Kiosqueros en alerta por medida del Gobierno nacional que los obliga a aceptar débito
"El costo de los posnet se suma al aumento de la luz y el resto de los impuestos. Es insostenible", indicó a Conclusión el tesorero de la Cámara de Kiosqueros de Rosario. El hecho generó suspicacias, ya que en el país sólo dos empresas comercializan la terminal de cobro.
- Ciudad
- Abr 4, 2018
A partir de abril entró en vigencia la exigencia del uso de posnet para comerciantes, prestadores de servicio, y profesionales, quienes deberán aceptar pagos a través de tarjetas de débito en forma obligatoria. La medida es implementada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) y generó críticas de los comerciantes, quienes advirtieron que esta situación puede derivar en el cierre de muchos locales.
«La situación es compleja, es una traba más a las tantas que tenemos por aumentos de luz e impuestos. La ganancia por recarga de la tarjeta Movi es casi nula, y el cigarrillo, por ejemplo, tiene un margen del 4,5%, si el banco te descuenta un 2 por ciento ya no existe ganancia», indicó a Conclusión Norberto Bergero, tesorero de la Cámara de Kiosqueros de Rosario, al evaluar la decisión del Gobierno nacional cuyo incumplimiento puede acarrear multas de 300 a 30.000 pesos.
«El alquiler del posnet es de entre 300 y 400 pesos. Estamos hablando con otras Cámaras de otras provincias para ver que podemos aportar para que el sistema sea más sustentable. Los gastos son muy grandes», agregó el comerciante. Y puntualizó: «A la corta o a la larga el kiosquero puede terminar cerrando o adecuando el negocio para trabajar con posnet aun en la pérdida».
«Queremos estar dentro de la ley, pero establezcamos algunas pautas porque nos exigen abrir cuenta corriente, pagar el mantinimiento del posnet y comisión, todo sale del kiosco entonces los números no dan, con el agregado de que las ventas cayeron un montón», sentenció Bergero.
En contraposición, Juan Marcos Aviano, director de CESyAC Asociación de Consumidores, manifestó a este medio que la iniciativa resulta “beneficiosa” para los consumidores.
“Es un avance porque muchos consumidores se quieren manejar con débito y en algunos comercios no se podía hacer, o lo permitían únicamente a partir de determinado monto”, señaló. Aunque remarcó que Argentina aún no presenta un uso intenso del dinero de plástico, y el volumen de operaciones con tarjeta de débito no es como ocurre en otros países.
Sin embargo, puntualizó que “si bien no es un costo para el consumidor, puede llegar a ser un elemento o criterio a ser utilizado por los comerciantes para aumentar los precios, que es el costo financiero”. Y añadió: “El punto es que el costo financiero de comisiones los comerciantes no lo trasladen al precio final del consumidor”.
En tal sentido, remarcó la importancia de la intervención del Estado y contextualizó las grandes ganancias que tienen las entidades financiera con medidas de este tipo: «Acá lo que sigue pendiente es la discusión de las ganancias fabulosas que tienen los bancos, y de como es caro mantener el dinero en plástico para el sector comercio”.
“El Gobierno tiene que revisar el tema de las comisiones porque también es costoso para el comerciante», cerró Aviano.
Negocio para pocos
Las dos firmas que se dedican a ofrecer el controvertido aparato son Posnet y Lapos. Con este dato en consideración, el Gobierno nacional le otorgará a las empresas privadas el manejo de un sistema que mueve millones cada mes que se podrán poner de acuerdo incluso hasta en el costo del servicio.
Posnet es de FirstData, que opera Mastercard; LaPos es de Prisma, que opera Visa. Ambas proveen de terminales Pos, que son los aparatos físicos que permiten “pasar” una tarjeta.
Necesitan conectarse a la red telefónica fija, a un celular o a internet. Ese servicio tiene un alquiler mensual de 600 pesos, más el costo de la red telefónica.
Para quienes contratan por primera vez, hay promociones en los primeros seis meses o dos años, si se cumplen ciertas condiciones. La cuestión es que, además de esos costos fijos, la terminal descuenta una comisión del 1,1 por ciento para débito y 2,35 por ciento para crédito; pero sobre eso se aplican impuestos varios, que terminan elevando las retenciones.
La Came y la CAC, que agrupan a los comercios, denunciaron a Prisma por abuso de posición dominante ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. A instancias de eso, se fijó un lento cronograma de reducción de comisiones hasta 2021, cuando quedarán en 0,8 para débito y 1,8 para crédito.
Pero lo más duro de la denuncia radica en que Prisma opera Visa y además, opera las transacciones, es decir, maneja toda la cadena del 70 por ciento de las ventas. Los 14 bancos que son dueños de Prisma deben desinvertir; de hecho, hoy Visa está en venta, de modo que pueda ingresar la competencia.
La opinión de los comerciantes