El gas que entra por Chile es 128% más caro que el de Bolivia
La diputada Liliana Schwindt, presidenta de la comisión de Defensa del Consumidor, presentó un proyecto de resolución para que el Gobierno informe sobre los contratos que Enarsa firmó para la importación de gas desde Chile
El gas que la Argentina le compra a Chile es un 128 por ciento más caro que el recurso que ingresa desde Bolivia por lo que sería más barato incrementar la importación desde el segundo país, dijo hoy un experto en materia energética. Chile no es productor de gas. Lo compra en el exterior y lo importa.
Felix Herrero, ex presidente de las hidroeléctricas Yacyretá y Salto Grande, consideró que «es una barbaridad» la diferencia de precio que paga el Gobierno nacional por la importación de gas de
ambos países y señaló que habría que rever la política energética en ese sentido.
Barco de la British, que fue comprada por Shell hace 3 meses
La diputada massista Liliana Schwindt, presidenta de la comisión de Defensa del Consumidor y de la Competencia, presentó un proyecto de resolución para que el Gobierno informe sobre los
contratos que Enarsa firmó para la importación de gas desde Chile, una operación que empezó a concretarse la semana pasada.
«La diputada hizo la presentación pero aún no tuvo respuesta del Gobierno nacional», dijo un vocero de la legisladora, por lo que se aguarda una argumentación oficial sobre el tema.
Uno de los puntos del proyecto solicita al Ministerio de Energía que conduce Juan José Aranguren que detalle el precio de compra del gas que se esté importando desde Bolivia, Chile o través de las plantas regasificadoras ubicadas en los puertos de Bahía Blanca y Escobar, que llega al país a través de barcos.
Aranguren cerró a través de la estatal Enarsa un contrato de compra de gas a Chile con un precio de de 6,90 dólares por millón de BTU, que resulta un 53 por ciento más caro que el gas natural licuado que llega por barcos a un promedio de 4,50 dólares por millón de BTU y un 128 por ciento más elevado que los 3,02 dólares por millón de BTU abonado por las importaciones provenientes de Bolivia.
Cuando fue consultado sobre el tema, Aranguren aseguró que eso se debe a que la capacidad para las alternativas más baratas está cubierta en esta época del año: «Bolivia le vende a Brasil y a la Argentina y no tiene más gas, no nos puede vender más. El contrato dura 30 años, hasta 2027. En realidad, no está cumpliendo todavía la cuota que corresponde a este mes porque también ellos en el invierno lo necesitan».
Michelle Bachelet y Mauricio Macri
Pero el ministro de Hidrocarburos y Energía de Bolivia, Luis Alberto Sánchez, aseguró que su país está cumpliendo con el contrato de venta de gas natural a la Argentina.
«Nosotros hoy tenemos un contrato con Argentina y estamos cumpliendo a cabalidad de acuerdo a las nominaciones. Argentina nómina y nosotros cumplimos», sostuvo el funcionario.
De este modo, el funcionario boliviano desmintió a Aranguren, quien justificó las compras de gas a Chile a un precio sustancialmente mayor que el que se le paga a Bolivia con el argumento de que el gobierno de Evo Morales no estaba cumpliendo con los envíos.
Los presidentes Mauricio Macri y Michelle Bachelet ya habían dado muestras de que avanzarían con el reflote del intercambio energético en la reunión que mantuvieron el pasado 4 de diciembre, antes de que el líder del PRO asumiera en el cargo.
La entrega de combustible se hará a través de dos terminales: por el norte, utilizando el terminal de GNL Mejillones y el gasoducto Norandino, que aquí llegará por la provincia de Salta; y por la zona central a través de GNL Quintero y gasoducto GasAndes de Chile, a la altura de Mendoza.