Las frutas y verduras aumentaron hasta diez veces más que la inflación
El informe fue hecho por el Centro de Economía Política Argentina, se basó en los precios mayoristas de los principales productos del Mercado Central de Buenos Aires. También hubo incrementos en el resto de los alimentos.
- Economía
- Abr 3, 2021
Los precios de las frutas y hortalizas tuvieron en los últimos doce meses incrementos que superaron holgadamente al 40,7% de inflación general registrada en el período, con el caso extremo del 432% de aumento de la naranja.
Además de los aumentos, el sector mostró una marcada volatilidad en casos como el del tomate, cuya suba interanual del 74,6% esconde picos de hasta el 440% entre enero y octubre de 2020.
El relevamiento del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), se basó en los precios mayoristas de los principales productos del Mercado Central de Buenos Aires (MCBA), «dada la enorme relevancia de dicho mercado concentrador en la determinación de los precios minoristas para la Región Metropolitana», indicó la entidad.
Al respecto, destacó el caso «paradigmático» del tomate en 2020, con una notoria oscilación de precios, ya que «comienza el año en torno a los $20 por kilo, lo cual se va incrementando con el paso de las semanas hasta tocar un máximo de $70 por kilo durante la primera semana de junio».
«Luego vuelve a valores de $20 por kilo, manteniéndose estable durante algunas semanas, para luego comenzar nuevamente un proceso de aceleración, pasando por los $60 pesos por kilo durante septiembre, para llegar a un máximo de $108 durante octubre», continuó CEPA describiendo la evolución de los precios de la hortaliza.
Asimismo, «durante noviembre, el precio mayorista del tomate redondo se desploma llegando a fines de ese mes a un promedio de $34 por kilo en el mercado mayorista», en tanto en diciembre «profundiza su baja, llegando a los $12 por kilo en el mercado mayorista durante la última semana del año».
«Esta dinámica es ilustrativa de parte del mercado de frutas y hortalizas, ya que sufren diversos movimientos de precios vinculados a la estacionalidad de la cosecha y las condiciones climáticas, entre otros eventos circunstanciales posibles», subrayó CEPA.
En cuanto a la variación mensual de febrero, las principales subas fueron las de los precios del tomate (74,6%), la mandarina (62,9%), la naranja (24,4%), y la lechuga (20,9%).
Por otra parte, también fueron notorias la caída del zapallo (27,2%), el limón (26,3%), la batata (15,8%), la banana (14%) y la papa (13%).
La comparación interanual mostró subas ostensiblemente superiores a la inflación general, que fue del 40,7% según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Los principales incrementos se dieron en la naranja (432%), el limón (243%), la batata (210%), la cebolla (204%), la manzana (106%), el zapallo (95%) y la pera (76%).
En el caso del tomate redondo, la lechuga y la banana los incrementos fueron sustancialmente menores (49, 48 y 41% respectivamente), aunque por encima de la inflación del período.
Como notas destacadas están la baja interanual del precio promedio de la zanahoria (30%), y el caso de la papa que, si bien tuvo un incremento del 33%, resulta por debajo de la inflación del período.
También el reto de los alimentos…
Un estudio de la consultora LCG realizado en 8.000 productos de cinco cadenas de supermercados arrojó que los alimentos subieron un 4,6% promedio durante marzo y vuelven a presionar sobre la inflación. El estudio detectó incrementos aún más fuertes en panificados y cereales.
El índice de inflación de marzo, que ya tiene un piso del 3,6% y, según las estimaciones privadas, podría llegar al 4%, será difundido por el INDEC a mediados de abril.
Para la consultora Eco Go, los alimentos subieron 4,1% durante marzo.
Estimó que la inflación de ese mes se ubicó en el 4,2%, muy por encima de las proyecciones oficiales.
Lo que llama la atención es que los precios sigan subiendo a buen ritmo a pesar del freno al tipo de cambio impuesto por el Gobierno con sus políticas de fuerte intervención.
El tipo de cambio oficial se venía ajustando a un ritmo del 4% mensual en enero y descendió al 2,5% en marzo.
Todo sin que aún se hayan autorizado ajustes de tarifas, que también meten presión sobre el costo de vida.
Para la consultora LCG, los incrementos más fuertes se registraron en panificados y cereales, que subieron 6,6% en el mes; lácteos y huevos, 5,9%; y carnes, que treparon 5,9%.
«La inflación se acelera y generaliza, y se acumulan tres semanas de aceleración simultánea en carnes y también en el índice de precios sin carne», alertó la entidad.
Para Consumidores Libres, que viene siguiendo la misma canasta desde hace dos décadas, un conjunto de 38 alimentos monitoreados indicó un alza promedio del 2,02% solo en la primera quincena de marzo.
Los productos de almacén promediaron una suba del 2,24% en esa quincena, mientras las frutas y verduras crecieron 1,52% y las carnes, 2,09%.
Según el INDEC, en febrero, mientras el índice de precios (IPC) se ubicó en 3,6%, el rubro alimentos y bebidas, subió 3,8%.
Eso provoca que el impacto mayor del alza de precios recaiga sobre los sectores de menor poder adquisitivo.