VIERNES, 22 DE NOV

El oficialismo avanza en el Senado con el proyecto de teletrabajo

Leo Bilanski de Enac, explicó que "El 60% de las PyMES realizan teletrabajo de manera total o parcial. Trabajan precariamente a distancia, muchas por necesidad u obligación. Y pidió la "media sanción para avanzar en la cuestión y abordar cuestiones urgentes y necesarias".

El oficialismo en el Senado pasó hoy a la firma un dictamen de mayoría a favor del proyecto para regular el teletrabajo, sin modificaciones respecto de lo aprobado por la Cámara de Diputados, mientras la oposición presentará un dictamen en minoría.

A pesar de las propuestas de cambios hechas por representantes de las cámaras empresariales y senadores de la oposición, el presidente de la Comisión de Trabajo, Daniel Lovera, señaló que el Frente de Todos «va a propiciar elaborar un dictamen acompañando sin modificaciones la media sanción».

En la segunda jornada de debate por videoconferencia sobre la iniciativa participaron el vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, Brenda Puig, de la Red de Abogados de Empresa de IDEA, y el presidente de la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), Ezequiel Bilanski, entre otros.

Los invitados coincidieron en la necesidad de regular la nueva modalidad laboral, extendida durante la pandemia, pero también en pedir cambios al proyecto, especialmente en lo que refiere a la reversibilidad del teletrabajo que, en la iniciativa, se deja a criterio del empleado.

Funes de Rioja sostuvo que «la reversibilidad debe ser de común acuerdo», al tiempo que sostuvo que el proyecto tiene que dar un «marco que compatibilice facultad de organización y dirección, con los derechos de los trabajadores».

Además, advirtió que se necesita «una solución que no implique la migración a otros países, como pasó con los call center, ni la informalidad».

Por su parte, Puig evaluó que «tiene que existir una vía para revertir la situación de teletrabajo» pero «no parece razonable que sea unilateral, una facultad solo del trabajador sin previo aviso al empleador o un plazo de adecuación, debe ser consensuado».

Al respecto, explicó que «si una pyme con 15 trabajadores, tiene ocho con teletrabajo, reduce la capacidad de sus oficinas y luego los ocho quieren volver y no los dejan, se dan por despedidos, hay ocho juicios laborales, y la pyme quiebra».

En tanto, Bilanski apoyó en líneas generales el proyecto para regular la nueva modalidad, al señalar que «el 60% de las pymes realizan teletrabajo de manera total o parcial», se mostró de acuerdo con el «derecho a la desconexión» y sostuvo que «es necesario preservar los derechos de los trabajadores».

No obstante, advirtió que «hay que limitar las participaciones transnacionales, importar trabajo» en un «contexto de destrucción de empleo», y pidió «estratificar la legislación para las empresas que tienen diez trabajadores en contraposición con las más grandes».

Por su parte, Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencon, la cámara que agrupa a las empresas de la economía del conocimiento, remarcó que ese sector es «una industria que hace teletrabajo desde hace más de 10 años» y coincidió en la necesidad de modificar el proyecto.

«Nuestra preocupación es que esta ley tal como fue escrita y votada en Diputados genera condiciones que no son practicables, que no se compatibilizan con la realidad. En lugar de favorecer el teletrabajo lo van a entorpecer», advirtió.

También participaron del debate Pablo Deluca, en representación de la Asociación de Entidades Periodísticas (Adepa), y Ramiro Albrieu, del Cippec.

Deluca remarcó que en el sector de prensa «más del 80% de los empleos hoy son con teletrabajo» y coincidió en que «lo de la reversibilidad debe ser reconsiderado», en tanto que Albrieu sostuvo que «es muy importante» en ese tema la ausencia de un «preaviso» por parte del empleado, al tiempo que alertó sobre «un desbalance en la parte de promoción del teletrabajo».

Durante el debate de senadores, Lovera remarcó que el proyecto «no promueve el teletrabajo» sino que es un «marco regulatorio» que «entiende que deberán ser las negociaciones colectivas las que definan cada una de las particularidades en cada actividad».

Una vez confirmada la negativa del oficialismo a modificar el proyecto, el senador de Juntos por el Cambio, Esteban Bullrich, manifestó: «Yo entiendo que esta ley no promueve, pero una ley aunque no lo desee promueve u obstaculiza».

«Nos guste o no hoy hay competencia en esta área. Uruguay, Chile, compiten. Hoy un trabajador contable puede no trabajar para Argentina y trabajar para Uruguay», advirtió y agregó: «No se entiende el apuro, si esta ley va a empezar a regir a los 90 días» de terminada la cuarentena.

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