Por Guido Brunet

El Gobierno nacional, desde la asunción de Javier Milei, en su plan de ajuste, limitó al máximo la obra pública con el fin de obtener superávit fiscal. Es así como las obras públicas se redujeron un 70% y unos 3.000 proyectos fueron paralizados en todo el país. Esta situación golpeó de lleno en el rubro de la construcción, que ve caer la actividad mes a mes, así como la cantidad de trabajadores que viven del sector, que da empleo a cientos de miles de personas, tanto de forma directa como indirecta.

De acuerdo con datos del Indec, la actividad de la construcción cayó 37,2% en abril, y un 32% en el primer cuatrimestre del año respecto del mismo período de 2023.

El empleo registrado en marzo (última estadística informada) marcó una importante caída, esta vez del 2,1% en el total país, llegando a poco más de 350 mil agentes. La variación interanual negativa alcanzó el 20,6%, acumulando en el primer trimestre del año el 16,5%, de acuerdo a los datos de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco)

Aunque el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, indicó que se perdieron 52.400 puestos de trabajo registrados en la construcción desde noviembre a abril. Desde la Cámara de la Construcción relevaron que los trabajadores cesanteados son 77.134 mil.  A su vez, según fuentes del sector, también se habría perdido una cantidad similar de puestos laborales entre el personal no registrado, que suele ser alto en esa actividad, en lo que corresponde a tareas puntuales de refacciones e instalaciones, y puestos administrativos.

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«El retroceso de los principales insumos del sector informados por Indec correspondientes a abril es realmente preocupante. Tanto en su variación mensual como en la variación porcentual acumulada, todos los valores son negativos. Asfalto sigue en caída libre, con una marca del 60,6%», marcó la delegación Rosario de Comarco en su último informe. «Por su parte la provincia de Santa Fe determina una caída del 1.6 % (menor que la nacional). El número de obreros bajó a 34.214 empleos registrados. Acumula en el año el 12,4 % de baja«, abundó el análisis.

La sangría también incluye a empresas constructoras. En relación a esto, el Instituto de Estadísticas y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric) observó en abril una caída de empleadores del sector del 20,1% (cayó a 17.773), reflejando la mayor baja interanual histórica desde que se realizan las mediciones (mayo de 2005). Otro dato que alarma es que dos de cada diez constructoras estima reducir personal en los próximos meses. Y entre aquellas que trabajan en obra pública, la mitad considera que deberá reducir personal.

Por otra parte, de acuerdo al Indec, la inflación en el sector mostró un incremento mensual en abril del 4%, acumulando en el período enero-abril un 38,5%.

Unos 200 mil desempleados en total

Desde la Cámara de la Construcción mostraron su preocupación ante la dramática situación. “Hemos perdido 100 mil puestos de trabajo, probablemente perdamos más en el futuro. Hay muchas empresas muy complicadas, algunas en riesgo de quiebra. No se puede pasar de facturar 100 a 0”, definió Gustavo Weisz, presidente de la entidad a nivel nacional. De mantenerse en el tiempo, el empleo no se va a regenerar y muchas empresas van a quebrar”, vaticinó el dirigente empresarial.

En la misma sintonía, Rubén Llenas, presidente de la delegación Rosario de Camarco, en diálogo con Conclusión, ratificó: «En los últimos meses, desde octubre aproximadamente, se perdieron unos 100 mil obreros formales. Es un dato oficial, que se hace por obra social, así que no hay manera de refutar eso«.

«Después están los administrativos, que también hay que sumarlo. Se debe duplicar si tenemos en cuenta el empleo indirecto con la amplísima cadena de valor que tiene y el empleo informal, que por supuesto, no hay datos precisos, pero es lo que se presume por nuestra experiencia. Se calcula un 40% del empleo informal. Y si sumamos al indirecto estaríamos en más del doble. Nosotros vemos que esto no tiene piso, está bajando en caída libre», expresó el directivo.

 

Caída abrupta y leve repunte

En la comparación interanual, durante el mes pasado las ventas de insumos cayeron 29,8%. De esta forma, en el promedio de enero-mayo de 2024 los despachos de estas compañías resultaron 32,8% menores a los realizados durante el mismo período de 2023.

De esta forma, la venta de insumos al sector privado de la construcción acumuló en mayo dos meses consecutivos en suba, aunque si se la compara con un año atrás, es casi un 30% menor. Según el Grupo Construya, que agrupa a empresas líderes del sector, durante el mes pasado se registró una mejora del 3,18% desestacionalizada con relación a abril. “A pesar de que las ventas actuales reflejan una disminución del 30% en comparación con el mismo periodo del año pasado, destacamos un cambio positivo en la tendencia de despacho de insumos”, evaluaron desde el grupo.

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En este marco, el Indec informó que, en abril, la actividad de la construcción avanzó 1,7% en abril con relación a marzo, pero cayó 37,2% con respecto a un año atrás, lo que podría preanunciar que la recesión empieza a encontrar su piso. Algo similar ocurre con el Índice de Producción Industrial manufacturero, que mejoró 1,8% con relación a marzo.

 

Freno a la construcción

El Gobierno nacional cumplió lo que prometió: prácticamente eliminó la obra pública. Así, desde el Estado nacional no se licitará obra pública y se cancelaron aquellas que no todavía no comenzaron.

El Cepa indicó que en el cuarto mes del año el sector público nacional registró un superávit fiscal de 264.952 millones de pesos antes de cubrir los intereses de la deuda, que descendió a 17.409 millones de pesos luego de saldar dichos compromisos. Este número se alcanzó con un fuerte ajuste en los gastos del Estado nacional, recortes que estuvieron lejos de afectar mayormente a la tan mentada casta, sino que golpearon duramente a los sectores más vulnerables de la población.

Según el Centro de Economía Política Argentina (Cepa), la inversión en infraestructura fue mínima, alcanzando niveles no vistos desde abril de 2017. En lo que refiere a las provincias, las transferencias no automáticas se redujeron 73% en términos reales en comparación con abril de 2023, explicando un 9,2% del ajuste total.

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La pérdida de empleo tiene sus graves consecuencias sociales. Sin ir más lejos, en las últimas horas se conoció que en Santa Fe, más de 80.000 santafesinos comenzaron a ir a comedores en los últimos meses. El Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano de Santa Fe informó que desde enero a esta parte relevó la situación en casi 500 comedores y copas de leche de la provincia y detectó irregularidades en 160 de ellos.

Además, observaron que a inicios de año había cerca de 325.000 beneficiarios de asistencias alimentarias, pero, llegando a junio, la cifra subió entre 25% y 30%. La ministra santafesina, Victoria Tejeda, también señaló que en diciembre había cerca de 325.000 personas que eran asistidas por programas alimentarios, pero observó: “Estimamos, sin números precisos, que la demanda aumentó en un 25% o 30%”.