Tierra del Fuego: de un total de 30 empresas electrónicas hoy sólo quedan 4 en pie
En apenas cuatro años se perdieron 8 mil puestos de trabajo y los niveles de producción son los peores en una década.
- Economía
- Abr 12, 2019
Preocupa en Tierra del Fuego el cierre de las empresas electrónicas. De las 30 que había, hoy sólo quedan cuatro en pie y se perdieron 8 mil puestos de trabajo.
Numerosas empresas con sus líneas de montaje -de las que antes salían televisores, celulares, aires acondicionados o computadoras- quedaron convertidas en galpones completamente vacíos y abandonados.
Un relevamiento realizado por la Unión Obrera Metalúrgica en Ushuaia y Río Grande, pone cifras al asunto:
– Unas 10 firmas que formaban parte de este polo productivo ya dejaron de operar
– Otras 10 están con suspensiones totales o parciales
– Apenas 4 mantienen relativa normalidad, remarcan desde el sindicato
El principio de esta ola de cierres comenzó cuando, al inicio de la gestión de Cambiemos, el Gobierno modificó las condiciones del programa Conectar Igualdad, llevando a la firma IFSA –que producía portátiles– a una situación de crisis.
El panorama se vio agravado cuando, a comienzos de 2017, una medida oficial eliminó los aranceles a las importaciones de notebooks para promover una fuerte baja de precios en la plaza local y la mayor competencia del exterior
Al ocaso de IFSA, que desarrollaba PC de la línea BGH Positivo, se sumaron otros nombres:
– Uno de ellos es el autopartista Visteon (fabricaba lavarropas)
– Otros dos son Leanval y Telecomunicaciones Fueguinas (celulares)
– También dejó de operar JO&ED (TV y microondas)
– Al desplome se anexó Interclima (aires acondicionados), del Grupo Mirgor
– También quedó inoperativa Foxman (aires acondicionados): fue tomada por operarios que salieron a vender equipos para mantener a sus familias
– A la debacle se sumó Audivic (TV y equipos de aires): cerca de 70 empleados están tratando de convertirla en una cooperativa
– KMG Fueguina acaba de cerrar sus persianas: tenía la licencia para producir artículos Kodak, incluyendo celulares
Según la UOM, otras 10 compañías están al borde del abismo y operan con suspensiones
– Otra caso resonante es BGH: de 1.800 empleados (año 2013) hoy quedaron menos de la mitad (800)
– Carrier es otro «peso pesado» que sucumbió: de casi 500 trabajadores (2013), ahora se cuentan menos de 200
En este contexto, fuentes de la UOM indicaron que «solo cuatro del total de empresas electrónicas de la provincia operan con la jornada completa», si bien están utilizando apenas el 40% de la capacidad instalada, en promedio.
Todo esto se tradujo en que el nivel de empleo de la isla hoy sea el más bajo en una década. Concretamente, según el último reporte de la UOM, hay unos 6.173 empleados en el polo electrónico. De ese total, ocho de cada diez están contratados y el resto es personal temporario.
Para ponerlo en perspectiva, en noviembre de 2015, antes del colapso, bajo este régimen industrial llegó a haber más de 14.100 personas. Es decir que, en poco más de cuatro años, se recortaron cerca de 8.000 empleos, un derrumbe cercano al 60%.
A esta cifra se suman más de 1.000 puestos perdidos en otros sectores industriales, también en la isla, como el textil o el autopartista. El agravante es que esta información, que acaba de conocerse, corresponde al cierre de febrero.
Las expectativas en el verano hablaban de una mejora esperada para abril. Pero ahora, con un dólar volátil y el cronómetro de las elecciones en tiempo de descuento, ninguna empresa hace proyecciones positivas.
Por el contario, las compañías que quedan en pie están recortando fuertemente sus metas de producción:
– Televisores: apuntan a fabricar 2,2 millones de LED, exactamente 1,1 millones de unidades menos que en 2018, al tiempo que es la cifra más baja desde 2009.
– Celulares: la pauta es llegar a los 7,5 millones de equipos, 400.000 menos que el año pasado y el peor registro desde 2010.
– Aires acondicionados: se prevén 850.000 unidades en 2019, frente a 1,2 millones de 2018. Como en los anteriores casos, se trata de la peor cifra en una década.
Sin perspectivas de mejora para el consumo, con un dólar que no ofrece certidumbre y con un proceso eleccionario a la vuelta de la esquina, Tierra del Fuego asiste a su momento más crítico desde que el anterior Gobierno lo relanzara.