VIERNES, 29 DE NOV

El shock petrolero acecha a la economía mundial

Los precios del petróleo se encuentran en un diapasón de entre US$ 70 y US$ 80 el barril, gracias al endeble equilibrio entre la demanda y la oferta, que se estableció en el mercado en los últimos meses.  

Por Andrei Karabekyants para Urgente24.

«En el banco de inversiones UBS están convencidos que el equilibrio entre la demanda y la oferta de petróleo puede ser alterado en cualquier momento, lo que conducirá al salto de las cotizaciones petroleras y colocará bajo amenaza el desarrollo de toda la economía mundial»: así comienza el trabajo de uno de los periodistas que más conoce de petróleo en Rusia, un país petrolero. Tal como sucede en estos casos, Hernando Kleimans seleccionó y tradujo el artículo.

Los precios del petróleo se encuentran en un diapasón de entre US$ 70 y US$ 80 el barril, gracias al endeble equilibrio entre la demanda y la oferta, que se estableció en el mercado en los últimos meses.

Sin embargo, el potencial de incremento de extracción en los países extractores más importantes es limitado en virtud del extremadamente bajo nivel de inversiones en exploración y elaboración de los yacimientos durante el período de bajos precios en hidrocarburos.

En el banco de inversiones UBS están convencidos que el equilibrio entre la demanda y la oferta puede ser violentado en cualquier momento, lo que conducirá al salto de las cotizaciones petroleras y colocará bajo amenaza el desarrollo de toda la economía mundial.

UBS advierte

Los economistas del UBS especialmente subrayan en su “radar de riesgos globales”, que cualquier ruptura en los suministros de petróleo incidirá negativamente en todo el mercado mundial, antes que nada la interrupción o reducción de la exportación desde Irán.

En Occidente crece el recelo de que los países de la OPEP y Rusia serán incapaces de incrementar la extracción y compensar la reducción de suministros de petróleo iraní debido al limitado potencial de las capacidades de extracción.

Siempre que surgió algún problema con la extracción en los últimos meses, el precio del Brent voló su superó los US$ 80 el barril. El limitado potencial de aumento de la extracción en los países OPEP elevó la “sensibilidad” de los participantes del mercado incluso ante una insignificante reducción de la oferta.

Luego de que Trump declarara nuevas sanciones contra Irán y de su promesas de “llevar a cero” la exportación de petróleo iraní, la posibilidad de interrupciones en los suministros desde el Golfo Pérsico creció en modo significativo.

El gobierno de Irán ya predice la elevación de precios hasta US$ 100 el barril debido a la agresiva política de Washington.

En relación con la posible reducción de la oferta en el UBS consideran que las cotizaciones del petróleo pueden alcanzar los u$s120 el barril en los próximos 12 meses.

Tambalearon los de USA

A fines de 2017, las compañías inversoras occidentales y las agencias especializadas creyeron, en forma unánime, que en 2018 el precio promedio del petróleo no superaría los US$ 50 el barril, por cuanto los petroleros estadounidenses eran capaces de incrementar significativamente la producción y aumentar la oferta en el mercado.

Sin embargo, las esperanzas del “mundo civilizado” en cuanto al rápido crecimiento de la extracción en USA, gracias al encarecimiento del petróleo y la “fantástica efectividad” de sus petroleros, se disipa como la niebla matutina.

En mayo, en USA se extrajeron 10.442 millones de barril/día en un 0,3% menos que en abril y en 300.000 barriles/día menos que lo pronosticado por la IEA (International Energy Agency).

Pese a la desaceleración de los ritmos de crecimiento, según datos oficiales, la extracción a mediados de julio logró un nivel record: 11 millones de barriles/día, pero a principios de agosto ya había caído a 10,8 millones.

En el último informe de la IEA se reconoce lo evidente: USA no está en condiciones de aumentar su propia extracción, de asegurar la creciente demanda de petróleo en el mundo y se ha previsto a la baja el pronóstico para 2018 y 2019.

