DOMINGO, 17 DE NOV

Sigue la fiesta de la bicicleta financiera

Por Andrea San Esteban

 

 

Por Andrea San Esteban

Encabezar el ranking de emisión de deuda a nivel mundial, implica arrojar a la pobreza extrema a cada vez mas argentinos. Ya en 2016, el país había encabezado el mismo listado con sólo el 12,5 por ciento, con 22.000 millones de dólares emitidos. La mayor parte de esta deuda se concentra en cuatro bancos: HSBC, JP Morgan, Citigroup y Deutsche Bank. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), al término del tercer trimestre del año 2017, (julio, agosto y septiembre) la deuda externa total ascendió a US$ 216.351 millones, 20% más que en igual período del año pasado, cuando alcanzó a US$ 179.775 millones.

Deuda externa y fuga de capitales

Si se dejaran de fugar divisas y de especular en la bicicleta financiera internacional, no sería necesario tomar deuda. Producir en la Argentina de hoy no es negocio. Las grandes empresas prefieren evadir y enviar el dinero a los paraísos fiscales.

Cuando los capitalistas enfocan sus energías en la elusión de impuestos, se sacan de encima la producción de bienes o servicios. Y giran sus divisas a las jurisdicciones extraterritoriales que cada vez les ofrecen mejores propuestas para la inversión y libre de impuestos.

“El financiamiento externo no fue destinado a inducir cambios sobre la estructura productiva que permitan una mayor generación de dinero a través de la economía real, sino a financiar la fiesta que genera la enorme bicicleta financiera creada por el gobierno nacional. El modelo así presentado no resulta sostenible en el tiempo”, sostiene un informe de la Universidad Metropolitana de la Educación y el Trabajo (ODE-UMET).

Fuga

Durante la actual gestión, “el Tesoro Nacional emitió USD 98.185 millones, USD 34.216 millones en 2016 y USD 63.969 millones en 2017. Mientras que la fuga de divisas, si se agregasen los intereses de la deuda en el cómputo, alcanza para el mismo período los USD -72.498 millones de dólares”.

Las Islas del tesoro

Las corporaciones que fugan dinero lo hacen hacia geografías que resguardan datos y generalmente son islas. La Importancia de la confidencialidad o secretismo que brindan las jurisdicciones extraterritoriales es muy atractiva ya que permite no dar cuenta a nadie de como se engrosan las propias arcas, se deja de pagar impuestos y se evade dinero en pos de hambrear a los sectores pobres. “En toda fortuna hay algún crimen”, es una frase bien fundamentada que sirve de ejemplo a la afirmación del periodista e investigador Nicholas Shaxon: “En las islas Vírgenes Británicas, que con menos de 25 mil habitantes, albergan más de 800 mil empresas.

“En el mundo hay unas sesenta jurisdicciones confidenciales, divididas a grandes rasgos en cuatro grupos: los paraísos europeos, una zona británica con centro en la City de Londres que se extiende por todo el planeta, más o menos sobre la configuración del antiguo imperio británico; la zona de influencia de EEUU y otras en Somalia y Uruguay”, dice Shaxon.

Los paraísos Fiscales son el motivo más importante por el cual las personas y los países pobres continúan siéndolo y son por ello el corazón del sistema concentrador de riquezas.

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