Inflación acelerada y salarios licuados: el Gobierno busca congelar precios con pronóstico reservado

Los representantes de las principales empresas de consumo masivo volverán a reunirse con el Gobierno durante esta semana para negociar la lista final de los productos que la Secretaría de Comercio Interior busca congelar por un plazo de tres meses, en un intento por poner un freno a la inflación.

Si bien el nuevo titular de Comercio Interior, Roberto Feletti, señaló que prefiere el diálogo, ya advirtió que en caso de no haber acuerdo, se aplicará la ley de abastecimiento.

Por su parte, el sector empresarial mantuvo encuentros internos para analizar qué postura tomar ante la disposición de la administración de Alberto Fernández.

Tras cinco meses en baja, la inflación cobró impulso en septiembre y registró un aumento del 3,5%, con lo que en los últimos doce meses trepó al 52,5% en medio de la preocupación oficial.

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Entre enero y septiembre, el nivel general del Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumuló un crecimiento del 37%, superando así el 36,1% registrado a lo largo de todo 2020.

Ante ese escenario, el Gobierno propuso a empresarios del sector de consumo masivo congelar los precios de 1.245 artículos de la canasta básica.

El pedido fue realizado por Feletti durante una reunión con los principales representantes del segmento alimentos y limpieza, a tan solo unas horas de haber asumido a su cargo.

Tras ello, el próximo lunes habrá otro encuentro en el que los empresarios apuntarán a presentar una nueva lista, que excluya algunos de los productos pretendidos por el Gobierno.

El secretario de Comercio Interior aseguró que apunta a evitar que los aumentos salariales se erosionen con un incremento en los precios de la canasta básica.

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“Por ahora hay resistencias en los productores. Estamos negociando. Me tomo como plazo el lunes para que en una u otra dirección se pueda cerrar, pero esto no puede seguir. Se rompe el equilibrio social de la Argentina. La canasta alimentaria se lleva puesto al salario, no aguanta ni la paritaria”, subrayó el funcionario en declaraciones radiales.

Así, manifestó que su gestión apuntará a “bajar el peso de la canasta básica alimentaria en el salario”.

Los últimos registros oficiales señalaron que una familia de cuatro integrantes necesitó en agosto un ingreso de $68.359 para no ser considerada pobre y un ingreso mínimo de $29.213 para no ser indigente.

En comparación con agosto del año pasado, la denominada Canasta Básica Total (CBT) acumuló un incremento del 50,3%, mientras que la Alimentaria (CBA) registró un avance del 55,5%.

Empresarios, entre dudas y acuerdos

Los empresarios de consumo masivo afirmaron que tratan de determinar en qué contexto se va a manejar el congelamiento de precios hasta la primera semana de enero del año que viene y para ello los dirigentes de la Coordinadora de industrias de Productos Alimenticios (COPAL) se reunirán este lunes a las 18.

Los industriales argumentaron que la información brindada hasta ahora “no es clara”, ya que si bien tienen buena disposición a “colaborar” con el Gobierno, no saben en qué condiciones se congelarán los precios.

Una de los principales interrogantes que se plantea el sector empresarial es si el congelamiento de precios será dentro del marco de Precios Cuidados o si es un retorno al Precios Máximos.

Hay una diferencia importante en ello: Precios Cuidados es un programa voluntario en el que las empresas presentan una lista con precios que se negocia con el gobierno, mientras que Precios Máximos era de cumplimiento obligatorio.

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Al respecto, los empresarios consideraron que sería “una buena señal” que la lista de 1.250 productos se mantenga dentro del programa de Precios Cuidados, para el cual el Gobierno había autorizado, en las últimas semanas, un incremento promedio del 5% en el costo de los 670 productos que lo componían.

En este sentido, la otra duda que tienen los empresarios es, si se confirma que es Precios Cuidados el marco normativo del congelamiento, si esta nueva lista tendrá el 5% que les había sido autorizado, o si deberán mantener los valores actuales.

Además, señalaron que en la lista de 1.245 artículos que podrían congelar sus precios, según pretende la Secretaría de Comercio Interior, hay bienes que ya no se producen y que están discontinuados.

¿Qué ocurre con los salarios?

El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, aclaró que las negociaciones salariales se podrían volver a abrir en la última etapa del año ante el avance de la inflación, aunque confió que en los próximos meses se retomará la tendencia de desaceleración de precios.

El titular de la cartera laboral analizó que se trata de un escenario “complejo” en cuanto a la suba de precios, pero manifestó que septiembre fue “un mes muy particular”.

Sin embargo, Moroni destacó que la mayoría de los salarios le “vienen ganando a la inflación”, mientras afirmó: “El objetivo es que crezcan por encima de la inflación”.

Así, señaló que de ser “necesario”, las negociaciones salariales se volverán a abrir en la última etapa del año con el objetivo de lograr una recuperación en el poder adquisitivo.

Finalmente, el funcionario destacó que hay algunas actividades que se están recuperando y que ya superaron los niveles prepandémicos, pero advirtió que hay otras ramas productivas que aún no se reactivaron.

Para la economista Diana Mondino, la inflación genera fuertes cambios en los precios relativos (el precio de un bien, expresado en términos de otro bien) y, como mínimo, hay un problema con el salario real, que “en vano intenta alcanzar el ritmo de crecimiento de los precios de los productos”.

“Es muy difícil lograr que los distintos precios se acomoden a una cierta relación ilógica porque los precios suelen ser inflexibles a la baja. Si hay que acomodar los precios relativos, es más fácil lograrlo subiendo uno que bajando otro”, consideró Mondino.

Inflación: pronósticos de aceleración

Diferentes economistas pronosticaron que la inflación de octubre se ubicará en torno al 3%, mientras analizaron que congelar precios no servirá, si no se enmarca en un “plan macroeconómico que tenga consistencia fiscal y monetaria”.

La directora ejecutiva de la consultora EcoGo, Marina Dal Poggetto, evaluó que la inflación de septiembre arrojó un “número muy alto, teniendo en cuenta que se está moviendo el dólar al 1%, las tarifas están congeladas y los combustibles también”.

Además, anticipó que “en octubre, las primeras dos semanas marcan que el número va a estar de nuevo en la zona del 3% o algo arriba del 3%”.

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En declaraciones radiales, Dal Poggetto remarcó que “todo el mundo tiene incertidumbre respecto del costo de reposición, por lo cual, si alguien puede subir el precio, lo sube y a eso se debe sumar el hecho de que de golpe viene un nuevo funcionario y congela precios”.

Al referirse a la iniciativa del Gobierno para congelar más de 1.200 productos de la canasta básica, estimó: “Algún efecto de cortísimo plazo tiene, pero genera conflictos sectoriales”.

Sin embargo, aclaró que “el impacto en la canasta total no es pleno”, si se congela la lista de precios que el Gobierno pretende, ya que “el resto de los costos siguen” en alza.

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Por su parte, el economista Gustavo Marangoni consideró que el congelamiento de precios es un “parche” y advirtió que la inflación “se volverá a acelerar” en los próximos meses.

Un informe de la consultora Marangoni, Rodríguez y Asociados sobre la inflación de septiembre advirtió que el gobierno tiene un “diagnóstico errado” y alertó que hay “ausencia de una política antinflacionaria consistente”.

El economista explicó que la emisión monetaria del Banco Central “claramente tiene un impacto en la dinámica de los precios y ello quedó evidenciado en 2021”.