La economía cayó 2,6% en 2018 tras nueve meses de contracción
Las cifras publicadas este miércoles por el Indec marcan un descenso de 7% en diciembre, noveno mes consecutivo de caída. Así se cierra la serie respectiva a la actividad económica de un 2018 para el olvido, cuyas esquirlas aún golpean en un comienzo de año profundamente recesivo.
La economía se contrajo 2,6% el año pasado, tras sufrir una caída en diciembre, por noveno mes consecutivo, del 7%, informó este miércoles el Indec.
De acuerdo con las cifras del Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae), en diciembre del 2018 la producción de bienes y servicios creció levemente 0,7% respecto de noviembre.
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En el último mes del año pasado, las bajas más significativas fueron la caída del consumo en el comercio mayorista y minorista con una baja del 15,7%, seguido de la industria manufacturera del 14,2% y la construcción con 12,7%.
La contracción del 2,6% es la más baja de los últimos diez años, igualando la proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI), que había estimado esa caída, y por encima del 2,5% proyectado por el Gobierno y del 2,4% de las consultoras privadas.
En el último mes del 2018, las bajas más significativas fueron la caída del consumo en el comercio mayorista y minorista con una baja del 15,7%, seguido de la industria manufacturera del 14,2% y la construcción con 12,7%.
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Afectada por la sequía, la devaluación y las altas tasas de interés la contracción del 2018 fue también la más alta desde el inicio de la gestión del presidente Mauricio Macri, que al comienzo del año había pronosticado una suba del 3,5% para esos 12 meses.
Las cifras, que cierran los guarismos de 2018 en materia de actividad económica, confirman la tendencia de derrumbe posterior al inicio de las “turbulencias” cambiarias en abril de 2018, que terminó con una megadevaluación de la moneda superior al 100%.
Tras sendos acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un salvataje financiero que permitiese frenar la sangría de divisas, que no lograba contener el tipo de cambio (tocó su techo de $42 a fines de octubre, tras iniciar el año por debajo de los $20 y la renuncia de dos presidentes del Banco Central), el plan de “emisión 0” de la autoridad financiera bajo la conducción de Guido Sandleris indujo al país en una recesión profunda, de la cual ahora atravesamos el tercer trimestre y sin fecha de caducidad aparente.
Se multiplican día a día las noticias que mencionan despidos, suspensiones, empresas que ingresan en procedimientos preventivos de crisis, concursos preventivos o incluso que piden la quiebra.
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La cadena de pagos, con una tasa de referencia bancaria cercana al 50% (en un primer momento, en noviembre, estuvo en el 70%), muestra severos rompimientos y la posibilidad de una empresa de sacar un crédito, o invertir en producción está totalmente vedada.
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Ante ese panorama la industria acumula varios meses con caídas muy pronunciadas, lo mismo que los indicadores de consumo, producción y capacidad instalada, lo cual desde el Gobierno esperaban que al menos logre reducir la inflación, algo que no está sucediendo ya que en enero fue del 3% y los pronósticos para febrero no bajan de esa cifra.