SáBADO, 14 DE DIC

La actividad textil, derrumbada: fuerte caída en ventas y producción en el año

Los resultados confirman nueve meses consecutivos de fuerte contracción interanual del rubro, con "perjuicios crecientes de afectación al empleo y posible cierre de establecimientos productivos en caso de mantenerse la capacidad instalada ociosa"

 

A pesar de la desaceleración de la caída respecto a los primeros meses del año, la actividad textil se encuentra un 19% por debajo del año pasado. Con ventas reducidas en casi un 20%, ya son nueves meses consecutivos en recesión y corren peligro varios negocios.

De acuerdo a un informe de la fundación Pro Tejer correspondiente al tercer trimestre, los resultados confirman nueve meses consecutivos de fuerte contracción interanual del rubro, con «perjuicios crecientes de afectación al empleo y posible cierre de establecimientos productivos en caso de mantenerse la capacidad instalada ociosa», advirtió.

Esta crisis «está impactando de forma conjunta en todos los rubros de la cadena de valor: desde la fabricación de hilados, telas, indumentaria y la comercialización de máquinas, insumos y bienes finales», analizó el documento.

Siete de cada diez empresas encuestadas vieron reducidas sus ventas y su producción en el tercer bimestre del año. Las ventas registraron una caída promedio interanual del 18% y la producción del 19%. El uso de la capacidad instalada cayó en el 64% de los casos relevados. En promedio, la caída fue de doce puntos porcentuales en el tercer trimestre del año en su comparación interanual.

Las principales razones que explican la caída de la producción es la «pérdida del poder adquisitivo de la población (casi la totalidad de las empresas consideran esta causante como relevante), cambios de participación de bienes importados en el consumo (tres de cada diez empresas) y las expectativas macroeconómicas y cambio del clima de negocios respecto al futuro (cuatro de cada diez empresas)», consignó el informe.

Otras razones identificadas como relevantes son: la variación de costos de materias primas e insumos, la apreciación cambiaria y el cambio de políticas sectoriales para la industria.

En los primeros nueve meses del 2024, el 59% de las empresas encuestadas tomaron medidas que afectaron negativamente al empleo: cancelación de horas extras, despidos, suspensiones, adelanto de vacaciones y no renovación de contratos, entre otros.

El 43% de las empresas indica que cayó el empleo al comparar septiembre de 2024 con diciembre de 2023 y sólo un 8% registró aumento en la cantidad de puestos de trabajo. Esta cifra refleja una situación preocupante, sobre todo si se compara con el primer bimestre del año, cuando sólo el 21% registraba menos puestos de trabajo que en diciembre de 2023.

En contraste con el récord de inversión en años anteriores, para 2024, siete de cada diez empresas no realizará ni realizó inversiones, algunas de ellas incluso cancelaron inversiones planificadas.

En cuanto a las exportaciones, si bien el 32% de las encuestadas ha exportado en los últimos cinco años, sólo el 19% ha realizado ventas al exterior en los primeros nueve meses del año. En esta línea, siete de cada diez empresas encuentran dificultades para exportar, siendo las principales: el «tipo de cambio» (73% de las empresas), la «presión tributaria» (44%), la volatilidad macroeconómica (32%) y las «trabas burocráticas nacionales» (32%).

Con respecto a la cadena de pagos, el 28% manifestó ya tener dificultades para afrontar pagos corrientes (impuestos, tarifas, proveedores, salarios, importaciones).

Tal como reveló recientemente el Índice de Producción Industrial del INDEC, la contracción industrial no sólo afecta a la industria textil e indumentaria, sino que se viene dando de forma generalizada en todos los sectores industriales. Muchos transitan niveles de actividad en pisos históricos.

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