El consumo de yerba es el más bajo en cinco años y el sector se encuentra en medio de “la tormenta perfecta”
Un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) analizó la compleja situación de la industria yerbatera, en una combinación de importación de producto desde el exterior, los productores perciben una proporción muy baja de la comercialización de la hoja de yerba y la completa desregulación del sector.
- Economía
- Ago 1, 2024
La industria yerbatera se encuentra en una situación muy difícil, debido al impacto de las medidas de desregulación aplicadas a partir de la publicación del Decreto 70/23, el cual echó por tierra el funcionamiento del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) y, con ella, la estructura productiva y comercial de la yerba. Un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) publicado este jueves analizó la situación del sector.
La aplicación del DNU 70/23 produjo en la industria de la yerba “la derogación de la ley N°27.114”, lo cual normaba la radicación y creación de establecimientos para la instauración de un Régimen de Envasado en Origen. Por otro lado, el DNU modificó la ley 25.564 vinculada a la yerba mate, la cual establecía el funcionamiento del Inym.
El informe indica que el DNU eliminó “la realización de acuerdos semestrales entre los distintos sectores participantes del Inym, que cooperan en la regulación del precio de la materia prima. El mismo resulta de un acuerdo en el Inym basado en el precio promedio de venta al consumidor de los productos elaborados con yerba mate según las condiciones y estándares de calidad que fije la reglamentación”.
Si bien la justicia dictaminó la continuidad de la entidad yerbatera, el Poder Ejecutivo Nacional nunca nombró a las nuevas autoridades, por lo que “no es posible convocar a reunión y, por ende, fijar precio” entre los productores y las empresas que comercializan y fraccionan la yerba mate.
¿Qué pasa con la industria yerbatera?
El informe del Cepa sostiene que hay “12.000 pequeños productores involucrados en la producción primaria”, mientras que la cuenca de producción cuenta con “228 establecimientos que operan como secaderos registrados a nivel nacional y 105 industrias molineras y fraccionadoras”.
A su vez, el relevamiento indica que las principales 10 empresas de producciòn industrial de yerba concentran el 72,7% del mercado, y destaca a las empresas Las Marías, Liebig, Santa Ana, las cuales “explican el 41% (del mercado de yerba mate), a través de media docena de marcas y presentaciones de las más diversas”.
En este marco, el Inym hacía las veces de fiel de la balanza para integrar a los productores en la discusión sobre el precio de la materia prima, además de establecer la cantidad de “hectáreas para poder plantar permitiendo a los pequeños su participación”.
En lo que hace al costo del producto yerba mate, “si se analiza la relación entre lo que recibe el productor y el precio de góndola, el primero sólo logra captar 5,8% del precio de venta en góndola, es decir, 3,1 % menos que en junio de 2023”.
Por lo analizado por los investigadores del Cepa, el valor del kilogramo de hoja verde debería ser de $396, lo que implicaría un aumento del 52%, ya que el valor se encuentra en $370 desde marzo de 2024. Actualmente, los productores reclaman un valor de $505 por kilogramos, lo que equivaldría al 11% del precio de góndola “y a un aumento de 94% en relación al precio actual”.
“La desregulación del precio planteada en el DNU 70, implica que las industrias procesadoras de yerba mate puedan decidir arbitrariamente el precio de pago al productor sin ninguna referencia de precios que garantice la cobertura de costos para afrontar una nueva cosecha”, apunta el informe.
La tormenta perfecta
La industria yerbatera se encuentra embebida en una “tormenta perfecta”, sostiene el informe, debido a la desregulación del precio y del sistema de producción y comercialización, a la apertura de importaciones y a la caída del consumo.
Por un lado, el trabajo del Cepa destaca que la cantidad de producto de yerba mate importado aumentó 394% en los últimos seis meses respecto de la primera semana del año pasado. Esto significa el ingreso al país de 7,18 millones de kilogramos provenientes de Paraguay y Brasil, los cuales llegan al mercado interno mucho más baratos, ya que el gobierno redujo los impuestos por 120 días a las importaciones de productos de primera necesidad, incluidas las materias primas y la primera elaboración de yerba mate.
El Cepa es taxativo y contundente en este punto y señala que “el perjuicio a los productores es muy claro” y explica: “Ingresan la materia prima a un costo promedio de 1,2 dólares el kilo que, al valor oficial más el impuesto país da unos $1.333, en cambio, la yerba canchada que se compra en secaderos se paga a $1.800, por lo tanto, en este momento los industriales reponen stock a precios bajos y le pagan menos al productor local”. A esto se suma que los tiempos de pago se estiran indiscriminadamente a voluntad de los empresarios.
“Vale mencionar que el 65% de las importaciones de yerba canchada y molida provienen de Brasil”, lo cual implica que “la yerba proveniente de Brasil suele tener menos estacionamiento y, por ende, menor calidad”.
Empero, el consumo de yerba se vio igual de perjudicado que el genérico de los productos de consumo general: “Los datos estadísticos registrados por el Inym revelan que, durante junio de 2024, el volumen de yerba mate elaborada a salida de molino alcanzó 19,9 toneladas: 15,0% menos que junio 2023 y el valor más bajo de los últimos 6 años”, destacó el relevamiento de Cepa.