Petroleras vuelven a importar petróleo barato, pese a la advertencia del Gobierno
Actualmente, el Gobierno fijó en US$ 67,50 el precio del barril de crudo liviano para mantener la actividad en los yacimientos a pesar de la caída internacional de la cotización.
- Economía
- Jul 9, 2016
La Argentina está importando petróleo crudo por tercera vez en el año, lo que pone presión sobre el Gobierno para flexibilizar el sistema de precio fijo que utiliza en el mercado interno, informó la agencia Bloomberg.
Axion Energy, Shell, Petrobras y Oil Combustibles compraron 1 millón de barriles de crudo en Africa Occidental. Las mismas empresas adquirieron un cargamento de crudo nigeriano en mayo, una decisión que llegó al ministro de Energía Juan José Aranguren a convocar a las refinerías y decirles que “no tiene sentido” para Argentina exportar petróleo y luego importarlo de Africa.
Había dicho que se debía privilegiar el crudo local para evitar una reducción de empleos.
Actualmente, el Gobierno fijó en US$ 67,50 el precio del barril de crudo liviano para mantener la actividad en los yacimientos a pesar de la caída internacional de la cotización. Con esa decisión, también creó un incentivo para los refinadores para importar petróleo más barato.
Las últimas importaciones podrían disparar cambios en el gobierno argentino, dijo la analista de Rystad Energy, Bielenis Villanueva Triana. “Es muy probable que se saque el precio fijo de la Argentina si el petróleo Brent sigue subiendo”, dijo. No necesariamente para desincentivar las importaciones de petróleo liviano sino también para incentivar a las compañías internacionales a desarrollar los recursos argentinos”. El Brent cotiza en torno a los US$ 46.
“El gobierno está definitivamente bajo presión para cambiar su política”, dijo Marcela Segade, directora de downstream para Latinoamérica de IHS Energy. No es probable que las autoridades alineen el precio de referencia con los mercados internacionales en el corto plazo porque la economía está teniendo un pobre desempeño”, agregó. Hacer el recorte ahora llevaría a los productores a reducir perforaciones y empleos, disparando protestas de los sindicatos.