Pese a una estabilización de precios, continúa el desplome de ventas en supermercados
Un informe de la consultora Scentia estimó que en los primeros dieciocho días de agosto las ventas en supermercados cayeron un 22,6% interanual. La situación se siente de lleno en Rosario, donde además advirtieron que los consumidores cada vez usan más tarjetas de crédito para aprovechar los descuentos que ofrecen los bancos.
La consultora Scentia relevó los datos de consumo en supermercados y estimó que, en los primeros 18 días de agosto, las ventas en estos comercios cayeron un 22,6% con respecto a igual período del año pasado. La situación también impactó en Rosario, donde los empresarios advirtieron cambios en el consumo y un mayor uso de tarjetas de crédito, con el fin de aprovechar diferentes descuentos.
De acuerdo a los números de Scentia, el consumo en supermercados y autoservicios de barrio viene cayendo mes a mes: en junio hubo una baja interanual del 12,4%, en julio del 16,1% y, en los primeros dieciocho días de agosto, del 22,6%.
Según el medio Ámbito Financiero –que accedió al preinforme de la consultora– entre el 1 y el 11 de agosto las ventas disminuyeron un 18,7%, mientras que entre el 12 y el 18 el desplome ascendió al 27,6%. Las cifras coinciden con los testimonios de supermercadistas, que alertaron que a fin de mes la gente reduce al máximo sus compras.
Los últimos datos oficiales disponibles, publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), corresponden a junio y advierten que las ventas en supermercados cayeron un 7,3% interanual, aunque se mantuvieron estables con respecto a mayo. En los autoservicios mayoristas, en tanto, la baja anual fue del 14,5% y la mensual del 0,5%.
Para conocer cómo se vive la situación en Rosario, Conclusión habló con referente del supermercado La Reina e integrante de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Rosario y la Región (Casar), Sergio Cassinerio, quien destacó: “El año pasado había un consumidor que buscaba, ante los aumentos desmedidos que había, cubrirse y comprar para stockearse. Entonces estaba generando una compra mayor, pero no toda estaba dirigida al consumo, sino a protegerse porque sabía que lo que no compraba hoy, mañana o pasado lo iba a pagar más caro. Ahora desapareció esa parte especulativa del consumidor y aparecen números que son bastante lejanos”.
Cabe recordar, además, que a partir de septiembre del año pasado entró en vigencia el programa “Compre sin IVA”, que reintegraba este impuesto cuando las compras se abonaban con tarjeta de débito, lo cual fomentó el consumo. Esto, sumado a la incertidumbre económica, aumentó el caudal de ventas en los últimos meses del año pasado, lo cual podría hacer que las próximas mediciones continúen mostrando bajas interanuales.
“Si bien es verdad que bajó el consumo, también cambiaron los hábitos del consumidor, que se salió de la primera marca, pasó a la segunda, comprobó que era segundo precio, pero no segunda calidad, le gustó y se quedó ahí. A otros productos los sacó de su radar, como a los enlatados, gaseosas o bebidas alcohólicas. Los clientes se fueron acomodando a su presupuesto”, advirtió el supermercadista, quien ejemplificó que quizás vende la misma cantidad de botellas de aceite, solo que antes se compraba la de litro y medio y ahora la de 900 mililitros.
“Los valores interanuales son una cosa, pero si hablamos de valores mensuales vemos una especie de desaceleración de la caída de ventas. En lo que va de agosto, comparado con la misma cantidad de días de julio, a lo mejor estamos un 3% o 4% arriba, y el mes pasado contra el anterior había dado un 2,5% o 3% mejor. En los primeros meses del año el consumo caía uno o dos puntos en el mes contra mes, entramos en una meseta y ahora hay una leve recuperación mensual, pero contra un período que venía muy bajo, tampoco podemos decir que estamos bien”, detalló Cassinerio.
El referente de Casar consideró que es difícil que el consumo siga cayendo, y observó: “Nuestro rubro recoge de las crisis de otros sectores. Lo que vos consumías en un restaurant, si te quedás en tu casa lo tenés que comprar en un supermercado o comercio, entonces eso de alguna manera amortigua nuestra caída”.
En relación a los precios, sostuvo: “Están bastante quietos, hay algunas actualizaciones que pueden ir entre un 3% o 7%, pero la industria está sondeando, si ajustó un 8%, a la semana capaz que está mandando una oferta porque el público no convalida ese aumento, entonces atrás de la nueva lista viene la promoción, que vuelve a llevar el producto, no digo al precio anterior, pero sí a una baja sensible. El consumidor normalmente antes tenía un solo plástico, generalmente la tarjeta de débito, pero hoy empezó a usar de nuevo la de crédito y a lo mejor tiene la de dos o tres bancos, para aprovechar los diferentes descuentos”.
Por último, Cassinerio se refirió a los aumentos en las tarifas eléctricas: “Desde la Cámara estamos tratando de tener algún acercamiento con los directivos de la Empresa Provincial de la Energía (EPE). Somos rubros 100% electrodependientes. Los que pueden, cambian sus maquinarias por algunas más modernas que consumen menos energía, se le está buscando la vuelta, pero no es fácil porque son inversiones importantes”.