos productos, lo que determinó una merma del -2,4% mensual y entre -10 y 11% interanual.

Según los datos de Scentia, en la secuencia, las ventas vienen de acumular un descenso del -13,8% en abril, cuando había sido del -3,8% en enero, del -4,1% en febrero y del -7,5% en marzo. En comparación con el año pasado, el signo menos sectorial se ubicó entre 8% y 9%.

Menos compras y más ofertas

La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) verificó, por su parte, que el Indicador de Consumo (IC) había registrado un retroceso del 4,5% en abril último, en comparación con el mismo mes del año anterior.

De esta manera, se profundizaba la tendencia bajista, ya que en marzo de 2024, el IC había mostrado una disminución del 3,8% interanual.

Por otra parte, según el Índice Banco Provincia de Consumo (IBP Consumo), elaborado por el Banco de la provincia de Buenos Aires, la caída había superado en abril el -35% en relación con el mismo mes de 2023, la más pronunciada en un año.

Las compras en supermercados y alimentos se retrajeron un -21% solo entre abril y marzo últimos. Es significativo, a la vez, el resultado que dio el IBP Consumo, que releva el gasto de consumo por cliente con tarjetas de crédito y débito y la billetera digital Cuenta DNI, que mostró un derrumbe de -35% interanual en los consumos realizados tanto en territorio bonaerense como en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Las compras digitales se retrajeron, asimismo, el 55%. La contracción se vio evidenciada en supermercados y alimentos, -21%, que denotó un acelerado descenso respecto al mes anterior. Otra disminución que no pasó inadvertida fue el -18% en combustibles.

Más allá de los números, dentro de los centros de consumo se observa un desplazamiento desde las grandes superficies a locales barriales para modificar la frecuencia y cantidad de compras como las que modificaron su hoja de ruta por los locales dentro del mismo centro mayorista.

Si se miran los paquetes, salta a la vista que hay menos primeras marcas y más segundas o liquidaciones. Que no se ven congelados, galletitas y golosinas como antes y que el pollo sustituyó a los cortes vacunos.

La economía familiar apartó del primer plano a la macroeconomía, como señaló ShopApp (una aplicación de ofertas disponibles en supermercados). Así, dejó de comprar un 46% de electrodomésticos año contra año y 30% menos de autos nuevos.

Un 78% reduce gastos, un 25% por ciento usa ahorros y un 21% tarjetea.

En el último mes, el stock de créditos al sector privado creció casi 14 por ciento y los préstamos personales aumentaron 20 por ciento. La gran novedad fue la reaparición del público que el año pasado atesoraba en sus colchones dólares de las reservas del Banco Central.

Caminar y caminar antes de comprar

La dinámica actual del consumo que queda indujo cambios relacionados con la búsqueda de promociones y beneficios por parte de los consumidores.

Estiman que un 63% de las compras aprovechan promociones, y que el público camina más y va probando marcas, con la variable accesibilidad como premisa.

Según una encuesta de Kantar División Insights, 7 de cada 10 argentinos organizan sus compras en función de los descuentos disponibles. «Elección de espacios con opciones más económicas, aprovechar las promociones o comprar en días determinados por los descuentos son hábitos cada vez más frecuentes por parte de las personas», indicó Marcelo Chane, integrante del grupo de profesionales asesores de Nuevo Quilmes Plaza Centro Comercial.

«Estos beneficios para poder comprar son un aliado indispensable para hacer rendir más el dinero de los argentinos en el día a día», agregó el ejecutivo.

En este contexto, las marcas y espacios que realizan promociones y ofertas logran generar un mayor vínculo afectivo con el consumidor y esto sobre todo se fortalece cuando se trata de propuestas y servicios que tienen que ver con las necesidades del día a día de las personas.

 

 

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