Un grupo inversor compró la deuda que Vicentin tenía con bancos internacionales
Se trata de Cima SA, que pagó la deuda de más de 447 millones de dólares que la cerealera tenía con entidades financieras del exterior. Con esta maniobra, esperan sacar provecho de un eventual salvataje.
- Economía
- Dic 17, 2024
El grupo inversor Cima Sociedad Anónima compró la deuda que que la agroexportadora Vicentin tenía con bancos internacionales, la cual superaba los 447 millones de dólares. Recientemente, la empresa informó de esta maniobra a la Justicia, aunque no detalló las condiciones de la operación.
Cima, que se convirtió en un actor clave en el futuro de la cerealera santafesina, se hizo cargo de la deuda de 447.194.396,91 dólares que Vicentin tenía con bancos internacionales. La agroexportadora le debía casi 206 millones a IFC, más de 122 millones a FMO, más de 46 millones a ING, casi 23 millones a RaboBahnk, más de 12 millones a MUFG y SMBC y casi 10 millones a Natixis.
En un comunicado que circuló durante la mañana de este martes, Cima SA informó: “Se adquirió esta deuda con el objetivo contribuir a destrabar el prolongado proceso judicial, que ya lleva cinco años, y trabajar en una solución que permita reactivar a la mayor compañía del sector agrícola de bandera argentina”.
“Nuestra intención como representantes del mayor acreedor del concurso -añadieron- es colaborar en una pronta solución, que contemple en forma ecuánime los intereses de las distintas partes interesadas, en particular aquella que incluya la conservación de las fuentes de trabajo, cuidando el valioso capital humano de la compañía”.
Tras declararse en quiebra, Vicentin presentó una propuesta de pago a sus acreedores, la cual fue rechazada por el juez a cargo del caso, Fabián Lorenzini, pero, al ser apelada la decisión del magistrado, dicha oferta fue aceptada por la Cámara de segunda instancia. Ahora -y con una nueva apelación por parte de los acreedores- es la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe la que debe decidir.
En caso de que el máximo tribunal no acepte la propuesta de pago de Vicentin, se habilitaría así a un “salvataje” o “cramdown” de la cerealera, del cual Cima espera sacar provecho.
Al respecto, desde el grupo inversor apuntaron: “Cima ha iniciado diálogos con diversos actores interesados en el proceso, incluyendo al Grupo Grassi, con miras a explorar su participación en un eventual cramdown. Es nuestra intención colaborar con todas las partes que deseen sumar valor, construyendo soluciones que atiendan de manera justa los intereses de los acreedores y demás actores involucrados”.
Y añadieron: “Estamos convencidos de que es posible resolver esta compleja situación, atendiendo los intereses de todas las partes involucradas y alcanzando una solución sostenible que impulse el desarrollo futuro de Vicentin”.