En este año la extracción promedio en el país es de 10,7 millones de barriles/día en comparación con los 10,79 millones de acuerdo con el anterior pronóstico y en 2019 será de 11,7 millones diarios contra los 11,8 millones que se aguardaban en el informe de julio.

Hasta finales de año la IEA podrá más de una vez revisar sus pronósticos en relación con la desaceleración de los ritmos de extracción en USA.

Reservas no suficientes

Según evaluaciones de una serie de agencias occidentales, la demanda de petróleo para 2018 crecerá en 1,4 millón – 1,5 millón de barriles/día.

De acuerdo con los datos que se contienen en el último informe de la IEA, la extracción en USA aumentará en 1,4 millón de barriles/día.

Los estadounidenses podrían abastecer los crecientes requerimientos de petróleo de la economía mundial si no se hubiese producido la reducción de la extracción en los actuales y agotados yacimientos, que se evalúa en 1,3 millón a 1,5 millón de barriles/día.

Además, en relación con los problemas económicos y políticos se aguarda en una perspectiva a mediano plazo la reducción de la extracción en una serie de países, entre los cuales se destaca Venezuela.

En éste país latinoamericano, que dispone de las reservas petrolíferas más grandes del mundo, tuvo lugar una caída de la producción.

En julio de 2017 la extracción (incluyendo la producción de petróleo sintético) en el país era de 2,12 millones de barriles/día.

En julio de este año en el país se extrae cerca de 1,5 millón de barriles diarios.

La caída sería aún más significativa si no existiera el respaldo de parte de “Rosneft” (HK: la petrolera estatal rusa) y las compañías chinas.

Según afirmaciones de fuentes oficiales, Venezuela está en condiciones de mantener la extracción en el actual nivel, pero muchos expertos aguardan una ulterior caída, hasta 1 millón de barriles/día hacia finales de año.

Arabia Saudita, los demás miembros de la OPEP, así como Rusia, elevan la extracción de petróleo para compensar la reducción de la oferta y no permitir un salto en los precios, pero las capacidades extractoras de reserva en estos países son limitadas.

Los analistas del UBS consideran que la extracción en Arabia Saudita se acerca a un nivel récord, que puede ser alcanzado ya en breve. Las capacidades de reserva de este país se reducen rápidamente y pueden caer hasta el significado mínimo de los últimos 10 años. Esto genera preocupación a propósito de la capacidad del mayor exportador mundial de aumentar la oferta de petróleo en el caso de una agudización de la situación debido a las sanciones contra Irán e interrupciones o total cesa de suministros de petróleo desde el Golfo Pérsico.

Shock petrolero conduce a recesión

El nerviosismo de los participantes del mercado es explicable. Incluso un pequeño incidente en el Golfo pérsico, depósito mundial de hidrocarburos, puede hacer explotar el mercado petrolero mundial, y si USA logra el objetivo propuesto de “reducir a 0” la exportación de petróleo iraní, los demás países de la OPEP y Rusia no podrán compensar la reducción de la oferta.

Otra causa de la volatilidad de los precios del petróleo puede estar en el cierre del estrecho de Ormuz como resultado del conflicto entre USA e Irán. Por el estrecho de Ormuz llega al mercado más del 30% de todo el volumen de petróleo que se suministra a los consumidores por vía marítima. Si se cierra el estrecho por un tiempo prolongado, esto conducirá al despegue de los precios del petróleo.

Los shocks de precios en el mercado petrolero se convertirán en causa de la caída de los mercados de valores. Conforme a las observaciones del UBS, el anterior abrupto encarecimiento del petróleo condujo a la caída de los mercados de valores en un 15% de promedio, pero las cotizaciones se restablecieron en el curso de seis meses.

Si los precios del petróleo superasen los US$ 100 el barril y se consolidan en este nivel, esto tendrá efectos negativos en el desarrollo de la economía mundial.

Además, en el caso de una estable tendencia a la elevación de los precios petroleros, los bancos centrales de muchos países estarán obligados a elevar las tasas para frenar la creciente inflación, y esto elevará significativamente la probabilidad de recesión en la economía mundial, según consideran en el UBS.

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